Skip to main content

Para el sábado 26 de octubre de 2019

Esta lección está basada en 1ª de Reyes 8; 2ª de Crónicas 5-7. Profetas y reyes, capítulo 2.

  • Salomón construye el templo.

    • El rey David quiso construir un templo para adora a Dios. Pero Dios le dijo que sería su hijo Salomón el que lo construiría.
    • David preparó materiales e hizo los planos para la construcción del templo. También le dio instrucciones a Salomón para su construcción.
    • Salomón comenzó a construir el templo el año 4º de su reinado y se terminó 7 años después.
    • El templo era mucho más grande y majestuoso que el tabernáculo del desierto (puedes leerlo con detalle en 2ª de Crónicas 3-4).
  • La dedicación del templo.

    • Cuando estuvo terminado, en la fiesta de los Tabernáculos, Salomón hizo la dedicación del templo.
    • En esta fiesta, el pueblo de Israel agradecía a Dios por la cosecha y por su cuidado y protección. En esta ocasión, también agradecieron por el nuevo templo.
    • Para la dedicación se reunieron los ancianos de Israel, los jefes de las tribus, los principales de las familias de los hijos de Israel y gran cantidad de personas.
    • Con gran solemnidad, los sacerdotes llevaron el arca de la alianza hasta el lugar santísimo, y el resto de los utensilios del tabernáculo para el lugar santo y el atrio. Casa 6 pasos, paraban y ofrecían sacrificios. También cantaban salmos y tocaban instrumentos de música.
    • Ahora, la iglesia es el templo de Dios, donde puedes ir a adorarle y a orar pidiéndole lo que necesites.
  • Oración de Salomón.

    • Alabó y bendijo a Dios porque cumple sus promesas y es misericordioso (v. 22-26).
    • Reconoció que Dios era tan grandioso que no podía ser contenido en un edificio humano (v. 27).
    • Pidió a Dios que escuchase su oración (v. 28-29).
    • Salomón le pide a Dios que, cuando alguien ore en el templo, Él escuche desde los cielos, responda y perdone (v. 30).
    • ¿En qué situaciones se podía orar a Dios en el templo, y cómo respondería?
      • Cuando alguien peque contra su prójimo, Dios juzgará condenando al impío y justificando al justo (v. 31-32).
      • Si Israel es derrotado por sus enemigos a causa de su pecado, Dios perdonará su pecado y los devolverá a su tierra (v. 33-34).
      • Cuando haya sequía por haber pecado, Dios perdonará y dará lluvia (v. 35-36).
      • Si vinieran plagas, enfermedades o sus enemigos los sitian, Dios oirá, perdonará, actuará y dará a cada uno conforme a su corazón (v. 37-40).
      • Cuando un extranjero venga al templo a orar, Dios le responderá y así todos los pueblos conocerán y temerán a Dios (v. 41-43).
      • Si el pueblo sale a la batalla contra sus enemigos y oran hacia Jerusalén y el templo, Dios les hará justicia (v. 44-45).
      • Cuando el pueblo sea llevado en cautiverio por su pecado y, una vez allí, se arrepientan de su pecado y oren a Dios, Él los perdonará, les hará justicia y harás que tengan misericordia de ellos los que los hayan levado cautivos (v. 46-51).
    • Salomón finaliza su oración pidiéndole a Dios que esté atento a todas las oraciones que se hagan en su templo, porque Israel es el pueblo que Dios ha escogido (v. 52-53).
    • Traslada la oración de Salomón a tu propia experiencia. ¿Por qué cosas oras a Dios?
    • Dedica tiempo a orar por los demás. ¿Por quién puedes orar? ¿Qué beneficios reciben aquellos por los que oras? ¿Cómo te beneficias tú?
    • Ora con Dios como si estuvieses hablando con un amigo. Abre a Él tu corazón. Te escuchará y responderá.
  • Respuesta de Dios.

    • Una vez que Salomón hubo acabado su oración, Dios hizo descender fuego del cielo que consumió las ofrendas y los sacrificios, y la gloria de Dios se manifestó en forma de nube, llenando todo el templo. Israel se postró ante Dios para alabarle.
    • Con esta manifestación, Dios aceptaba cumplir la parte que le correspondía de la oración de Salomón.
    • Recuerda que Dios siempre te escucha, aunque no siempre te conteste tan rápido como a Salomón.
    • Comparte cómo Dios contestó una oración que hiciste a favor de otro.

Resumen: Orar por los demás es una forma de adorar a Dios. Y recuerda: el propósito principal de la oración no es cambiar la voluntad de Dios, sino cambiarte a ti. A través de la oración estarás conectado con el Todopoderoso y Su amor y propósitos fluirán en ti y a través de ti. Si decides convertirte en un guerrero o guerrera de la oración… ¡prepárate para vivir grandes cosas de Su mano!

Actividades

Descubre por qué o por quién dice la Biblia que deberías orar.

Lucas 6:28 Para que el amor abunde
Mateo 5:44 Por buenas cosas
1ª de Timoteo 2:1 Por los enfermos
1ª de Timoteo 2:2 Por los pecadores
Efesios 6:18 Por los que nos calumnian
Santiago 5:14 Por todos los hombres
Lucas 22:32 Por justicia
Lucas 22:40 Por misericordia
Job 42:10 Por el trabajo de los pastores
Filipenses 1:9 Por la ciudad en que vivimos
Juan 6:11 Para que no falte la fe
Jeremías 29:7 Para conocer la voluntad de Dios
Lucas 11:4 Por nuestros pecados
Salmo 142:1 Por los alimentos
Hechos 12:5 Por los que están en la cárcel
Mateo 7:11 Para no caer en tentación
Lucas 11:13 Por los que os ultrajan y os persiguen
Colosenses 1:9 Por los reyes y las autoridades
1ª de Juan 5:16 El Espíritu Santo
Salmo 17:1 Por los amigos

“Orad sin cesar” (1ª de Tesalonicenses 5:17)

Escoge varios compañeros para orar por ellos en esta semana.

Mándales cada día un WhatsApp diciéndoles que oras por ellas.

  • El domingo dile que oras por su salud física, mental y espiritual.
  • El lunes dile que oras para que Dios esté con él y que el Espíritu Santo le de amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio.
  • El martes dile que oras por su familia, para que sean bendecidos con todo aquello que necesiten, que tomen decisiones sabias y que sean un testimonio para los demás.
  • El miércoles dile que oras por los estudios, para que pueda aprender con facilidad lo que le enseñen. Para que los profesores le traten con cariño. Para que Dios le de inteligencia y sabiduría.
  • El jueves dile que oras por su situación económica, que nunca le falte el dinero, que tenga siempre para comer, vestir y poder suplir sus necesidades.
  • El viernes dile que oras por aquellas necesidades que tiene, que solo él conoce, y que le pide a Dios en secreto.
  • El sábado dile que oras por su salvación. Para que viva siempre confiando en Jesús y preparándose para su Venida.

Puedes cambiar esto según las necesidades de los compañeros que escojas.

Historias para reflexionar

CUANDO SARA SE PERDIÓ

Sara es de Belgrado, capital de Yugoslavia. Se llama Sara Sretenovic.

Sara tiene 12 años y está en quinto año de primaria. Tiene dos hermanas menores. Le gusta coleccionar servilletas con hermosos diseños y nombres. Sus deportes favoritos son la natación y el esquí en la nieve.

Su comida favorita son las patatas fritas a la francesa. Cuando sea grande le gustaría ser una especialista en matemáticas o programadora.

Nuestra historia comienza cuando Sara tenía tres años. A ella le gusta contar su experiencia porque le recuerda que Dios siempre cuida de ella.

Una puerta abierta

Una noche, la pequeña Sara escuchó que su mamá le pedía a su papá que sacara la basura. El así lo hizo y abrió la puerta del piso. Sin embargo, dejó la puerta abierta mientras caminaba por el pasillo hacia la puerta principal. La abrió y salió a tirar la basura. La noche estaba muy fría.

Pero no se fijó que la pequeña Sara salió por la puerta abierta. Nadie la vio salir por la puerta principal del edificio. Nadie la vio dirigirse a la calle ni seguir a su papá por el costado del edificio donde se pone la basura.

El padre puso la bolsa de basura en el contenedor. Luego regresó al a su casa y cerró la puerta. Después ayudó a su esposa a terminar de preparar la cena.

—Es tiempo de comer —dijo la mamá cuando estuvo todo servido. Luego se sentó a la mesa. El padre se sentó y también lo hizo Tanja, de dos años. Pero el lugar de Sara estaba vacío.

—Sara, ven a cenar —la llamó su mamá. Pero no hubo respuesta. Fueron a su habitación, pero no estaba allí.

—Debe estar jugando al escondite —dijo el papá riendo—. ¡Te encontraré Sara!

—Pero, aunque buscó en todos los roperos, debajo de las camas y detrás de las puertas, no encontró a Sara.

La madre abrió la puerta que da acceso al pasillo y vio el abrigo de su hijita tirado en el piso.

—¿Salió contigo Sara cuando fuiste a tirar la basura? —le preguntó a su esposo.

—No la vi —respondió el papá con aire de preocupación—. Pero tal vez me haya seguido. Arrodillémonos ahora y pidámosle a Dios que cuide a nuestra pequeña.

“Querido Padre celestial —comenzó a orar el papá— nuestra hijita Sara es tan pequeña. Por favor, cuídala de todo peligro y tráela a casa con bien”.

Ya nadie tenía deseos de comer. Todos estaban preocupados por Sara. Fueron a buscarla entre los vecinos, pero nadie la había visto.

Buscaron por todo el camino.

Buscaron alrededor del edificio, y nada.

En el frío de la noche

Mientras tanto, Sara comenzó a sentir frío. Buscó a su papá, pero no lo veía por ningún lado. Caminaba de un lado a otro, pero no lo encontraba. No sabía hacia dónde dirigirse. Al darse cuenta que estaba perdida y asustada, rompió a llorar.

Siguió caminando sin rumbo. Después de un tiempo, llegó a un parque a donde su mamá la llevaba a jugar. Este estaba vacío.

Sara no sólo sentía frío, estaba cansada, asustada y con hambre. Empezó a llorar cada vez más fuerte. ¿Dónde está mi papá?, se preguntaba desesperada. Quiero ir a casa con mi mamá.

En esos precisos instantes, dos muchachas que caminaban por el parque, vieron a Sara llorando.

—¿Qué te sucede, pequeñita? —le preguntaron.

—Estoy perdida—les respondió Sara—.

No puedo encontrar a mi papá. No sé cómo llegar a casa.

-¿Dónde vives? —le preguntó una de ellas.

Sara les dijo la dirección que su mamá le había enseñado a memorizar. Las dos muchachas la tomaron de la mano y caminaron con ella. Pronto dieron vuelta por la calle que las conduciría al edificio donde vivía Sara.

De pronto Sara vio a su mamá que venía hacia ellas.

—Sara —gritó la mamá.

—Mamá —contestó Sara. Ella corrió con todas sus fuerzas hacia las muchachas.

Abrazó fuertemente a su hija y la envolvió con su abrigo.

—Muchas gracias por haber encontrado a Sara —dijo la mamá a las muchachas—.

¡Gracias, Dios mío por cuidar de mi pequeña Sara y entregármela sana y salva!

Madre e hija se apresuraron a llegar a casa para disfrutar de una cena tardía.

Ora siempre por los demás, esta es una forma de adorar a Dios.

ORANDO POR UN TERRENO PARA LA ASOCIACIÓN GENERAL

Durante la parte final de julio de 1903, se reunieron en Washington, D. C., hermanos que representaban muchas partes del campo, y procedieron de inmediato a inspeccionar los alrededores alejados del distrito de Columbia para encontrar propiedades adecuadas.

Mañana tras mañana, antes de salir, se reunían para orar con fervor en procura de dirección divina. Y sus oraciones fueron señaladamente contestadas.

En Takoma Park, una de las ciudades más atractivas y saludables que hay cerca de Washington, se encontró una propiedad de 50 acres (unas 20 hectáreas), que parecía reunir todos los requisitos. El terreno, que se elevaba a unos 300 metros, distaba solamente unos 13 kilómetros del edificio del Capitolio y, como estaba en los límites de Takoma Park, tenía las ventajas de los servicios postales, de gas, agua, cloacas y calles. Al mismo tiempo estaba suficientemente aislado por tupidas arboledas para tener las ventajas adicionales de una propiedad de campo más bien retirada. La propiedad estaba cubierta por centenares de árboles silvestres, y a un costado de esta y sin embargo dentro de sus límites, corría un pintoresco arroyo alimentado por fuentes vivas.

En años anteriores esta propiedad había sido elegida por un médico de Boston para establecer un sanatorio, y en ella había gastado, incluyendo el precio de compra, unos 60.000 dólares. Con un costo elevado había limpiado la zona de malezas, troncos y desperdicios; pero no pudo financiar la empresa que se había propuesto, y después de su muerte la propiedad había caído en manos de un caballero que tenía una hipoteca de 15.000 dólares garantizada por ese terreno, y estaba ahora ofreciéndolo por 6.000 dólares. {NB 432.2}

Un proyecto para bendición

Los hermanos sintieron que era su deber comprar sin demora esta hermosa propiedad, para hacer de esta manera factible el establecimiento de un sanatorio y una escuela cerca de la sede denominacional propuesta. Aunque la propiedad de Takoma Park, de unas 20 hectáreas, estaba situada a más de un kilómetro y medio fuera del límite del Distrito de Columbia, la comisión pudo comprar en la misma villa suficiente terreno dentro de la línea del distrito federal para servir como sede de la fábrica de la Review and Herald. Se obtuvieron terrenos adyacentes para la administración de la Asociación General y para el edificio de la iglesia local, así como para el edificio de la escuela primaria. {NB 433.1}

Así se estaba abriendo el camino, paso a paso, para el rápido traslado de la Review and Herald y de las oficinas de la Asociación General, desde Míchigan a la capital de la nación. No pasaron más de unas pocas semanas antes que se hiciera la transferencia, y los hermanos se establecieron en edificios alquilados temporalmente en el corazón de la ciudad, hasta la erección de los edificios de Takoma Park. {Notas Biográficas 433}

Recuerda adorar a Dios también es orar por un proyecto que beneficie a muchos y que ayude a que otros puedan conocerle.

Resumen, y selección de materiales, de Eunice Laveda, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Eunice Laveda es responsable, junto con su esposo, Sergio Fustero, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Photo by Ben White on Unsplash

 

Revista Adventista de España