Lección 11 para el 14 de septiembre de 2024. APRESADO Y JUZGADO
En Marcos 14 se desencadenan los eventos finales de la vida de Jesús.
Leemos de la traición de Judas; del anuncio de Jesús acerca de lo que iba a ocurrir a continuación; de su angustia ante la muerte; del abandono de sus amigos; de la farsa de juicio al que fue sometido; y, finalmente, de la negación y el arrepentimiento de Pedro.
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Las acciones de Judas:
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La traición. Marcos 14:1-11.
- Marcos presenta la traición de Jesús como un nuevo relato «sándwich»:
- Marcos 14:1-2. Buscan cómo prender a Jesús
- Marcos 14:3-9. El perfume derramado
- Marcos 14:10-11. Judas traiciona a Jesús
- Dos días antes de la Pascua, los sacerdotes y escribas deciden actuar ya para matar a Jesús. Antes de presentar a Judas como el traidor, Marcos nos presenta el detonante que le llevó a realizar esta acción: su avaricia (la historia del perfume derramado, que ocurrió varios días antes, según Juan 12:1-3).
- En Marcos, el contraste entre María y Judas es asombroso:
- Marcos presenta la traición de Jesús como un nuevo relato «sándwich»:
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«Satanás había engañado a Judas y le había inducido a considerarse como uno de los verdaderos discípulos de Cristo; pero su corazón había sido siempre carnal. Había visto las potentes obras de Jesús, había estado con él durante todo su ministerio, y se había rendido a la suprema evidencia de que era el Mesías; pero Judas era mezquino y codicioso. Amaba el dinero. Se lamentó con ira de lo mucho que había costado el ungüento que María derramó sobre Jesús. […] Aquel acto de generosidad de parte de María fue un acerbo reproche contra la disposición avarienta de Judas. Estaba preparado el camino para que la tentación de Satanás hallara fácil acceso al corazón de Judas». (Elena G. White, Primeros Escritos, página 165).
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Las acciones de Jesús:
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El nuevo pacto. Marcos 14:22-31.
- Aquel año, el día de la Pascua comenzó al atardecer del jueves, y concluyó al atardecer del viernes, cuando los judíos comían el cordero pascual sacrificado durante el día.
- Ya entrada la noche del jueves, Jesús se reunió con los doce en el aposento alto. En ese momento instituyó un nuevo pacto: el cuerpo y la sangre del cordero de Dios, representado en el pan y el vino (Marcos 14:22-25).
- El nuevo pacto, al igual que el antiguo, debía ser ratificado con sangre (Éxodo 24:8; Hebreos 9:22; Marcos 14:24).
- Tras cantar el himno y salir del aposento, Jesús realizó tres asombrosas profecías:
- Anunció la huida de sus discípulos (Marcos 14:26-27; Zacarías 13:7)
- Anunció su resurrección (Marcos 14:28)
- Anunció la triple negación de Pedro (Marcos 14:29-31)
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La copa del sufrimiento. Marcos 14:32-42.
- Llegando a Getsemaní, Jesús dejó a ocho apóstoles en la entrada, mientras se adentraba en el huerto junto a los otros tres apóstoles (Marcos 14:32-33).
- Pidió encarecidamente a estos tres que velasen con él, para animarle en estos momentos angustiosos (Marcos 14:34). Si hubieran obedecido esta orden, habrían estado preparados para mantenerse fieles y no ceder a la tentación, como lo hizo Pedro (Marcos. 14:37-38).
- Por su parte, Jesús pidió en su angustia a su Padre que lo librase del sufrimiento que tenía por delante (Marcos 14:35-36).
- La respuesta de Dios fue: «NO». Por amor a su Hijo, podía haberle librado. Pero, por amor a nosotros, permitió que Jesús sufriese, y muriese, para darnos salvación (Juan 3:16).
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Para meditar: ANEXO sobre María Magdalena
EL FRASCO DE PERFUME
Cuadro comparativo
Mateo 26:6-13 | Marcos 14:3-9 | Lucas 7:36-50 | Juan 12:1-8 | |
Lugar | Betania, casa de Simón el leproso | Betania, casa de Simón el leproso | En casa de Simón el fariseo | Betania, donde le hicieron una cena |
Quién | Una mujer | Una mujer | Una mujer de la ciudad, que era pecadora | María, hermana de Lázaro |
Ofrenda | Vaso de alabastro | Vaso de alabastro | Frasco de alabastro | Una libra (en un frasco, se supone) |
Contenido | Perfume de gran precio | Perfume de nardo puro de gran precio | Perfume | Perfume de nardo puro de mucho precio |
Acción | Quebrar el vaso | |||
Derramado | Sobre la cabeza | Sobre la cabeza | Sobre sus pies | Sobre sus pies |
Crítica | Los discípulos se enojaron | Algunos se enojaron | El fariseo (pensando para sí) | Judas iscariote |
Precio | Gran precio | Más de 300 denarios | 300 denarios | |
Respuesta de Jesús | ¿Por qué molestáis a esta mujer? | ¿Por qué la molestáis? | Relata una parábola | Déjala |
Ha hecho conmigo una buena obra | Buena obra me ha hecho | |||
Siempre tendréis pobres con vosotros | Siempre tendréis pobres con vosotros | Siempre tendréis a los pobres con vosotros | ||
Me ha preparado para mi sepultura | Ha ungido mi cuerpo para mi sepultura | Para el día de mi sepultura ha preparado esto | ||
Le dice a la mujer que sus pecados le son perdonados |
Similitudes entre Mateo, Marcos y Juan
Al comparar el relato en los cuatro evangelios, vemos evidentes similitudes.
Sin lugar a duda, Mateo, Marcos y Juan relatan el mismo hecho, con algunos pequeños detalles que complementan la historia.
Por ejemplo, Mateo y Marcos mencionan el nombre del anfitrión, Simón, mientras que Juan lo omite. Por otro lado, Juan da el nombre de la mujer, María, que los demás omiten.
Marcos y Juan dan detalles sobre el tipo de perfume (nardo) y su precio (300 denarios), mientras que Mateo omite estos detalles.
La diferencia más significativa entre estos tres relatos es el lugar donde se derrama el perfume. Mateo y Marcos hablan de la cabeza, mientras que Juan habla de los pies.
Tanto las similitudes como sus diferencias dejan claro que se está relatando el mismo hecho, pero por tres testigos oculares distintos. Juan (y Lucas) quedaron impresionados por el ungimiento de los pies, mientras que Mateo y Marcos quedaron impresionados por su ungimiento en la cabeza. Ambos ungimientos no son excluyentes entre sí.
Peculiaridades de Lucas
Lucas omite completamente la crítica de los discípulos sobre el coste del perfume, la mención de los pobres y el hecho de que la mujer lo ungía para su sepultura.
En su lugar, nos relata los sentimientos de Simón, al que define como fariseo, y cuenta la parábola sobre el perdón. Como resultado, concluye con el perdón de la mujer pecadora.
Nuevamente, nos encontramos con dos hechos no excluyentes. El relato de la parábola y su conclusión implica el perdón de la mujer. El relato de la crítica de los discípulos y la respuesta de Jesús se pudo dar perfectamente en otro momento (anterior o posterior) a la contestación de Jesús a Simón.
Además, Lucas coincide con los demás en algunos detalles importantes:
- El personaje que invita a Jesús se llama Simón, como en el relato de Mateo y Marcos.
- La mujer es pecadora, como en el relato de Juan (aunque Juan no lo dice explícitamente, como veremos a continuación, se trata de María Magdalena).
- También coincide con Juan en que Jesús fue ungido en los pies.
Cuatro versiones de un mismo relato
Los cuatro relatos evangélicos son perfectamente compatibles con un único suceso relatado por tres testigos presenciales, y un cuarto que, aunque no estuvo presente, recopiló la información de varios de los asistentes y de las personas a las que se lo relataron (Lucas 1:3).
En el caso de que Lucas estuviese relatando un suceso distinto, las coincidencias son sorprendentes.
Tenemos también una declaración de Jesús, recogida tanto por Mateo como por Marcos, que debemos tener en cuenta:
“De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella” (Mateo 26:13).
“De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella” (Marcos 14:9).
Jesús quería que todos los relatos de su ministerio incluyeran la historia de esta mujer. ¿Por qué iba a omitir Lucas su historia, y colocar en su lugar la historia de otra mujer que hizo lo mismo, pero no era la misma que relatan los demás?
Siendo coherentes con la Biblia, debemos concluir que los cuatro evangelios narran el mismo acontecimiento: María, una mujer pecadora, ungió a Jesús con un caro perfume de nardo en casa de Simón.
¿Era la María de este relato María Magdalena?
Juan identifica a María (mencionada en Juan 12:3) como la hermana de Lázaro (mencionado en Juan 12:1) y de Marta (mencionada en Juan 12:2): “María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos” (Juan 11:2).
Elena G. White la identifica como María Magdalena:
“El amor puro, santificado, tal como se manifestó en la vida de Cristo, es como un perfume sagrado; como el perfume del aceite aromático derramado por María Magdalena, llena toda la habitación con fragancia” (Testimonios para la iglesia, tomo 6, p. 90).
“Y en el día de Dios, a ella se le permitirá ver la influencia que tuvo su acto [de la viuda pobre]. Lo mismo será con la valiosa ofrenda de María Magdalena al Señor. ¡Cuántos han sido inspirados hacia el servicio amante al recordar el vaso de alabastro roto! ¡Y cuán grande será el regocijo de ella cuando contemple los resultados!” (Testimonios para la iglesia, tomo 6, p. 312).
“Cuando a la vista humana su caso parecía desesperado, Cristo vio en María aptitudes para lo bueno. Vio los rasgos mejores de su carácter. El plan de la redención ha investido a la humanidad con grandes posibilidades, y en María estas posibilidades debían realizarse. Por su gracia, ella llegó a ser participante de la naturaleza divina. Aquella que había caído, y cuya mente había sido habitación de demonios, fue puesta en estrecho compañerismo y ministerio con el Salvador. Fue María la que se sentaba a sus pies y aprendía de él. Fue María la que derramó sobre su cabeza el precioso ungüento, y bañó sus pies con sus lágrimas. María estuvo junto a la cruz y le siguió hasta el sepulcro. María fue la primera en ir a la tumba después de su resurrección. Fue María la primera que proclamó al Salvador resucitado” (El Deseado de todas las gentes, p. 521).
Al igual que otras mujeres, María Magdalena irrumpe repentinamente en el relato de los evangelistas (Mateo 27:56; Marcos 15:40; Lucas 24:10; Juan 19:25).
Tan solo Lucas la había mencionado antes, como una de las mujeres que seguían a Jesús, y de la cual había expulsado siete demonios (Lucas 8:2; cf. Marcos 16:9).
Ahora, juntemos todo para que tenga un sentido coherente:
- María Magdalena había cometido graves pecados, por lo cual había sido poseída siete veces. Era, pues, una mujer pecadora, tal como nos dice Lucas 7:37.
- Su pecado le hizo abandonar Betania por un tiempo, y vivir en la apartada Magdala, de donde recibiría su apodo. Al conocer a Jesús, regreso con sus hermanos Lázaro y Marta.
- Durante la fiesta de Simón, el Espíritu Santo le impulsó a ungir a Jesús. Sin saberlo, ella estaba anticipando su muerte (Juan 12:7). Por ello, todas las menciones de María Magdalena (excepto Lucas 8:2) hacen referencia a la muerte y resurrección de Jesús.
Conclusión
Los cuatro evangelios relatan cómo una mujer pecadora, de nombre María, ungió a Jesús.
Aunque no se dice explícitamente que esta María fuese María Magdalena, ella cumple todos los requisitos para poder ser la María mencionada en la fiesta de Simón.
La omisión de un hecho no implica que sea falso o incorrecto.
Elena G. White tiene referencias explícitas indicando que la mujer que ungió a Jesús con el caro perfume de nardo fue María Magdalena, hermana de Lázaro y de Marta.
Autor: Sergio Fustero, de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática