Lección 10 para el 7 de diciembre de 2024: EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA.
Juan es el único evangelista que no menciona la impartición del pan y del vino durante la última cena. En realidad, Juan enfoca esta última noche como una despedida. Jesús se iba… ¿A dónde?
Ante la confusión de sus discípulos, Jesús aclaró: «Yo soy el Camino, y la Verdad».
¿El camino hacia qué lugar? ¿Y qué tiene que ver eso con la verdad? En un mundo donde se nos enseña que toda verdad es relativa, ¿podemos asegurar que Jesús es la verdad absoluta?
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El camino:
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La despedida (Juan 13:1-20).
- Durante tres años y medio los discípulos habían estado discutiendo sobre quién sería el mayor (Marcos. 9:34; Lucas 9:46; 22:24). Jesús les había intentado enseñar el verdadero liderazgo. En su última noche con ellos, lo hizo usando un ejemplo que jamás olvidarían.
- Tomando la función de un siervo, el Señor lavó los pies a sus discípulos (Juan. 13:4-5). Pedro se negó a ser así servido, pero pronto claudicó (Juan 13:6-9).
- Dado que todos somos iguales ante Dios, el poder y la autoridad deben usarse para servir a los demás con verdadera humildad (Juan 13:12-16). Esa humildad debe ser un sello distintivo de los seguidores de Jesús.
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La seguridad de su regreso (Juan 13:31-14:4).
- El anuncio de la partida de Jesús dejó turbados a los apóstoles (Juan. 13:33, 36). ¿A dónde iba Jesús? «A preparar lugar para vosotros» (Juan 14:2).
- Inmediatamente, les aseguró que no era una separación definitiva. CON TODA SEGURIDAD, Él regresaría a buscarlos para llevarlos al lugar que iba a preparar (Juan 14:1-3).
- La separación iba a ser dura. Jesús iba a morir. Una vez resucitado, permanecería tan solo unos días con ellos. Luego… desaparecería. Al llegar ese momento, los apóstoles sabrían que la despedida no era definitiva. Jesús tenía una labor que hacer y, después, regresaría (Hechos 1:10-11).
- Jesús nunca miente. Él prometió volver y lo cumplirá. Pronto podremos unirnos con los apóstoles para recibir a Jesús, y acompañarle hasta las habitaciones que estarán preparadas para nosotros en el Cielo.
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«Yo soy el camino» (Juan 14:5-11).
- Cuando Jesús anunció que se iba, Pedro preguntó: «¿a dónde vas?» (Juan 13:36). Poco después, Jesús les dijo: «Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino» (Juan 14:4). A esto, Tomás replicó que aún no sabían dónde iba, así que tampoco podían saber cuál era el camino para llegar (Juan 14:5).
- Jesús iba a Dios, el Padre (Juan 13:3). Jesús mismo es el camino para que nosotros lleguemos al Padre (Juan. 14:6-7).
- Si andamos por el CAMINO, imitando a Jesús…
- Aprenderemos cada vez más de la VERDAD…
- Y cuando Jesús nos dé la VIDA eterna…
- Podremos ver cara a cara al Padre
- Jesús es la representación más profunda de Dios. La forma en la que actuó Jesús, y el amor que mostró al morir por nosotros, son un reflejo exacto del carácter y el amor del Padre.
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La verdad:
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«Yo soy la verdad».
- Juan relaciona la verdad con las tres Personas de la Deidad:
- La verdad procede del Padre (Juan 8:40)
- Jesús es la verdad (Juan. 14:6)
- El Consolador es el Espíritu de verdad (Juan 15:26)
- La verdad no es algo que tenga que ver con el ser humano, es un concepto que emana de Dios.
- Creer «mi verdad» no me cambiará. Creer «la Verdad» renovará mi alma para vida eterna. Porque la verdad absoluta no es un concepto o una teoría, es una Persona: Jesucristo.
- Jesús disipa las tinieblas de la falsedad y la confusión y hace posible que veamos todo desde la perspectiva correcta. Solamente por medio de Jesús somos capaces de interpretar correctamente el mundo que nos rodea.
- Juan relaciona la verdad con las tres Personas de la Deidad:
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Dónde encontrar la verdad.
- Jesús es la verdad, pero Él se fue. ¿Dónde, pues, podemos encontrar la verdad? En las Escrituras (es decir, la Biblia), porque Jesús mismo dijo que «ellas son las que dan testimonio de mí» (Juan 5:39).
- Camino de Emaús, Jesús repasó el Antiguo Testamento para que dos de sus discípulos comprendiesen Su misión (Lucas 24:25-27).
- Pedro basó su discurso de Pentecostés en textos bíblicos para presentar a Jesús (Hechos 2:16-17, 25, 34). También lo hicieron así Pablo y los demás autores del Nuevo Testamento. Así, gracias al Nuevo Testamento podemos comprender mejor el Antiguo.
- De este modo, la Biblia es la luz que nos permite ver el Camino que nos lleva a la Verdad (Sal. 119:105). Gracias a ella, nuestro universo tiene sentido; comprendemos la existencia de Dios; conocemos nuestro origen; y son la clave para comprender el futuro glorioso que nos espera.
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Para meditar:
«Cuando Jesús se ciñó con una toalla para lavar el polvo de sus pies, deseó por este mismo acto lavar el enajenamiento, los celos y el orgullo de sus corazones. Esto era mucho más importante que lavar sus polvorientos pies. Con el espíritu que entonces manifestaban, ninguno de ellos estaba preparado para tener comunión con Cristo. Hasta que fuesen puestos en un estado de humildad y amor, no estaban preparados para participar en la cena pascual, o del servicio recordativo que Cristo estaba por instituir. Sus corazones debían ser limpiados. El orgullo y el egoísmo crean disensión y odio, pero Jesús se los quitó al lavarles los pies. Se realizó un cambio en sus sentimientos». (Elena G. White, El Deseado de todas las gentes, página 602).
«No hay muchos caminos que llevan al cielo. No puede cada uno escoger el suyo. Cristo dice: “Yo soy el camino… Nadie viene al Padre, sino por mí”. Desde que fue predicado el primer sermón evangélico, cuando en el Edén se declaró que la simiente de la mujer aplastaría la cabeza de la serpiente, Cristo ha sido enaltecido como el camino, la verdad y la vida. Él era el camino cuando Adán vivía, cuando Abel ofreció a Dios la sangre del cordero muerto, que representaba la sangre del Redentor. Cristo fue el camino por el cual los patriarcas y los profetas fueron salvos. Él es el único camino por el cual podemos tener acceso a Dios». (Elena G. White, El Deseado de todas las gentes, página 618).
Autor: Sergio Fustero, de la Iglesia Adventista del 7º Día en Zaragoza. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática