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Mi nombre es Robert Ramírez, vengo de la iglesia adventista en Móstoles, Madrid. Quisiera compartir un testimonio donde pude ver la mano de Dios llevándome en su providencia hacia una persona que estaba buscando la verdad.

En julio de 2014, colportando en la ciudad de Valencia en una zona que se me había asignado, me di cuenta que ya la estaba terminando. Por eso le pedí a mi jefe de grupo que me diera un área nueva que ya había visto, donde habían bastantes comercios. El me lo concedió. Sumado a esto, le había pedido al Señor que pusiera en mi camino a personas deseosas de conocer el evangelio.

Después comencé a trabajar en esa zona. Y entre los primeros negocios, conseguí visitar un negocio de frutas muy humilde, de esos que humanamente te ponen a dudar si entrar o no. ¡Pero gracias a Dios entré!

Fue allí donde conocí a José. Le hice la presentación de los libros de salud que promocionábamos pero no mostró interés. Y antes de irme le mostré los devocionales: Camino a Cristo y El Conflicto de los siglos. Lo que más me llamó la atención fue que José respondió emocionado: “Esos libros son de la iglesia adventista, esa es la iglesia verdadera”. ¡Guau! Impresionado le pregunté ¿por qué decía esto? Y él me contó algo muy interesante: “Cerca de 16 años atrás, recibió la visita de un colportor que le había vendido estos libros y le compartió algunos estudios bíblicos”. Incluso llegó a visitar nuestra iglesia un par de veces. Pero lamentablemente por varias razones, dejó de asistir.

Hace un año atrás, después de 14 años de no haber tenido contacto con la iglesia, comenzó a ver un canal de televisión cristiano. Al seguir conversando, me di cuenta que aquí el Señor estaba respondiendo a mi oración y fue cuando le pregunté si le gustaría que estudiáramos la Biblia juntos, y él para la gloria de Dios accedió muy gustosamente.

En esa misma semana comenzamos a reunirnos para estudiar la “fe de Jesús”, lo cual ha sido de gran bendición para los dos. Quisiera destacar que José ya hace varios sábados seguidos que viene asistiendo a la iglesia y está muy contento de ir a la casa de Dios.

Algo que me impactó, mientras hacíamos los estudios bíblicos, fue el comentario que me hizo José en medio de la lección 3, que trataba sobre la oración y la fe. El me dijo: “Yo sé que cuando uno ora con fe a Dios, Él responde. Porque yo le pedí al Señor que me mandara alguien con quien estudiar la Biblia y me llevara a la iglesia el próximo año. Y Dios me contestó antes, con tu visita”. Al escuchar esto, impactado, no pude hacer otra cosa que sonreír y maravillarme por la fidelidad de Dios a su palabra y sus promesas. En esta experiencia pude ver de manera palpable la mano de la providencia de Dios. Estoy convencido de que el Señor nos usa, cuando nos colocamos en sus manos!

Hermanos, hoy hay muchos que, como José, están deseosos de conocer más acerca de Jesús y su plan de Salvación. Muchos de ellos están orando para que Dios le envíe algún mensajero. Mi hermano, no esperes más, ¡tú puedes ser ese mensajero! Si tienes el deseo de ser usado por el Maestro, pídele al Señor que ponga en tu camino almas que quieran conocerle, ya sea en el colegio, en la universidad, en el trabajo, en el parque. Es más, si no tienes ese fuerte deseo, pídele al Señor que ponga en ti tanto el querer como el hacer y Él lo hará.

Te animo a que siempre lleves contigo material misionero, ya sea un folleto o un libro, como El Conflicto de los Siglos, para compartir con las personas que el Señor coloque en tu camino. Termino citando lo que dice la Palabra de Dios en Eclesiastés 11:1 “Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás”. ¡Que el Señor te bendiga!

Recientemente se ha subido este testimonio en youtube en el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=nQcEPKXMDvg

Hay un comentario

  • Fonzi dice:

    ¡Qué bonito testimonio éste de una oración contestada, de un propósito cumplido; pero sobre todo, de un alma ganada para nuestro Dios!

Revista Adventista de España