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ApocalipsisPosiblemente Apocalipsis sea uno de los libros bíblicos más complejos de interpretar, porque su contenido, en su gran mayoría, es simbólico. Si bien es cierto hay algunos elementos literales (p. ej: el milenio, las cuatro primeras plagas, el día del Señor de Ap 1: 10, etc.), lo que más predomina es lo figurativo. Por tanto, el lector es llamado a encontrar la fuente y el significado de dichos símbolos.

En el presente artículo, se verá en qué consisten los símbolos en Apocalipsis y cómo encontrar sus significados, y sabremos cómo reconocer si un elemento «x» es simbólico. Se finalizará con las conclusiones respectivas.

El símbolo apocalíptico y su significado

El libro de Apocalipsis es de naturaleza simbólica, porque pertenece al género apocalíptico, sus símbolos representan realidades (podrían ser verdades, personas o acontecimientos) y son de carácter profético[1]. «Así, el Apocalipsis no contiene presentaciones fotográficas de realidades celestiales o eventos futuros que tienen la intención de entenderse literalmente»[2].

Apocalipsis registra distintas clases de símbolos. Por ejemplo, hay números (cuatro [7:1; 20:8], seiscientos sesenta y seis [13:18], siete [3:1-2; 5:6], doce [7:5; 21:12-14], 144.000 [7:4]); naciones (Babilonia [17:5], Sodoma y Egipto [11:8], Israel [7:4; 21:12], Gog y Magog [20:8]); animales (león [5:5], cordero [5:6], bestia [13:1, 11], langostas [9:8]); personajes (jinete [19:11], Jezabel [2:20], mujer [12:1; 17:3-6]); elementos de la naturaleza (aguas [17:1, 15], mar [13:1], tierra [13:11]); seres sobrenaturales (cordero con siete ojos [5:6], bestia de siete cabezas [13:1-2], langostas con dientes como de leones [9:8]); etc. Estos, por ser símbolos, necesitan su respectivo significado.

Los significados de los símbolos del Apocalipsis ―según Jon Paulien[3] y Gregory Beale[4] ― pueden ser múltiples según su contexto literario, ya sea cercano (en el mismo libro) o lejano (en otro libro de la misma Escritura); y, como se verá más adelante, es necesario reconocer también el contexto histórico del texto o símbolo apocalíptico.

¿Dónde encontrar los significados de los símbolos del Apocalipsis? Sin lugar a dudas, en toda la Escritura, principalmente en el Antiguo Testamento. Los periódicos o cualquier situación/evento deben ser descartados a la hora de definir el significado de un símbolo apocalíptico. El Señor reveló el Apocalipsis con un contenido simbólico, con el objetivo de que se busque la fuente y sus significados en la misma Biblia.

¿Qué hacer para encontrar los significados de los símbolos del Apocalipsis? Se recomienda lo siguiente:

1. Percatarse los significados que da Apocalipsis a ciertos símbolos.

En ciertas ocasiones, Apocalipsis registra el símbolo con su propio significado. Para ello, es importante tener una «señal interpretativa», entre ellas: «ellos son», «que son», «estos son»[5]. Por ejemplo, en Apocalipsis 17:9-10 se presentan los símbolos «cabeza» y «monte», y es interesante que un ángel, en el mismo versículo 10, indica que «ellos son» o representan a «reyes» o «reinos».

Otro ejemplo: en Apocalipsis 17:15 se registra la palabra «aguas», y el mismo texto da a conocer su significado, a saber, «muchedumbre». Otro texto: Apocalipsis 5:5-9 registra los símbolos «cordero» y «león», y en el versículo 12 señala que este cordero fue «inmolado», haciendo referencia a la cruz. El cordero y el león simbolizan a “Cristo”. Igual sucede con Apocalipsis 1:20, ya que registra el símbolo «siete candeleros». ¿Cuál es su significado? El mismo versículo revela que «ellos son» las «siete iglesias».

En algunas ocasiones, a Juan se le reveló algo en visión y, luego, se presentó un ángel y le dio la interpretación o su significado. Esto, por ejemplo, se dio en la visión de Apocalipsis 17. Desde el versículo 1 hasta el 6, a Juan se le presentó una visión. Luego, vino un ángel (v. 7) para que le ayude a entender dicha visión, y es en esta explicación que el profeta escucha el significado de varios de sus símbolos, como es el caso de «cabezas», «montes» y «aguas».

En este punto, es muy importante el contexto literario. Por ejemplo, para comprender por qué Juan describió a Cristo como jinete en su segunda venida (Apo 19:11), es necesario reconocer el contexto. El autor usó esa imagen, porque su contexto inmediato es el armagedón (Apo 16:16), la cual será una batalla espiritual. Entonces, como el contexto es de guerra, es comprensible que Juan haya utilizado la imagen de un jinete para describir la segunda venida. Algo parecido sucede en Apocalipsis 14:14.

En este pasaje se describe también la segunda venida, pero ahora Cristo tiene una hoz. Como el contexto tiene que ver con la siega y los 144.000 (14:4), no es de sorprender que se presente una imagen así. Sencillamente, Apocalipsis 14 y 19 describen la segunda venida, pero presentando dos imágenes distintas a la luz de sus respectivos contextos literarios.

2. Buscar sus significados en toda la Escritura, especialmente en el AT.

Hay muchos símbolos en Apocalipsis cuya fuente y significados están en otras partes de la Escritura, sobre todo en el AT. “La omnipresencia del AT en el Apocalipsis indica que es la clave fundamental para descifrar el significado de los símbolos del libro”[6]. Por ejemplo, Apocalipsis 17:9 registra la palabra “monte”. Además del versículo 10 del mismo capítulo, Ezequiel 35:3, Jeremías 51:24-25 y Daniel 2:35 señalan lo mismo: un «monte» representa a un «reino».

Otro ejemplo: en Apocalipsis 13:1 aparecen las palabras «bestia» y «cuerno», y el mismo libro no provee sus significados, pero el AT sí lo hace. Según Daniel 7:23-24; 8:20, 22 y Miqueas 4:13, una «bestia» y un «cuerno» representan a reinos. También, en Apocalipsis 5:6 se presenta a un «cordero»; si bien es cierto el mismo versículo alude a la muerte de Cristo, no hay una identificación explícita en el libro para este «cordero». ¿A quién representa? Según Juan 1:29, 36 e Isaías 53, a Jesucristo.

Algo semejante sucede en Apocalipsis 12:1, el cual presenta a una mujer vestida de sol, pero no provee su significado, se debe recurrir al AT; y son Isaías 54:6; Ezequiel 16:32 y Miqueas 4:10 los que indican que una «mujer» puede simbolizar al pueblo de Dios. Como último ejemplo está Apocalipsis 4:6-9, que revela simbólicamente a cuatro seres vivientes. ¿A quiénes representan? Según el AT, específicamente Ezequiel 1:5, 10; 10:20-22, ellos son querubines.

La razón por la cual se debe recurrir a todas las Escrituras, es porque Juan, al momento de escribir el Apocalipsis, tenía en mente el AT. Él usó ecos y alusiones (él no citó) del AT para escribir todo su libro. Esto permite conectar el texto apocalíptico con algún texto, pasaje o perícopa del AT y así encontrar la fuente y los significados de dichos símbolos. Por ejemplo: (1) No se puede entender Apocalipsis 17 ni sus símbolos, si no se lo lee a la luz de Daniel 7. (2)

Es difícil comprender la visión de las siete trompetas y la visión de las siete plagas de Apocalipsis 16, si no se lee primero Éxodo 7-12. (3) Será complejo interpretar correctamente la batalla de Armagedón de Apocalipsis 16:13 y el castigo a Babilonia de Apocalipsis 17-18, si no se lee, por ejemplo, Daniel 5 (que describe la caída del imperio neobabilónico).

Si se logra identificar los ecos y alusiones del AT en el Apocalipsis y hacemos el paralelismo respectivo, será más fácil encontrar los significados de los símbolos del Apocalipsis. Es relevante recordar algún momento, evento, situación, palabra, oración o frase del AT que se esté aludiendo o haciendo eco en el Apocalipsis.

¿Cuáles son los libros del AT más aludidos en el Apocalipsis, y que ayudarán a encontrar los significados de sus símbolos? Quizás, el principal libro sea Daniel. Luego vendría Ezequiel, después los libros de los profetas menores; también se puede considerar a Jeremías, Isaías y Éxodo. En realidad, los profetas mayores y menores son los claves.

El hecho aquí es el siguiente: la fuente y los significados de los símbolos del Apocalipsis están en la Biblia. El Espíritu Santo inspiró y reveló el Apocalipsis con el fin de que sus hijos busquen en toda las Escrituras los significados de sus símbolos. Razón tiene Beale, al señalar que, «los símbolos [del Apocalipsis] muestran continuidad con el Antiguo Testamento, porque muchos de los símbolos vienen de allí. Así, es probable que los símbolos estén allí para hacer que el lector diligente de la Palabra de Dios profundice para conseguir los tesoros más ricos».[7]

3. Tener en cuenta el contexto histórico del libro de Apocalipsis.

Para ampliar el significado de ciertos símbolos, es recomendable conocer el contexto histórico (del primer siglo, del imperio romano y de Asia menor) en el que vivió Juan. «Apocalipsis tomó símbolos del contexto de la antigüedad y los usó para hablar con poder a la gente de su época».[8]

Por supuesto, la prioridad del intérprete es recurrir a la Biblia; sin embargo, es importante tener en cuenta el uso de palabras, figuras o expresiones que se usaban en los días de Juan. Por ejemplo, la «marca» en la frente y en la mano de Apocalipsis 13:16-18 encuentra su significado en Éxodo 13:16; pero es bueno tener en cuenta que, en los días de Juan y en el imperio romano, los soldados eran marcados sobre las manos y los esclavos sobre sus frentes, mostrando lealtad tanto al emperador como al amo respectivamente.

Esta marca representaba propiedad, servicio e identidad.[9] Otro ejemplo es el «vómito» de Apocalipsis 3:16, que encuentra su significado en Levítico 18:28 y 20:22; sin embargo, es también recomendable considerar los manantiales termales (Hierápolis) que proveían de agua a la ciudad de Laodicea; el agua venía tibia y, por los minerales que contenía, provocaban vómito en quienes la bebían.

Si bien es cierto es recomendable recurrir al contexto histórico, lo principal que debe hacer el intérprete es acudir al AT para que provea la fuente y los significados de los símbolos del Apocalipsis. Efe M. Ehioghae y Caleb O. Alu tienen razón, al declarar lo siguiente: «Una comprensión significativa de los mensajes del Apocalipsis, debe comenzar prestando especial atención al Antiguo Testamento como la fuente principal de la que Juan extrajo los símbolos e imágenes de su libro […] Luego, se debe hacer un estudio del contexto [literario] en el que el autor inspirado usó ese símbolo para determinar su significado».[10]

Para encontrar la fuente y el significado de «x» símbolo, usar una Concordancia bíblica es relevante. Luego, para ampliar el panorama es importante saber cómo se usaba ciertas imágenes en el primer siglo. Aquí, leer sobre el contexto histórico de la época de Juan, será de gran ayuda. Por supuesto, la Biblia es la que, al final, determinará el significado del símbolo apocalíptico bajo análisis.

4. Considerar el modelo «oír» – «ver».

En el libro de Apocalipsis más de una vez se sigue este modelo, el cual consiste en ver una realidad en dos perspectivas distintas. Primero cuando el profeta oye, y luego cuando el profeta ve aquello que oyó. A veces, lo que Juan ve y oye son símbolos que representan a la misma realidad; y en otros casos, él oye algo simbólico y, de inmediato, ve su significado.

En todos los casos, lo que Juan oye y ve son lo mismo. Por ejemplo, en Apocalipsis 5:5-6, Juan primero oye que el león abrirá el sello; sin embargo, cuando es el momento de ver al león, no ve a un león sino a un cordero. Aquí, son dos símbolos que representan a la misma realidad: el Señor Jesucristo. Otro ejemplo: en Apocalipsis 7:4, el profeta primero oye el número 144.000; pero, cuando es el momento de verlos, no ve lo que oyó (144.000), sino ve una gran multitud (7:9). Una vez más, Juan oye (los 144.000 israelitas) y ve (una gran multitud) la misma realidad. Los 144.000 y la gran multitud vendrían a ser el mismo grupo.

5. Tener en cuenta cuando dos o tres símbolos representan a una misma realidad (o tienen el mismo significado).

Ver dos o tres símbolos representando a una misma realidad es recurrente en Daniel y Apocalipsis. Por ejemplo, en Daniel 2, 7 y 8, la «plata», el «oso» y el «carnero» son tres símbolos diferentes que representan a la misma realidad: Medos y persas. En esos mismos capítulos, el «oro» y el «león» con dos alas representan al imperio neo-babilónico.

En Apocalipsis, por ejemplo, la «bestia» que sube de la tierra (Apo 13:11) y el «falso profeta» (Apo 16:13) son dos imágenes que representan a una sola realidad: Estados Unidos. En Apocalipsis 19, la «novia»/«esposa» (v. 7) y los «convidados» (v. 9) representan lo mismo: la iglesia. Finalmente, a Babilonia apocalíptica se la describe simbólicamente como “mujer” (Apo 17:5) y también como «ciudad» (Apo 18:21).

Teniendo en cuenta estas consideraciones, será más fácil encontrar los significados de los símbolos del Apocalipsis. La clave está en encontrarlos en las mismas Escrituras.

Reconociendo un símbolo apocalíptico

Como hay ciertos elementos literales en el Apocalipsis, es necesario aprender a reconocer si un elemento “x” es simbólico. Para ello, es recomendable tener en cuenta lo siguiente:

1. Cuando aparecen las palabras “semejante” y “como”, Juan está diciendo que el texto o el elemento es simbólico, no es literal.

Por lo general, el autor utiliza ambas palabras («semejante» y «como»), porque intenta representar una realidad a través de una figura conocida por el lector.[11] Por ejemplo, Apocalipsis 1:13-16 describe a alguien «semejante» al Hijo del hombre; su cabeza y cabellos eran blancos «como» la nieve; sus pies eran «semejantes» al bronce bruñido; etc. Aquí, vemos mucho las palabras «semejante» y «como», lo que revela su contenido simbólico; Juan ―teniendo en mente Daniel 7:9, 10, 13― describió simbólicamente a Cristo.

Otro ejemplo es Apocalipsis 4:6-9, que describe a cuatro seres vivientes. El primero era «semejante» a un león; el tercero tenía rostro «como» de hombre; y el cuarto era «semejante» a un águila; de nuevo aparecen las palabras «semejante» y «como». El autor ―basándose a Ezequiel 10:20-22― describió simbólicamente a los cuatro querubines. Otro ejemplo es Apocalipsis 9:7. Allí se registra a langostas «semejantes» a caballos. Estas, por la palabra «semejantes», son de naturaleza simbólica y representan juicio (según Joel 1:4 y 2:25; Jer 51:14, 27; Nah 3:17).

2. Cuando se presente primero la «visión» y luego la «interpretación», la visión es de naturaleza simbólica.

Esto sucede más de una vez en Daniel y Apocalipsis. El Espíritu da la visión y, después, comunica la interpretación por medio de un ángel; y es interesante que, generalmente, el contenido de estas visiones es de carácter simbólico. Esto se evidencia, por ejemplo, en Daniel 7 y 8. En ambos capítulos al profeta se le dio dos visiones llenas de símbolos y, luego, apareció un ángel para darle las respectivas interpretaciones.

¿Fueron literales las visiones? No, ambas fueron simbólicas. Algo semejante sucede en Apocalipsis 17. Desde el versículo 1 hasta el 6, se presenta una visión cuyo contenido es simbólico; y luego, desde el versículo 7, un ángel provee el significado o la interpretación de la misma.

3. Cuando se registre acciones o seres sobre naturales, se entiende que el texto es simbólico.

Por ejemplo: un «cordero» con siete ojos (5:6), una «bestia» con siete cabezas (13:1), langostas semejantes a caballos (9:7), el profeta «comiendo» el librito (10:9); un jinete con una espada saliendo de su boca (17:15), etc. revelan su carácter simbólico. Eso sí, aun con esa descripción, recuérdese que estos representan realidades.

4. Cuando el contexto literario es simbólico, el texto también lo es.

Cuando vemos un elemento y queremos reconocer si es literal o simbólico, es recomendable leer su contexto literario. Por ejemplo, los «cinco meses» de Apocalipsis 9:5 son simbólicos, porque el contexto también lo es. En su contexto se describen «langostas» semejantes a caballos (v. 7), el «sello de Dios» (9:4), «hierba de la tierra… cosa verde» (v. 4), «cabezas de caballos… como cabezas de leones» (v. 17), etc.

Otro ejemplo son los 144.000 de Apocalipsis 7 y 14, cuya cifra es simbólica, porque su contexto también lo es. En su contexto se ve a 12.000 israelitas de diferentes tribus (7:4; las cuales ya no existían en los días de Juan), «sello de Dios» (7:2), ropas emblanquecidas con «sangre» (7:14), «mujeres» y «vírgenes» (14:4), «cordero»(14:4), etc.

5. Cuando aparece el verbo «mostrar»/«ver», la visión es de naturaleza simbólica.

Según Beale, la palabra «mostrar, a lo largo del libro, siempre introduce una comunicación divina por visión simbólica». Por ejemplo, en Apocalipsis 4:1 se usa la palabra «mostrar» para una visión simbólica[12]; lo mismo sucede en el capítulo 17:1. Otro ejemplo es Apocalipsis 21:9-10, donde a Juan se le dice que se le mostrará a una mujer; pero que, al final, se le hace «ver» una ciudad.

Con estas recomendaciones, será más fácil reconocer si «x» elemento o texto en Apocalipsis es simbólico o no. Al reconocerlo, se hará el siguiente paso: buscar la fuente y su significado en el AT. El creyente es llamado a interpretar el Apocalipsis, considerando el sinnúmero de símbolos que registra; se debe tener en cuenta que «el modo principal de comunicación en Apocalipsis, es el simbolismo».[13] Entender literalmente cada uno de sus elementos, traería serios problemas a la hora de determinar la fuente y el significado del símbolo apocalíptico.

Conclusión

Apocalipsis es un libro simbólico, que pertenece al género apocalíptico bíblico; por ello, es necesario buscar la fuente y el significado de cada uno de sus símbolos, pero en la misma Biblia, principalmente en el AT. El lector es llamado a encontrarlos y así comprender lo que escribió Juan.

Es necesario leer las Escrituras ―sobre todo los profetas mayores y menores del AT― para entender mejor el Apocalipsis. Hacerlo, llevará a cada intérprete a un conocimiento más profundo de la Palabra y a una mejor relación con Cristo.

Autor: Óscar Mendoza, pastor de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Foto de Timothy Eberly en Unsplash

Referencias

[1]Esto significa que las profecías apocalípticas bíblicas se han estado cumpliendo a lo largo de la historia y de manera ininterrumpida. Por ello, es muy importante considerar al Historicismo como el mejor método para interpretar las profecías de Daniel y Apocalipsis. En el caso de Apocalipsis, el cumplimiento de sus profecías inició con la primera venida de Cristo, continuó a lo largo de la historia del cristianismo y tendrá su clímax con su segunda venida.
[2]Ranko Stefanovic, La revelación de Jesucristo: Comentario del libro del Apocalipsis, trad. Rolando A. Itin (Berrien Springs, MI: Andrews University Press, 2013), p. 18.
[3]“La hermenéutica de la apocalíptica bíblica”, en Entender las sagradas escrituras: un enfoque adventista, ed. George Reid (Miami, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2006), pp. 311-313.
[4]The Book of Revelation: A Commentary on the Greek Text (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1999), pp. 55-58.
[5]Alan Bandy, “The Hermeneutics of Symbolism: How to Interpret the Symbols of John’s Apocalypse”, Southern Baptist Journal of Theology 14, no 1 (2010): p. 50.
[6]Jon Paulien, “Interpretación del simbolismo del Apocalipsis”, en Simposio sobre Apocalipsis-I, ed. Frank Holbrook, trad. Cantábriga, SC (Doral, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2010), 6:94.
[7]“The Purpose of Symbolism in the Book of Revelation”, Calvin Theological Journal 41 (2006): p. 56.
[8]Paulien, Las siete claves del Apocalipsis, pp. 32-33.
[9]Ver O. Betz, “stigma”, en Theological Dictionary of the New Testament, eds. G. Kittel, et al. (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1978), 7:658-659.
[10]“The Identity of the Woman in Revelation 12:1-6”, Journal of Humanities and Social Science 20, no 9 (2015): p. 71.
[11]Andy Wood, “What is the Identity of Babylon in Revelation 17-18? – Part I”, Conservative Theological Journal 9, no 26 (2005): p. 5.
[12]“The Purpose of Symbolism in the Book of Revelation”, p. 55.
[13]Ibíd., 56.
Revista Adventista de España