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Lección 12 para el 20 de diciembre de 2025: ¡DIOS ES FIEL!

Josué era ya anciano y aún quedaban territorios por conquistar. Reunió a los nuevos líderes para animarlos a continuar la conquista.

La capacidad para alcanzar la victoria no estaba en ellos, sino en Dios. Así que les recordó la fidelidad que Dios ya había demostrado y les aseguró que seguiría siendo fiel.

Pero también les presentó los peligros. En realidad, había un único peligro, el mismo que nosotros debemos enfrentar hoy: dejar de ser fieles a Dios; devolver la fidelidad de Dios con infidelidad por nuestra parte.

  • La fidelidad de Dios (Josué 21:43-45)

    • Dios había entregado a Israel ‘toda la tierra’ (Josué 21:43) y había entregado en sus manos a ‘todos sus enemigos’ (Josué 21:44), así que ‘todo se cumplió’ (Josué 21:45).
    • El uso repetido de la palabra «todo» realza la fidelidad de Dios en el cumplimiento de sus promesas. Sus enemigos habían sido vencidos por Dios. Podían habitar la tierra porque Dios la había poseído. Podían estar seguros de que podrían terminar de expulsar a los cananeos que aún habitaban en la tierra, porque Dios había cumplido sus promesas hasta ahora, y seguiría cumpliéndolas en el futuro.
    • Todo esto repercute en nosotros para bien. Dios sigue siendo fiel (Deuteronomio 7:9; Salmos 117:2; Lamentaciones 3:22-23). Él ha prometido que nos salvará, y nos dará la Tierra por heredad, y lo cumplirá (Filipenses 1:6; 1ª Pedro 1:5; Salmos 37:29).
  • Lo que Dios ha hecho y lo que hará (Josué 23:1-5)

    • En su discurso ante los ancianos, Josué comienza diciéndoles lo que Dios ya había hecho y lo que aún iba a hacer:
      • Ha peleado contra las naciones (Josué 23:3)
      • Ha repartido la tierra entre las tribus (Josué 23:4)
      • Arrojará a las naciones que aún quedan (Josué 23:5)
    • Todo esto (lo ya hecho y lo aún por hacer) estaba sujeto a una única condición por parte de Israel: la obediencia (Josué 23:6).
    • La historia de Israel es una lección para nosotros hoy. Dios ya ha vencido sobre el pecado y nos ha dado la seguridad de la salvación gracias al sacrificio de Jesús (Colosenses 2:15).
    • A nosotros nos toca continuar la batalla, y confiar en el Espíritu Santo a fin de vivir una vida triunfante (2ª Corintios 10:3-5; Efesios 6:11-18).
  • El premio a la fidelidad (Josué 23:6-10)

    • El premio a la fidelidad de Israel sería la victoria completa y absoluta sobre todos sus enemigos (Josué 23:6, 10).
    • En el contexto de la conquista de Canaán, la fidelidad a Dios debía manifestarse de tres formas muy concretas:
      • No casarse con los habitantes del país (Josué 23:7a)
      • No mencionar el nombre de sus dioses (Josué 23:7b)
      • No adorar a sus dioses (Josué 23:7c)
    • Debian mantener la pureza espiritual. Si se casaban con los habitantes, comenzarían a hablar de sus dioses, y acabarían adorándolos. Así comenzó la apostasía de Salomón (1ª de Reyes 11:4).
    • Por ello, se nos aconseja a los cristianos seguir las mismas recomendaciones, y no casarnos con personas incrédulas (2ª de Corintios 6:14-16).
  • Lo que nosotros hemos de hacer (Josué 23:11-14)

    • Podemos decir sin lugar a duda que el punto principal del discurso de Josué se encuentra en el versículo 11: amar a Dios.
    • Israel debía demostrar su amor no amando a otros dioses, lo cual redundaría en un grave perjuicio para ellos (Josué 23:12-13). Además, Josué propone un incentivo para alimentar ese amor: la fidelidad de Dios (Josué 23:14).
    • Hoy tenemos un incentivo aún mayor: el ejemplo de Jesús (Juan 13:34). Dios desea entrar en una relación íntima y personal con cada persona que corresponda a su amor.
    • En consecuencia, su amor para con todos constituye el marco para la manifestación de nuestro amor voluntario y mutuo.
  • El castigo a la infidelidad (Josué 23:15-16)

    • Josué termina su discurso con duras palabras de advertencia sobre las consecuencias de la desobediencia: sufrir la ira de Dios (Josué 23:15-16).
    • Tan cierto como que las promesas del Señor se habían cumplido fielmente en cuanto a la bendición de Israel, las maldiciones del pacto también se harían realidad si los israelitas lo quebrantaban.
    • El mismo amor que llevó a Dios a entregar a su Hijo por nosotros es el que se manifiesta en ira contra aquellos que se obstinan en aferrarse al pecado (Juan 3:16; Romanos 2:5).
    • Israel fracasó y sufrió su castigo. Nosotros hoy tenemos la oportunidad de escribir una historia distinta: seguir siendo fieles, y permanecer en Su amor (Juan 15:9).

Para meditar:

«Toda la felicidad, la paz, el gozo y el éxito de ustedes en esta vida dependen de la genuina y confiada fe en Dios. Esta fe inspirará verdadera obediencia a los mandamientos de Dios. Su conocimiento y fe en Dios son el más poderoso freno contra toda mala acción, y el motivo de todo bien.

»Crean en Jesús como el que perdona sus pecados, que quiere que sean felices en las mansiones que ha ido a preparar para ustedes. Él quiere que vivan en su presencia; que tengan vida eterna y una corona de gloria». (Elena G. White, Mensajes para los jóvenes, página 291).

Autor: Sergio Fustero, de la Iglesia Adventista del 7º Día en Zaragoza. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática.

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