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El amor no suele ser noticia… pero hoy, 21 de enero de 2021, es el Día Mundial del Abrazo y celebramos el afecto entre las personas. Pero… ¿qué pasa si no podemos abrazarnos? La pandemia nos ha robado el contacto físico, pero no podrá quitarnos el cariño.

La efeméride

Hoy es el Día Internacional del Abrazo, una fecha creada por Kevin Zaborney. Zaborney era un estadounidense preocupado por las pocas muestras de afecto que realiza la gente en público, incluso con los miembros de su familia. Tal era su preocupación, por la falta de cariño que veía, que decidió crear una festividad que nos brindará una excusa para hacer algo que, en realidad a todos nos gusta: dar y recibir abrazos.

El Día del Abrazo se celebró por primera vez el 21 de enero de 1986 en el pueblo de Clio, en Michigan, y se popularizó en los Estados Unidos gracias al Calendario de eventos Chase, una publicación que presentaba todas las festividades locales del año y cuyo dueño era el abuelo de una de las mejores amigas de Zaborney.

Principales beneficios de los abrazos

Los abrazos nos dan calor, confianza, seguridad. Abrazar es una forma de mostrar afecto. Nos abrazamos cuando estamos tristes, también cuando estamos contentos; nos abrazamos cuando nos encontramos y al despedirnos. Abrazamos a quienes amamos y al abrazarlos los colocamos cerca de nuestro corazón.

Y es que los abrazos nos aportan seguridad desde que somos bebés, y nos hacen sentir bien porque al abrazar nuestro cerebro segrega dopamina y serotonina, dos hormonas que reducen el estrés. Además es una excelente terapia contra la inseguridad, la tristeza o la timidez. Abrazar se traduce físicamente en una disminución de la presión arterial. Podemos decir que abrazar es bueno para nuestra salud física, mental, social y espiritual.

Dicen queos los abrazos que realmente ‘curan’ deben durar al menos 20 segundos y tienen efectos beneficios en el insomio, ansiedad y depresión.

El  ser humano fue diseñado para amar. El Señor nos hizo seres sociales con necesidades afectivas. Necesitamos sentirnos queridos.

Abrazar es una manera de mostrar amor, pero hay miles de formas de hacerlo. Una sonrisa puede cambiar el día de alguien que está triste. Un gesto amable puede ayudar a quien se ha levantado con mal pie, o a tenido una noticia desagradable. Tender la mano a quien lo necesita, es una excelente forma de mostrar amor. Abrazar con el corazón es una manera preciosa de ir dando abrazos a la gente ¡y no sabes lo necesitadas que están las personas de cariño! ¡El amor tiene un poder increible! ¡Transforma todo lo que toca! ¿Te atreves a probar?

¿Te has preguntado qué tenía Jesús de especial? ¿Por qué los niños se le acercaban? ¿qué hacía que moviera masas y que todos quisieran estar cerca de Él? ¿Era solamente su discurso, o eran sus milagros? ¿Sería su carísma de líder? Era más que eso. Jesús irradiaba cariño por las personas, y eso mismo espera de nosotros. Podemos fingir amor hacia los adultos, pero a los niños no se les puede engañar. Además, si Dios es amor (1 Juan 4:7-9), Jesús también ¿no? Podemos hacer la diferencia en el día, e incluso en la vida, de alguien si aprendemos a amar como Jesús amaba. 

Los cristianos y los abrazos

Como cristianos, amar a los demás es un mandato divino. Jesús, nuestro maestro y único ejemplo, dejó muy claro lo que esperaba de sus seguidores:
Os doy un mandamiento nuevo: Amaos unos a otros; como yo os he amado, así también amaos los unos a los otros. Vuestro amor mutuo será el distintivo por el que todo el mundo os reconocerá como mis discípulos. (Juan 13:34-35).

¿Y cómo podemos amar como Jesús? Viviendo conectados a Él. Dicen que cuando pasas mucho tiempo con alguien acabas por adquirir agunos rasgos de su carácter. ¡Ojalá se nos pegara todo del carácter de Cristo! ¿no crees? Conocerle más, a través de la Biblia, de libros inspirados como el Deseado de Todas las Gentes (libro aquí: El Deseado de todas las gentes.pdf y podcast aquí. de la autora Elena G. White.

Vivir en oración, y tratar de imitar la manera de ser y de actuar de Jesús, nos transformará poco a poco a su semejanza. Es labor del Espíritu Santo ayudarnos en ese proceso… y no sabes la bendición que supone, no solamente para los demás… ¡para tí! Tu corazón se llena de paz, de un gozo inexplicable. Seguramente es parte de los ríos de agua viva que Jesús le prometía a la Samaritana (Juan 4:3-15), ¡nada como la experiencia de una vida que se desborda de amor por los demás!

Hay un libro, titulado “Ama a Dios y haz lo que quieras” (Ama a Dios y haz lo que quieras.pdf). Te lo recomiendo. Si aprendemos a amar de verdad, como Jesús ama, de Su mano… nuestra vida se transformará, y también tocaremos la de los demás. Obedeceremos los mandamientos por amor, haremos las cosas bien por amor… ¡conoceremos el poder del amor! Y es que… si hay algo que define al Creador, es justamente eso, el amor (1 Juan 4:7-9) , que es mucho más que un sentimiento, es una decisión. Todo lo que hizo, lo hizo por amor. 

Abrazar en tiempos de pandemia

Lamentablemente hoy no podemos abrazar tanto como nos gustaría, o como necesitamos. Podemos abrazar a nuestros esposos e hijos, pero tal vez echamos de menos el abrazo de nuestra madre (persona de riesgo), de nuestro hermano que vive lejos y no podemos viajar a verle, o de un amigo muy querido con quien no podemos juntarnos por precaución. Los abrazos hoy pueden ponernos en peligro, o peor aún.. poner en peligro a queines queremos. Si realmente les amamos, les cuidaremos. Proteger y cuidar, tomar las precauciones necesarias en tiempo de pandemia es, sin duda, una manera de mostrar amor. Lo contrario no es amor, es egoísmo.

¿Cómo abrazar sin abrazos? Tocando con cariño el alma del otro. Teniendo más paciencia, respetando más, criticando menos, sonriendo más, quejándonos menos. Podemos llamar por teléfono, enviar WhatsApps, grabar vídeos, enviar fotos, vernos en algún chat por Internet… Podemos hacer la compra a quienes corren más riesgo, o pasearles el perro. Hay mil cosas que podemos hacer para mostrar amor a los demás. Y tú ¿cómo les vas a abrazar hoy?

P.D. Las palabras también abrazan así que, desde la Revista Adventista, nos sumanos al hashtag #DíaInternacionaldelAbrazo.

Un abrazo virtual enoooooorme para ti.

Autora: Esther Azón, teóloga y comunicadora. Coeditora y redactora de Revista.adventista.es y QueCurso.es, gestora de las redes sociales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España y asistente de dirección y producción en HopeMedia España.
Imagen: Photo by Tani Eisenstein on Unsplash

 

Lic. Teología & Comunicadora Editora Revista Adventista Productora radio y TV/ Redactora Web en HopeMedia Edit/coordin. Quecurso.com

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