¡Elegid hoy! – ES

Lección 13 para el 27 de diciembre de 2025: ¡ELEGID HOY!

Josué sentía ya cercano su final. Había peleado la buena batalla. Acabó la carrera. Había guardado la fe. Podía esperar confiado, como Pablo, su corona de justicia (2ª de Timoteo 4:7-8). Pero, como Caleb, debía asegurarse todavía de que otros tomasen la antorcha y llevasen al pueblo de Dios por el camino recto. Por esa razón, reunió al pueblo en Siquem para renovar el pacto de fidelidad, y exhortarles a elegir una vida de servicio a Dios.

«Y si no os parece bien servir al Señor, escoged hoy a quién habéis de servir: si a los dioses que sirvieron vuestros padres, que estaban al otro lado del Río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa, serviremos al Señor». (Josué 24:15).

• La historia que Dios escribió (Josué 24:1-13)

  • El lugar elegido por Josué para su discurso final fue un lugar histórico: Siquem (Josué 24:1).
    • Fue el primer lugar de Canaán donde acampó Abraham (Génesis 12:6)
    • Fue el primer lugar de Canaán donde acampó Jacob (Génesis 33:18)
    • Fue la única posesión adquirida por Jacob (Génesis 33:19)
    • Allí enterró Jacob los dioses ajenos que tenía aún su familia (Génesis 35:4)
  • Josué comenzó hablándoles de los «dioses extraños» que adoraba Taré, su ancestro (Josué 24:2). A partir de ahí, les recordó en primera persona todo lo que Dios había hecho: Yo tomé; yo traje; yo aumenté; yo envié; yo herí; yo saqué; yo os introduje; yo los entregué; yo los destruí; yo no escuché a Balaam; yo os libré; yo los entregué; yo envié tábanos; yo os di la tierra (Josué 24:3-13).
  • En este relato, las generaciones pasan una tras otra sin distinción. Todas ellas están incluidas. Los que escuchaban a Josué vinieron «del otro lado del río»; bajaron a Egipto; salieron de allí con gran poder; cruzaron el mar; tomaron Transjordania; poseyeron Canaán. Lo que Dios hizo con sus antepasados, lo está haciendo con ellos, y lo hará con nosotros hoy.

• El llamado a la integridad (Josué 24:14-15)

  • Al igual que Jacob invitó a su familia a enterrar a sus dioses antes de renovar su pacto con Dios en Betel, Josué invita al pueblo a abandonar a sus dioses antes de renovar su pacto con Dios (Josué 24:14b).
  • Debían temer a Dios y servirle “con integridad y en verdad” (Josué 24:14a). ¿Qué implica esto?
    • Temer a Dios: Manifestar un respeto profundo hacia Aquel que es inmensamente mayor que yo, y aceptarle como mi Rey y Señor
    • Servir a Dios con integridad: Un servicio sin defectos (así se define al animal que solo era apto para el sacrificio si era «sin defecto» [integro])
    • Servir a Dios en verdad: Ser fiel, confiable, leal, indiviso, coherente. Reflejar con mi vida la gratitud a Dios por lo que Él ha hecho en mí

  • La elección del pueblo (Josué 24:16-21)

    • ¿Cuál fue la respuesta al llamado de Josué (Josué 24:16)? El pueblo en pleno dijo no a sus dioses, y aceptó que solo tenían un Dios: «nuestro Dios», el mismo que los había dirigido –tanto a sus padres como a ellos mismos– hasta ese momento (Josué 24:17-18).
    • En lugar de felicitar al pueblo por su decisión, Josué dio una respuesta inesperada: «sois incapaces de servir al Señor» (Josué 24:19 NVI). ¡Menudo chasco!
    • Josué había oído a sus padres hacer la misma promesa (Éxodo 19:8), y había visto como la habían incumplido repetidamente durante 40 años.
    • Esta dura respuesta consiguió su propósito. La nueva generación estaba dispuesta a no cometer los mismos errores (Josué 24:21).

  • La renovación del pacto (Josué 24:22-28)

    • Para concluir su discurso, Josué les pidió que quitaran los dioses que están «entre vosotros», y que volvieran su corazón a Dios (Josué 24:23).
    • Por tercera vez, el pueblo se comprometió a servir a Dios (Josué 24:24). El pacto quedó ratificado y, al igual que Moisés, Josué «les dio estatutos y leyes» (Josué 24:25).
    • Aunque el pacto con Dios se basa en una relación viva con Él y no puede expresarse plenamente con meros reglamentos, Josué entendió que era necesario dejar recordatorios claros que les ayudasen a mantenerse en el pacto.
    • Dejó por escrito el pacto, y levantó un monumento recordativo: una piedra que sirviese como testigo del compromiso que habían tomado (Josué 24:26-27).

  • La continuación de la historia (Josué 24:29-33)

    • El libro de Josué acaba con tres entierros. Uno de ellos, profetizado ciento de años antes, fue el entierro de José en la heredad de Jacob (Génesis 50:24-26; Josué 24:32).
    • La generación rebelde que había salido de Egipto fue enterrada en el desierto. Pero la nueva generación iba a ser enterrada «en su heredad», junto con los que se habían mantenido fieles en una generación infiel: Josué y Eleazar (Josué 24:29-30, 33).
    • Esta nueva generación se mantuvo fiel (Josué 24:31). Pero ¿qué decir de la siguiente generación (Jueces 2:10-11)?
    • Cada generación debe hacer su propio pacto con Dios. La fe de sus padres puede ayudarles a tomar la decisión correcta. Pero la decisión es suya. Hagamos hoy nuestra decisión: «mi familia y yo serviremos al Señor» (Josué 24:15 NVI).

Para meditar:

«Nuestro General, quien jamás ha perdido una batalla, espera un servicio fiel y voluntario de todos los que se han alistado bajo su estandarte. En el conflicto final que actualmente se libra entre las fuerzas del bien y las huestes del malo, él espera que todos, laicos y ministros, hagan su parte. Todos los que se han alistado como sus soldados deben prestarle servicio fiel, con un agudo sentido de su responsabilidad individual». (Elena G. White, Testimonios para la iglesia, tomo 9, página 94).

Autor: Sergio Fustero, de la Iglesia Adventista del 7º Día en Zaragoza. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática.