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Lección 10 para el 2 de septiembre de 2023: CÓNYUGES: JUNTOS EN LA CRUZ.

Deliberadamente, Pablo entrelaza en Efesios 5:21-33 consejos para el matrimonio con símiles de la relación “conyugal” de Cristo y su Iglesia.

Los consejos que Pablo da a la Iglesia podrían resumirse de la siguiente manera: “Someteos unos a otros … para que seáis una sola carne con Cristo”.

Su consejo para un matrimonio de éxito: “el marido ame a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido”.

  • Consejos para las esposas (Efesios 5:21-24)

    • Pablo introduce un consejo general para conseguir la unidad: el sometimiento mutuo (5:21). Seguidamente, aplica este consejo a un caso concreto: el matrimonio.
    • La mujer se somete a su marido, no como a un jefe, sino como a Cristo, su Salvador y Protector.
    • La esposa ha de actuar con humildad y respeto hacia su esposo, y no con arrogancia y superioridad. Debe asumir una actitud de fidelidad amorosa y solidaria, sujeta a él, como a Cristo” (5:24).
  • Cristo y su iglesia: marido y mujer (Efesios 5:25-27)

    • En la analogía de Pablo, Cristo es el esposo (novio) y la iglesia su esposa (novia). ¿Qué hace Cristo por su esposa?
      • Ama a la iglesia como esposa: ¡Jesús nos ama!
      • Se da a sí mismo como el precio de la novia: El novio debía entregar al padre de la novia bienes o dinero para poder tomarla por esposa, mostrando cuánto la valoraba (Gn. 29:18; 34:11)
      • Baña a la novia: Cristo hace el papel de las damas de honor preparando Él mismo a la novia
      • Pronuncia la palabra de la promesa: A través de la promesa, Cristo se compromete a cuidar y amar a la Iglesia
      • Prepara y adorna a la novia: Adornada por Cristo, la iglesia aparece “santa y sin mancha”
      • Presenta a la novia: Asumiendo el papel del padre, Jesús presenta a la Iglesia a sí mismo y se casa con ella
    • Pablo presenta las bodas de Jesús y su Iglesia en su desarrollo cronológico:
      • Compromiso (v. 25): Jesús pagó el precio de la novia al morir en la cruz. De esta forma, se comprometió oficialmente con la Iglesia.
      • Preparación para la ceremonia nupcial (v. 26): Actualmente, prepara a la Iglesia santificando y purificando a cada miembro, limpiando cada mancha de pecado y alisando cada arruga del carácter.
      • La ceremonia nupcial en sí (v. 27): Finalmente, Jesús vendrá a tomar a su esposa, “una iglesia gloriosa”, para vivir eternamente felices.
    • ¿Estoy preparándome para la boda? ¿Dejo que Jesús me prepare cada día para esa hermosa ceremonia? ¿Anhelo el momento cuando pueda verme cara a cara con mi Esposo?
  • Consejos para los maridos (Efesios 5:28-30)

    • Mucho daño y tristeza se ha producido por un mal uso de las palabras dirigidas a Eva: “Desearás a tu marido, y él te dominará” (Gn. 3:16 NVI).
    • Consciente de ello, Pablo quiere que los maridos comprendan cómo deben actuar con su esposa. En primer lugar, amarla “como Cristo amó a la iglesia”, dispuestos a dar su vida por ella (5:25, 29).
    • Si alguna vez son tentados a tratarla con dureza, deben recordar que ella es parte de sí mismo y que, al maltratarla, muestra que no la ama ni a ella ni a sí mismo (5:28). El que ejerce un dominio incorrecto y hace daño a su esposa maltrata a su propio cuerpo, a su propia carne, y a sus propios huesos (5:30).
  • Cristo y su iglesia: una sola carne (Efesios 5:31-33)

    • Pablo concluye sus consejos a los cónyuges con una mención a Génesis 2:24 (5:31). ¿Qué quiere decir la expresión “una sola carne”?
    • La unidad sexual del matrimonio es un reflejo de su unidad emocional y espiritual. Ya no son dos. Ya no actúan de forma separada. Han abandonado su pasado para hacer un futuro juntos, unidos. Son UNO.
    • Esto es un misterio, un don divino, que Pablo aplica espiritualmente a Cristo y su Iglesia (5:32). La Iglesia no puede existir separadamente de Cristo, sino que depende de su unión con Jesús.
    • Siendo uno, “el esposo ame a su esposa (y viceversa); la esposa respete a su esposo (y viceversa); como Cristo nos ama y respeta a cada uno (y viceversa)” (Ef. 5:33 parafraseado).

Para meditar:

«El matrimonio es una unión para toda la vida y un símbolo de la unión entre Cristo y su iglesia. El espíritu que Cristo manifiesta hacia su iglesia es el espíritu que los esposos han de manifestar el uno para con el otro. Si aman a Dios en forma suprema, se amarán el uno al otro en el Señor; siempre se tratarán con cortesía y obrarán en cooperación. En su abnegación mutua y sacrificio de sí mismos, serán una bendición el uno para el otro». (Elena G. White, El hogar cristiano, pg. 82).

Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática

Revista Adventista de España
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