¿Qué tienen que ver nuestros alimentos con nuestra relación con Dios? La reflexión que le invito a hacer hoy conmigo es sobre la importancia de conectarnos con nuestro Padre celestial, y sobre cómo podemos hacer elecciones que nos conduzcan a esa intimidad con él.
La investigadora y doctora en psicología Edyleine Bellini Peroni Benczik enfatiza en uno de sus artículos la importancia de la figura paterna en el desarrollo del niño. La interacción entre padre e hijo es uno de los factores decisivos para el progreso cognitivo y social; el niño cuyo padre está presente y participa en su vida está más propenso al aprendizaje y a la integración en la comunidad. Vale recordar que la figura paterna puede estar en la vida de las personas de diferentes formas, por ejemplo, en un padrastro, tío, suegro, abuelo, abuela, madre y hasta en un profesor.
Durante mucho tiempo, la figura paterna estuvo asociada a la disciplina y la autoridad; pero, debido a las diversas transformaciones sociales a lo largo de los años, ahora se suma a ella la imagen de cariño, juegos y actuación directa en la educación de los niños. Eso es muy bueno, ya que, una relación así, completa y equilibrada, es mucho más saludable para los hijos y contribuye a que desarrollen una buena autoestima y una estructura psicológica fuerte, capaz de tomar decisiones más asertivas.
Si la importancia de una buena relación con nuestro padre aquí en la tierra ya está tan comprobada, mucho más valioso es tener una relación saludable, verdadera, firme y diaria con nuestro Padre celestial, ¿estás de acuerdo?
Foco en lo correcto
¿Será que alguien nunca llegó al final de un día o semana con la sensación de que está sobreviviendo? Las ocupaciones y preocupaciones fueron tantas que las horas simplemente pasaron. Uno no es capaz de recordar los detales con claridad. El escenario del mundo, realmente, cambió mucho en las últimas décadas, y nuestra cultura actual nos presiona para tener una vida veloz, eficiente y productiva. Pero para nosotros, los que creemos en la vida eterna, ¿qué es tener una vida de éxito? Esta es una reflexión que necesitamos hacer constantemente, para que nuestros objetivos no estén fijos solo aquí, en esta tierra, sino en un porvenir que no está tan lejano.
Entonces, ¿qué actitudes y hábitos podemos desarrollar para mantener la conexión con nuestro Padre celestial y desear estar pronto con él? Como profesional del área, puedo decir que el alimento impacta profundamente en nuestro cerebro y emociones. Una alimentación saludable, que combina correctamente vitaminas, minerales, carbohidratos y grasas saludables, ayuda a mejorar nuestro razonamiento, los niveles de energía, la memoria, en fin, todas las funciones de nuestro organismo.
La influencia de la alimentación en la salud mental es incuestionable. La ciencia ya comprobó esto muchas veces. Y esos resultados pueden observarse en personas de todas las edades. Un estudio divulgado en la revista BMJ Open señaló que “la ingestión de frutas y vegetales puede desempeñar un papel potencial, un factor no solo físico, sino también de bienestar mental en la población en general”. ¿Ha notado que consumimos más azúcar cuando estamos tristes o irritados, y que comemos en exceso cuando estamos ansiosos, especialmente alimentos con alto tenor de cafeína, como chocolates?
Es importante recordar que la alimentación por sí sola no soluciona los problemas de salud mental. Sin embargo, tiene una influencia enorme en nuestra vida y debemos tenerla en cuenta. La calidad y también la cantidad de los alimentos que ingerimos interfiere en nuestro humor, energía y equilibrio; y, con frecuencia, se presentan como “gatillos” o síntomas relacionados a enfermedades mentales.
Comparto algunos consejos
Traje una lista de sugerencias con alimentos que tienen una influencia muy positiva para un buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Hoy, en especial, el foco es en los beneficios para el cerebro:
- Los tomates contienen licopeno, que ayuda a combatir los daños celulares identificados en la enfermedad de Alzheimer.
- Los peces contienen un nivel elevado de omega-3, que ayuda en el desarrollo saludable del sistema nervioso, y de iodo, que mejora la claridad mental.
- Los alimentos integrales contienen ácido fólico, B12 y B6, que ayudan a mejorar la memoria.
- La naranja y el limón contienen vitamina C, para aumentar la agilidad mental.
- Las semillas de calabaza contienen zinc, que estimula la memoria y las habilidades de pensamiento.
- Los cereales enriquecidos son una buena fuente de vitamina B12, que reduce los niveles de homocisteína que pueden contribuir a la enfermedad de Alzheimer.
- El brócoli proporciona vitamina K, que mejora la función cognitiva.
- La salvia es buena para mejorar la memoria.
- Las nueces son una buena fuente de vitamina E, que también ayuda a mejorar la memoria.
Buenos alimentos y resultados positivos para el cuerpo y la mente
Una buena alimentación produce resultados positivos para el cuerpo y para la mente. Dependiendo de los nutrientes que recibe el cerebro a través del alimento, su actividad y los resultados cognitivos son diferentes. Esos nutrientes también son responsables por la producción de neurotransmisores. Ahora imagine en qué medida lo que comemos influencia positiva o negativamente en nuestra conexión con Dios. ¿Alguna vez ha recibido una llamada importante, pero había tanto ruido a su alrededor que no pudo entender nada de lo que le decían? La mente es nuestro canal de comunicación con el Padre, y tiene que estar limpia y sin ruidos.
¿Cómo sería poder conversar todos los días de manera clara y oír nítidamente la voz de nuestro Padre, dándonos consejos, guiando nuestros pasos y siendo una compañía llena de amor?
Si usted tiene hoy hábitos alimenticios y un estilo de vida que lo apartan de esa relación con Dios, revise eso. Necesitamos enfocar nuestra búsqueda en los tesoros eternos, y necesitamos buscar siempre maneras de no permitir que los correteos de esta vida nos aparten del único lugar seguro: los brazos de nuestro Padre de amor.
Autora: Thaís Trivelato, nutricionista y tiene posgrado en auditoría de salud. Actualmente trabaja en el área de auditoría de empresas alimentarias.
PUBLICACIÓN ORIGINAL: Alimento que conecta