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Lección 4 para el 27 de julio de 2019

Salmos y Proverbios son dos libros especialmente adaptados a los desafíos de vivir fielmente en medio de las experiencias y pruebas comunes de la vida.

Ambos ofrecen ideas sobre la visión de Dios para la sociedad, y su preocupación especial por los pobres y los oprimidos.

El clamor de los Salmos y la sabiduría de Proverbios es que Dios sí se da cuenta de lo que sucede e intervendrá para proteger a los que, con demasiada frecuencia, son ignorados o explotados.

Y si así es Dios, también nosotros deberíamos serlo.

  • Salmo 9. Esperanza en el juicio.

    • Las injusticias cometidas en este mundo de pecado acarrean sufrimiento, y pueden conducir a una vida de pobreza y exclusión.
    • Para el pobre y angustiado, Dios es “refugio para el tiempo de angustia” (Salmos 9:9).
    • Ante todo, tenemos la esperanza en que Dios va a hacer justicia (Salmos 9:8).
    • Aquellos que sufren las injusticias de este mundo, pueden confiar en un juicio justo.
  • Salmo 82. Juzgar con justicia.

    • Como Juez supremo, Dios delegó su autoridad judicial en hombres que debían juzgar según leyes justas, y los llamó “dioses” (v. 1, 6).
    • Pero, si los jueces no actúan con justicia, esto acarrea injusticias sociales, y Dios les pedirá cuentas por ello (v. 7).
    • Aunque podemos sufrir por un veredicto judicial erróneo en esta tierra, hay un Juez sobre todos al cual podemos apelar para que juzgue nuestro caso con justicia (v. 8).
  • Salmo 101. Líderes justos.

    • David conocía muy bien lo que implicaba que los dirigentes de la nación (Saúl y sus consejeros) se comportaran injusta y caprichosamente.
    • Al ser coronado, decidió rodearse de personas íntegras y echar de su presencia a los que infaman, a los orgullosos, a los que hacen fraude, a los que hablan mentira, y a todo el que haga iniquidad (v. 5, 7, 8).
    • La justicia y la misericordia marcan el liderazgo de aquellos que siguen esta máxima: “No me pondré como meta nada en que haya perversidad” (v. 3 NVI).
  • Salmo 146. Dios misericordioso.

    • Salmo 146:6-9 nos anima a alabar a Dios, nuestro Creador, y poner nuestra confianza en Él, porque…
Siempre mantiene la verdad Hace justicia a los oprimidos Da de comer a los hambrientos Pone en libertad a los cautivos Da vista a los ciegos
Sostiene a los agobiados Ama a los justos Protege al extranjero Sostiene al huérfano y a la viuda Frustra los planes de los impíos
  • ¿Qué mejor alabanza podemos tributar a Dios que actuando en nuestra vida, en la medida de nuestras posibilidades, igual que Él lo hace?
  • Misericordia y justicia.

    • Proverbios 10:4. No seas negligente, para no empobrecer.
    • Proverbios 13:23. Administra con sabiduría tus bienes, aunque sean pocos.
    • Proverbios 14:5, 25. Sé un testigo veraz. Sé honesto.
    • Proverbios 14:31. No oprimas al pobre, sé misericordioso con Él.
    • Proverbios 15:15-16. Sé feliz con lo que tienes.
    • Proverbios 16:8. No hagas injusticias para sacar beneficio.
    • Proverbios 16:11-13. Que todas tus transacciones sean justas.
    • Proverbios 17:15. No justifiques al malo, ni condenes al justo.
    • Proverbios 19:17. Da al pobre, haces un préstamo a Dios.
    • Proverbios 22:22-23. No robes al pobre ni aflijas al afligido. Dios juzga su causa.
    • Proverbios 28:14-16. Teme a Dios. No hagas extorsión. Aléjate de la avaricia.
    • Proverbios 30:7-9. Seas rico o pobre, no te apartes de Dios.

Para meditar:

“Así como las cosas de la naturaleza manifiestan su aprecio por su Creador al hacer lo mejor posible por embellecer la tierra y representar la perfección de Dios, así también los seres humanos deberían esforzarse en su esfera de acción por manifestar la perfección de Dios, permitiéndole obrar mediante ellos sus propósitos de justicia, misericordia y bondad”. Elena G. White (Conducción del niño, pg. 52).

“Todo acto de justicia, misericordia y benevolencia produce melodías en el Cielo. El Padre desde su trono observa a los que llevan a cabo estos actos de misericordia, y los cuenta entre sus más preciosos tesoros. “Y serán míos, dice Jehová de los ejércitos, en aquel día cuando reúna mis joyas”. Todo acto misericordioso, realizado en favor de los necesitados y los que sufren es considerado como si se lo hubiera hecho a Jesús. Cuando socorréis al pobre, simpatizáis con el afligido y el oprimido, y cultiváis la amistad del huérfano, entabláis una relación más estrecha con Jesús”. Elena G. White (Testimonios para la iglesia, tomo 2, pg. 24).

Mira aquí el comentario de la E.S. de esta semana

Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Photo by Noah Buscher on Unsplash

 

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