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Lección 12 para el 22 de diciembre de 2018.

Los creyentes reconocen que Cristo es la cabeza de la iglesia. Sin embargo, es fundamental que haya cierto grado de organización humana para la misión y la unidad de la iglesia. También en el cielo lo hay.

Los líderes fomentan la unidad al servir con humildad, defender la verdad, y participar en la disciplina redentora y en la organización de la iglesia para la misión.

Así pues, para mantener la unidad, la iglesia debe disponer de los siguientes elementos:

  • Liderazgo:

    • Cristo, la cabeza. Efesios 5:23.

      • La cabeza dirige todas las partes del cuerpo. Además, sin la cabeza el cuerpo no puede vivir.
      • Así es la iglesia de Cristo. Sin Jesús, la iglesia no tiene vida, sus movimientos son erráticos y sin dirección.
      • Pablo también usa el símil de la autoridad del marido como cabeza de la familia (Efesios 5:23-27). Cada creyente debe estar sometido a la autoridad de Cristo.
    • Líderes siervos. Mateo 20:26.

      • En la iglesia el líder es puesto para servir a los demás, y no para obtener beneficio propio. No buscan su gloria, sino el bien de cada miembro de iglesia
        (1ª de Pedro 5:2-3).
      • Contribuyen a la unidad al permanecer conectados a Cristo, al reflejar en su vida sus enseñanzas, y al enseñarlas a los demás (2ª de Timoteo 2:15).
  • Organización:

    • La doctrina. Romanos 16:17.

      • Aceptar un cuerpo de doctrinas común, basadas en la Biblia, es fundamental para mantener y fomentar la unidad en la Iglesia.
      • Pablo nos advirtió que, en los últimos tiempos, “se amontonarán maestros” que “no sufrirán la sana doctrina”, sino que apartarán a la grey de la verdad
        (2ª de Timoteo 4:1-4).
      • En estos días, cuando abundan las enseñanzas falsas y la inmoralidad, debemos usar la Palabra para enseñar, redargüir y corregir (2ª de Timoteo 3:16).
    • La disciplina. Gálatas 6:1.

      • La disciplina es necesaria para la unidad y la pureza de la Iglesia. Toda disciplina debe estar basada en las instrucciones bíblicas (Mateo 18:15-20; Gálatas 6:1-2) y buscar la redención del caído:
        • Muestra amor por la persona, porque le ayuda a reconocer su conducta indebida, y la necesidad de arrepentirse.
        • Muestra amor por la iglesia, porque la protege del peligro de enseñanzas erróneas o prácticas indebidas.
        • Muestra amor por el mundo, porque permite mostrar con precisión el poder transformador del evangelio.
        • Muestra amor por Cristo, porque da un testimonio fiel sobre Él, y protege su reputación.
  • Misión

    • La misión. Mateo 28:19.

      • La misión que nos une es hacer discípulos de Cristo. Ir a aquellos que aún no conocen personalmente a Jesús, bautizarlos, y enseñarles la verdad.
      • A su vez, estos discípulos harán nuevos discípulos, ampliando así la gran familia de Dios. Una familia unida por una misión: predicar el evangelio.

Para meditar:

“Algunos han presentado el pensamiento de que cuando nos acerquemos al tiempo del fin, cada hijo de Dios actuará en forma independiente de toda organización religiosa. Pero he sido instruida por el Señor de que en esta obra no existe tal cosa como independencia de acción para cada hombre. Las estrellas del cielo todas actúan según una ley; cada una influye sobre las otras para hacer la voluntad de Dios, prestando común obediencia a la ley que controla su acción. Y a fin de que la obra de Dios pueda progresar en forma sana y sólida, su pueblo debe actuar unido”. Elena G. White (Mensajes selectos, tomo 3, pg. 28).

Resumen de Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es 

Foto: Photo by rawpixel on Unsplash

 

Revista Adventista de España