Buenos hábitos
Un estudio de la Universidad Duke, en los Estados Unidos, reveló que nuestros hábitos son responsables de, aproximadamente, el 40% de nuestras actitudes. Con base en eso, podemos suponer que, si usted no crea buenos hábitos durante la vida, puede acabar pasando casi la mitad de ella en la improductividad o dejando de lado lo que es realmente importante. Entender la relevancia de crear buenos hábitos es fácil, pero poner todo eso en práctica es un gran desafío para la mayoría de las personas.
¿Usted ha adoptado buenos hábitos? Teniendo el último año como referencia, ¿logró alcanzar sus metas? Sé que son preguntas difíciles, pero son necesarias. Todos tenemos sueños, y ellos son los que nos llevan a nuevos lugares y nos impulsan a grandes realizaciones. Entonces, si su respuesta fue “sí”, ¡felicitaciones! La tendencia es que usted tenga más calidad de vida y satisfacción personal y profesional. Pero, si la respuesta fue “no”, aumentan las chances de que viva en un estado constante de estrés e incomodidad.
Los hábitos saludables no son más que rutinas que incluyen tiempo y compromiso con tareas que son de beneficio para la salud. Una buena rutina es la que prioriza el bienestar del cuerpo, de la mente, del espíritu y de las relaciones interpersonales, pues eso es el fundamento de una buena vida.
La alimentación está en la base
Entre 2017 y 2019, la asociación de consumidores Proteste realizó un estudio con 2.400 personas. Uno de los datos resultantes fue que solo el 4% de los entrevistados tenían comportamientos alimenticios saludables. Un 49% afirmaba hacer las comidas mientras miraba televisión, mientras que el 22%, frente al celular. Esto significa que esas personas están distraídas durante las comidas, lo que puede llevarlas a comer más de lo necesario (principalmente en el caso de los adultos, pues pierden la percepción de la cantidad que ingieren y la saciedad) o menos que lo ideal (sobre todo los niños, que le prestan más atención a las pantallas que a las comidas). O sea, un hábito simple durante las comidas puede influenciar su alimentación en diferentes factores.
Yo sé que la vida ajetreada y agitada que llevamos hoy acaba dificultando la formación de buenos hábitos. Pero lo que quiero mostrar con este artículo es que cualquier obstáculo, una vez vencido, da lugar a más practicidad en su día a día y más calidad de vida. Si usted no pone en práctica un conjunto de buenos hábitos, corre el gran riesgo de estar solo sobreviviendo y dejando de alcanzar su máximo potencial, y de vivir el plan diseñado por Dios para su vida.
Al decidir establecer buenos hábitos, inevitablemente usted pondrá la alimentación en su agenda de prioridades. Entenderá que es necesario planificar dónde, cuándo, cómo y qué comer. Una vez trazado ese plan, incluso si algo se desvía de lo previsto, será mucho más fácil volver al plan original o adaptar, buscando alternativas similares, además de lograr planificar sus compras de la semana. Nunca olvide que lo que compramos en el mercado y en la panadería es lo que tendremos a nuestro alcance dentro de casa.
Foco, fuerza y fe
¿Se ha dado cuenta de que nuestro Creador trabaja con planificación? Él nos creó, trazó un plan para nuestra salvación y nos dejó instrucciones de cómo vivir una buena vida, según su voluntad. Este es el mayor ejemplo de que necesitamos empeño e intención en todo lo que hagamos. Nada debe ser por azar y sin compromiso.
Entonces, si una de sus metas fue construir una buena rutina para tener una vida saludable, continúe siguiendo nuestro contenido. La intención es agregar información que ayude a extraer lo mejor de nosotros. ¡Con un buen hábito por vez, alcanzaremos nuestros objetivos como nunca!
Autora: Thaís Trivelato, nutricionista y tiene posgrado en auditoría de salud. Actualmente, trabaja en el área de auditoría de empresas alimentarias.
Imagen: Shutterstock
Publicación original: Comience por lo básico