Skip to main content

Una discusión de algunas cuestiones acerca de los eventos de la creación del Génesis

En 1925 se celebró en la tranquila ciudad de Dayton (Tennessee) el famoso “Juicio del Mono”. El asunto legal era si John T. Scopes había violado una nueva ley en Tennessee prohibiendo la enseñanza de la evolución. Probablemente más importante era el tema de si era verdad la creación o la evolución. El juicio, que atrajo la atención de todo el mundo, tenía en cierto modo la atmósfera de un carnaval con chimpancés. Los principales oponentes en el debate eran William Jennings Bryan, tres veces candidato a la presidencia de los Estados Unidos, defendiendo la creación, y Clarence Darrow, un famoso abogado de Chicago que defendía la evolución.

Uno de los episodios más intensos del juicio ocurrió mientras Darrow estaba preguntando a Bryan acerca del relato bíblico de la creación. ¿Cómo pudo haber una tarde y una mañana en los primeros cuatro días de la semana de la creación antes de la existencia del sol, el cual no fue creado hasta el día 4? Bryan respondió a la objeción sugiriendo que los días de la creación pueden haber sido largos períodos de tiempo. Su argumento no resolvió la peculiaridad de tener tardes y mañanas sin un sol.

El juicio encontró a John T. Scopes culpable, pero la decisión fue cambiada más tarde en base a cuestiones legales técnicas. Ambas partes declararon la victoria, y muchas cuestiones quedaron sin respuesta.i El juicio tuvo un dramático efecto en reducir la cobertura de la evolución en los textos de las escuelas secundarias durante décadas.

Parece, al menos en principio, bastante incongruente que haya una tarde y una mañana antes de la creación de un sol, como la secuencia en el relato del Génesis. Esto levanta una serie de otras cuestiones asociadas con el cuarto día de la creación y, de hecho, con la secuencia de todo el relato de la creación. Algunos han usado este problema para sugerir que el relato bíblico de la creación tiene poco significado. ii La Biblia no lo presenta como tal. Para una mejor comprensión acerca de la siguiente discusión, animamos al lector a leer el relato entero desde Génesis 1:1 a 2:15.

Algunas de las cuestiones que consideraremos son: ¿Que parece haber ocurrido en el día 4? ¿Implicó la creación de todos los objetos celestiales, sólo el sol y la luna, o existen otras posibles interpretaciones? ¿Cuál fue la fuente de luz creada en el día 1? ¿Sugieren los primeros dos versículos del relato del Génesis que la materia de la tierra y los objetos celestiales estaban en su lugar en el momento en que comenzó la semana de la creación? ¿Cuando fueron creadas las estrellas?

MODELOS

Se han propuesto muchos modelos diferentes acerca de la semana de la creación. Para facilitar la discusión, resumiré sólo tres de los principales modelos. Se podría ampliar a otros muchos con diversos detalles.

1. TODO SE CREO DURANTE LA SEMANA DE LA CREACIÓN

La materia de la tierra fue creada en el día 1. La vida se creo en los días 3, 5 y 6. El sol, la luna, y el resto del universo se creo en el día 4. La luz de los tres primeros días fue creada de una manera no revelada por Dios, y después proporcionada por el sol. El universo entero tiene solamente unos pocos miles de años de edad.

2. EL SISTEMA SOLAR SE CREO DURANTE LA SEMANA DE LA CREACION, EL RESTO DEL UNIVERSO ES MUY ANTIGUO.

Las estrellas, galaxias, etc., fueron creadas por Dios hace muchos millones de años. El sistema solar tiene solamente unos pocos miles de años. La materia de la tierra fue creada en el día 1, la vida en los días 3, 5 y 6. El sol, la luna y los planetas fueron creados en el día 4. La luz de los tres primeros días fue creada de una manera especial por Dios y a partir del día 4 fue proporcionada por el sol.

3. LA VIDA EN LA TIERRA FUE CREADA RECIENTEMENTE DURANTE LA SEMANA DE LA CREACIÓN. TODO EL RESTO DEL UNIVERSO, INCLUYENDO EL SISTEMA SOLAR, FUE CREADO HACE MUCHO TIEMPO.

El universo fue creado en el pasado distante. Esta creación incluyó el sistema solar y una tierra oscura y vacía. La tierra estaba preparada para la vida y la vida fue creada sobre ella hace unos pocos miles de años durante la semana de la creación. Durante la semana de la creación la luz procedía del sol, que ya existía. Un aclaramiento parcial de las densas nubes en el día 1 de la semana de la creación iluminó la tierra, pero el sol, la luna y las estrellas, aunque estaban presentes, no eran visibles desde la tierra. La luz era similar a la de un día encapotado. El aclaramiento completo de la cubierta de nubes en el día 4 permitió que el sol, la luna y las estrellas, que ya existían previamente, fueran plenamente visibles desde la superficie de la tierra.iii De esta manera su presencia se registra en ese día.

Discusión

Una lectura detallada del relato de la creación en el Génesis indica claramente que cada día de la creación fue de aproximadamente 24 horas de duración. La sugerencia de Bryan de que los días de la creación fueron extensos períodos de tiempo, la cual es una explicación popular, no es considerada en el texto bíblico mismo. Para cada uno los seis días de la creación, la Biblia declara de manera clara que hubo una tarde y una mañana.

Más discutible es la cuestión acerca de la fuente de la luz en los tres primeros días de la creación, puesto que el sol no se menciona hasta el día 4. Esto no es un desafío tan grande como Darrow le propuso a Bryan durante el “juicio del mono”. El libro del Génesis registra la producción de luz tanto en el día 1 como en el 4 (Gén 1:3, 15) de la semana de la creación. Mientras que no se dan los detalles sobre la fuente de la luz en el día 1, no sería impensable para un Dios que pudo crear un universo de estrellas el proporcionar luz en los días 1 al 3. Si hubiera una fuente localizada y si la tierra ya estuviera rotando, habría una tarde y la mañana en la manera convencional. Se ha sugerido también que Dios mismo pudo haber sido la fuente de la luz, dado que se le describe en otro lugar de la Biblia como deslumbrante luz (Ez 1:27-28; Dan 7:9-10, 1 Tim 1:16), y Él será la fuente de la luz para la Tierra Nueva, en donde no habrá necesidad del sol o de la luna (Ap 21:23 y 22:5).

En esta línea de pensamiento, una de las cuestiones que frecuentemente surgen acerca de la semana de la creación se refiere a la cantidad de tiempo que le lleva a la luz llegar desde estrellas lejanas. En una noche clara, incluso sin un telescopio, uno puede ver la casi imperceptible nebulosa de Andrómeda, cuya luz tarda más de un millón de años en llegar hasta nuestros ojos. Si las estrellas fueron creadas en el día 4 (Gén 1:16) unos pocos miles de años atrás, ¿cómo podemos ver la luz de las estrellas distantes, algunas de las cuales están tan lejos que su luz tarde miles de millones de años (luz) en llegar hasta nosotros? Una manera de resolver este problema es admitiendo que las estrellas fueron creadas mucho antes de la semana de la creación.

Algunos sugieren que Dios pudo haber creado las estrellas recientemente, de manera que completara la radiante luz que ya llegaba a la tierra y el hombre pudiera verla y disfrutar de ella. Además, debido a que Dios creo a un Adán en su madurez y también árboles maduros, ¿por qué no crear también un universo aparentemente maduro con respecto a la radiante luz? Lo último es una posibilidad definida, aunque más urdida. Se puede pensar en las razones para crear a un Adán maduro (los bebés no se valen por si mismos) o árboles maduros (los pimpollos no producen la fruta necesaria), pero que Dios haga parecer que la luz haya estado viajando durante miles de millones de años luz, cuando en realidad no lo había hecho, parece menos esencial y ha sido interpretado por algunos como un desafío a su integridad. El Dios descrito en la Biblia es veraz y nunca dice una mentira (Isa 45:19; Ti 1:2; Heb 6:18). Algunos se sienten mejor con la idea de que al menos las estrellas fueron creadas hace mucho tiempo, permitiendo así que la luz tuviera el tiempo necesario para alcanzar la tierra.

Una interpretación común relacionada con esta cuestión es que la referencia a las estrellas en la descripción del día 4 de la semana de la creación (“Hizo también las estrellas” –Gen 1:16) es una declaración parentética diferente respecto a las otras actividades del día 4, y es solamente una declaración de que las estrellas fueron creadas por la misma deidad. Por otra parte, se ha sugerido algunas veces que debido a que la palabra “Hizo” fue insertada en la traducción y no son parte de los manuscritos Hebreos, las estrellas fueron creadas también en el día 4, juntamente con el sol y las luna. Este última conclusión puede que no haya sido la intención del autor original, puesto que anteriormente (Gen 1:16a y también 1: 14) se habla solamente de Dios haciendo las dos grandes luminarias. Según esto, la declaración “también las estrellas” no parece parentética.

Algunas veces el énfasis está en las palabras originales hebreas usadas en los primeros manuscritos. “Crear” (bara) se usa para describir algunos de los actos creativos de Dios, mientras que “hacer” (asah) se usa para el sol, la luna, las estrellas, etc. la implicación es que las luminarias están en una diferente categoría de los actos de la creación. Sin embargo, puesto que tanto asah como bara se usan más tarde para describir la creación del hombre (por ej. Gen 1:26-27) en el día 6, la distinción no parece muy significativa.

De la misma manera, el lenguaje Hebreo no tiene una forma verbal de pasado perfecto y no puede distinguir entre Dios “hizo” y “había hecho” el sol y la luna (Gen 1:16 primera parte). De este modo, basados en la sintaxis, los escritos originales no pudieron proporcionar una preferencia por los modelos 1 y 2 (sistema solar joven) comparado con el modelo 3 (sistema solar muy antiguo), o viceversa.

Una de la grandes incógnitas por resolver respecto al relato de la creación del Génesis es la interpretación de los dos primeros versículos del Génesis que declaran que Dios creo los cielos y la tierra, y continúa con una descripción de una oscura tierra vacía y con agua. ¿Se aplica esa descripción a una tierra que existió durante un extenso período de tiempo anterior a la semana de la creación, o se refiere a la tierra tal como se formó en el día 1? La mayoría de las traducciones proporcionan una traducción equívoca, debido a que el Hebreo permite más de una interpretación. Algunas traducciones favorecen la primera interpretación comenzando el relato como “Cuando Dios emprendió la creación de los cielos y la tierra –siendo el mundo entonces un yermo sin forma, con oscuridad sobre los océanos y sólo un aterrador viento se movía sobre el agua– dijo Dios, ‘Haya luz.’”iv Estas traducciones definitivamente implican la existencia del planeta tierra antes de la creación descrita en los siguientes versículos. Con referencia a los manuscritos Hebreos, uno parece tener una elección aquí.

La descripción de una tierra oscura y vacía cubierta de agua (Gén 1:2) podría implicar que la tierra existió en este estado un tiempo suficientemente largo como para merecer ser descrita. Esto está reforzado por descripciones similares en otros lugares de la Biblia. Job 38:9 habla de una tierra original con una cubierta de nubes que la envolvía en “pañales”, y muchas traducciones de 2 Ped 3:5 hablan de la creación de una tierra “surgida del agua.” Esto parece implicar algo aquí antes de la semana de la creación. Estos tres pasajes pueden sugerir un tierra original y oscura cubierta con agua, que podría haber estado aquí por un largo tiempo antes. No hay una mención específica de la creación del agua en el relato de la creación del Génesis, pero su creación está implícita en Jn 1:3 y Col 1:16.

El libro de Job puede estar describiendo las estrellas presentes en el momento de la creación de la tierra, cuando declara “Cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios” (Job 38:7). En este versículo las estrellas han sido interpretadas por varios comentadores bíblicos tanto representando ángelesv como estrellas reales.vi La última interpretación requiere un universo existente anteriormente a la semana de la creación.

Se ha argumentado también que puesto que el cuarto mandamiento (Ex 20:11) declara que Dios creo los “cielos y la tierra” en seis días, todo debe haberse creado entonces. Este argumento es equívoco, puesto que el término usado para cielo en el original Hebreo (shamayim) se usa de diferentes formas y no es totalmente inclusivo. Se aplica al firmamento (Gén 1:8), a la fuente de la lluvia (Gén 8:2; Deut 11:11), al lugar para las estrellas (Gén 1:17; Deut 10:22) y para los pájaros (Gén 1:20; Sal 104:12).

Algunos datos científicos, además de la cuestión anteriormente mencionada sobre la luz de las estrellas, pueden ser presentados como evidencia de una edad muy antigua para la materia tanto de la tierra como del universo.vii Aunque no todos estos datos son consistentes,viii son parte de la información que procede de la naturaleza y que ayuda a resolver cuestiones y detalles que la Biblia no trata directamente. Estos datos no deberían ser ignorados.

CONCLUSIONES

Obviamente el breve relato del Génesis acerca de los comienzos deja muchas cuestiones sin respuesta, y son posibles diversas interpretaciones. No hay mucha cabida al dogmatismo aquí.

La declaración de la creación de la luz por Dios en el día 1 de la semana de la creación responde a la objeción de la ocurrencia de la luz antes de la aparición del sol en el día 4. Podría responder también a la objeción de que no habría tarde ni mañana si la luz fuera procedente de una fuente externa para una tierra en rotación. Por otra parte, si el sol estaba ya presente antes de la semana de la creación, la cuestión de la luz puede resolverse de acuerdo con el escenario propuesto por el Modelo 3. Las cuestiones más relevantes acerca de la semana de la creación surgen de una ausencia de información detallada y no de la contradicción.

El Modelo 1 propone que todo fue creado durante la semana de la creación. Encaja bien con parte del relato de la creación (Gén 1:3-2:3). Tiene que responder sugerencias (pero no afirmaciones) en la Biblia acerca de la existencia de una tierra y de las estrellas antes de la semana de la creación (Gén 1:1-2; Job 38:7, 9; 2Ped 3:5). Tiene que responder también a la objeción resultante de que la luz llega a la tierra desde millones de años luz de distancia, así como otras evidencias de un universo viejo.

El Modelo 2 propone un universo viejo y un sistema solar reciente. Esto responde a la objeción del tiempo que tarda la luz en llegar desde estrellas muy distantes. Además, encaja bien con el relato específico de la semana de la creación (Gén 1:3-2:3), pero no encaja con las inferencias bíblicas de una tierra existente anterior a la semana de la creación. Tampoco encaja con las interpretaciones que sugieren una edad antigua para la materia de la tierra. Se podría sugerir una tierra antigua vacía en existencia por un largo tiempo antes de la semana de la creación sin un sistema solar asociado en el que girar, pero esto parece raro. Otra alternativa es que el sol fuera creado en el día 1, para proporcionar luz, pero que no llegó a ser claramente visible hasta el día 4, tal como lo sugiere el Modelo 3.

El Modelo 3 propone que una tierra vacía y todo el resto del sistema solar existían antes de la semana de la creación. Esto resuelve efectivamente la cuestión de la luz y de la existencia de la tarde y la mañana antes de que el sol apareciera en el día 4. La luz preexistente y las luminarias se hicieron visibles en los días 1 y 4 respectivamente por el aclaramiento de una densa cubierta de nubes. Sin embargo, este proceso en dos etapas (día 1 y día 4) de aclaramiento de la cubierta de nubes de la tierra parece urdido. En este modelo, el sol y la luna no son creados en el día 4 como parece implicado en el relato bíblico, sino que aparecen en el día 4. Encaja bien con muchos de los datos que sugieren un universo antiguo, incluyendo la materia de la tierra, y también con las inferencias bíblicas de una tierra existente antes de la semana de la creación. Cuando se tiene en cuenta tanto el relato bíblico como los datos científicos, el Modelo 3 responde muchas cuestiones, pero nuestro información acerca del pasado es tan limitada que no hay garantía de ninguna conclusión definitiva.

Es importante notar que ninguno de los tres modelos propuesto arriba desafía el concepto de una semana de la creación en seis días y de que Dios descansó en séptimo día, Sábado. Esos importantes aspectos del relato de la creación del Génesis (Gén 1:1-2:15) y el cuarto mandamiento (Ex 20:11) permanecen intactos independientemente del modelo considerado. Como es el caso para muchas áreas del conocimiento, no tenemos todos los detalles que nos gustaría, pero la Biblia nos da la visión general.

Revista Adventista de España