Skip to main content

Lección 11 para el 9 de septiembre de 2023: PRACTIQUEMOS LA LEALTAD SUPREMA A CRISTO.

Pablo concluye sus consejos sobre cómo mantener la unidad en la iglesia, abordando las relaciones entre miembros que, en su vida personal, tienen autoridad sobre otros miembros, o están subordinados a ellos (Efesios 6:1-9).

Concretamente, aborda dos tipos de relaciones: entre padres e hijos; y entre amos y esclavos (en la actualidad sería aplicable a la relación jerárquica entre jefes y subordinados).

  • Unidad entre generaciones:

    • Consejos para los hijos. Efesios 6:1-3.

      • La palabra “hijos” (ta tekna), incluye tanto a hijos como a hijas, sin distinción de edad. Esto implica que el consejo es aplicable a todos aquellos cuyos progenitores (o, al menos, uno de ellos) todavía viven.
      • Sin embargo, al pensar en las relaciones entre miembros de iglesia, Pablo seguramente tenía en mente a adolescentes y jóvenes que, siendo ya miembros activos de la iglesia, todavía están subordinados a sus padres, o dependen de ellos.
      • Aunque en Cristo todos somos iguales, un adolescente o joven no puede tratar a sus padres irrespetuosamente, sino que debe obedecerles, tal como nos ordena el quinto mandamiento. Esta obediencia solo tiene como límite la obediencia a Cristo y al resto de la Ley.
    • Consejos para los padres. Efesios 6:4.

      • La obediencia obligatoria de los hijos coloca a los padres en una posición en la que pueden llegar a abusar de su poder.
      • Por eso, los padres deben poner freno a su autoridad. No deben agobiar a sus hijos con una severidad que los induzca a enojarse.
      • Toda disciplina, toda amonestación, toda orden debe ser “en Cristo”. El propósito de la autoridad paterna es llevar a los hijos a los pies del Salvador.

«El apóstol amonesta a los hijos a obedecer a sus padres en el Señor, a ayudarlos y a estarles sujetos. […] ¡Cuán precioso es el pensamiento de que los jóvenes que luchan contra el pecado, que creen, que esperan y velan por la aparición de Cristo, que se sujetan a la autoridad de los padres, y que aman al Señor Jesús, estarán entre aquellos que aman su venida y que lo encontrarán en paz!». (Elena G. White, En los lugares celestiales, 28 de julio).

  • Unidad entre jerarquías:

    • Consejos para los esclavos. Efesios 6:5-8.

      • ¿Esclavos en la iglesia? Desgraciadamente, esa era una realidad en las iglesias del primer siglo.
      • ¿Por qué Pablo no pidió a los amos cristianos que liberasen a sus esclavos, y a los esclavos que se escapasen de sus amos o se rebelasen? Ver Gálatas 3:28.
      • La iglesia no estaba llamada a cambiar la realidad social en ese momento, si no a sentar las bases que –con el tiempo– acabarían con esa situación injusta.
      • Sin embargo, tampoco podía permanecer callado. La relación amo/esclavo debía redefinirse “en Cristo”.
      • ¿Qué consejos da Pablo a los esclavos o subordinados?
        • Obedeced a vuestros amos con respeto e integridad, como a Cristo (v. 5).
        • No trabajéis solo cuando os vigilen. Trabajad como lo harías en la presencia de Jesús (v. 6).
        • Servid de buena gana, como si sirvierais a Dios en lugar de a los hombres (v. 7).
        • Sabed que recibiréis recompensa, no de los hombres, sino del Señor (v. 8).
      • Servimos a amos o jefes “terrenales”, temporales. Pero el verdadero servicio lo estamos prestando a Jesús. Por tanto, nuestra recompensa la recibiremos de Cristo, en su Venida.
      • Si trabajas a las órdenes de otro, ¿cómo puedes aplicarte estos consejos?
    • Consejos para los amos. Efesios 6:9.

      • ¡Sorprendente! Los amos deben hacer “lo mismo” que sus esclavos (cristianos) hacen con ellos, y no amenazarles.
      • ¿Cuál es la razón por la que Pablo da este consejo a los amos?
        • Todo amo tiene sobre sí un Amo celestial. Todos somos “coesclavos” de Cristo
        • El amo debe tratar a sus esclavos con dignidad, ya que ante Dios no hay diferencia entre él y sus esclavos
      • La única forma en la que amos y esclavos (jefes y subordinados) pueden unirse y adorar juntos en la iglesia, es que ambos actúen con cortesía en sus relaciones mutuas, tratándose unos a otros como Jesús, su Amo, los trata a ellos.

Para meditar

«Cristo nos llama sus siervos si hacemos lo que nos manda. A cada cual se le asigna su esfera particular, su lugar de trabajo, y Dios no requiere nada más ni nada menos, tanto del más humilde como del más grande, que el pleno cumplimiento de su vocación. No nos pertenecemos a nosotros mismos. Por gracia hemos llegado a ser siervos de Cristo». (Elena G. White, Cada día con Dios, 6 de junio).

Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática

Revista Adventista de España
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.