10 días de oración 2023. Día 9 – No pierdas la cabeza
«Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida». (Proverbios 4: 23).
El corazón del tema
El corazón humano no regenerado es algo que hay que contemplar. Si vemos las noticias de cada día, veremos a seres humanos actuando de formas que nos hacen cuestionar su humanidad. Actos maravillosos de amor y bondad ocurren en todo el mundo a cada momento del día, pero no hay duda de que el mal se manifiesta igualmente dondequiera que miremos. Mientras nos obsesionamos, con razón, con las guerras interminables, la corrupción política y la violencia sin sentido a escala masiva, también debemos reconocer que dondequiera que se cometan actos ruines, actúan corazones humanos trastornados.
Francamente, la Biblia no tiene mucho que decir sobre los corazones humanos que no se rinden a Jesucristo. Dios afirma: «Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién puede conocerlo?» (Jeremías 17: 9). El corazón al que Dios se refiere aquí no es tanto el «tic-tac» de nuestro pecho como nuestro «cerebro-corazón», la sede de nuestro pensamiento, el centro de nuestro ser intelectual y moral, la fuente de la que manan nuestros deseos. Jesús aclaró aún más este punto cuando observó: «El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón, saca el bien; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón, saca el mal. Porque de la abundancia del corazón habla su boca» (Lucas 6: 45).
Adoramos con la mente
Elena G. White escribió lo siguiente sobre la importancia de la mente humana: «La mente controla al hombre entero. Todos nuestros actos, buenos o malos, tienen su origen en la mente. Es la mente la que adora a Dios y nos une con los seres celestiales». (Elena G. White, Mente, carácter y personalidad, vol. 1, p. 72). Es la mente la que Dios busca alistar en la batalla contra el yo y el mal.
Comentando el poder de la Biblia para educar y fortalecer la mente, Elena G. White también observó que «Nada impartirá tanto vigor a todas las facultades como requerir que los estudiantes capten las estupendas verdades de la revelación. La mente gradualmente se adapta a los temas en los que se le permite concentrarse. Si se ocupa solo de asuntos comunes, excluyendo los temas importantes y elevados, se empequeñece y debilita». (Elena G. White, Testimonios para la Iglesia, vol. 5, p. 24). ¡Qué bendición es saber que nuestras mentes pueden ser reformadas por la Palabra sanadora de Dios!
Guarda mi corazón
Las mentes humanas deben ser guardadas, atendidas y custodiadas, como alentó Salomón en Proverbios 4:23. Al igual que el rey David, debemos pedir a Dios que cree en nosotros corazones y mentes limpios (Salmo 51: 10), pero debemos guardar este don con toda diligencia. Las temporadas regulares de tiempo personal dedicado a la alabanza, la oración, el estudio bíblico y la testificación harán más para guardar nuestras mentes en Cristo Jesús que cualquier otra cosa que podamos hacer cada día: «Tú guardarás en perfecta paz a aquel cuyo pensamiento permanece en ti, porque en ti confía» (Isaías 26: 3). Mantén tu mente, incluso cuando todos los demás estén perdiendo la suya.
Hablemos con nuestro Dios.
Tiempo de oración (30–45 minutos)
Oración a través de la palabra de Dios — Proverbios 4:23
«Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida».
«Guarda tu corazón»
Jesús, en este mundo de distracciones y el constante bombardeo de información, luchamos por centrarnos en ti. Reconocemos nuestra total dependencia de ti y te pedimos que nos permitas guardar nuestros corazones. Ayúdanos a tomar las decisiones correctas cada día para mantenernos puros ante los ataques del maligno. Amén.
«Con toda diligencia»
Precioso salvador, gracias por tu compromiso con nosotros. Gracias por ejemplificar cómo es el verdadero amor y el compromiso. Tú sabes que a veces nos falta un compromiso adecuado contigo y con tu causa. Y nos apresuramos a enseñar a otros, mientras no tomamos a pecho nuestras propias lecciones. Perdona nuestra hipocresía y guíanos hacia una vida de fidelidad diligente. Amén.
«Porque de él mana la vida»
Dios, a menudo olvidamos lo precioso, delicado e importante que es nuestro corazón, y por eso lo maltratamos permitiendo ciertas influencias en nuestras vidas. Puede que no nos demos cuenta de cómo todas las cosas conforman lo que somos y lo que creemos de ti. Enséñanos a estar en guardia y a permitir sólo influencias santas en nuestras vidas. Entra, Señor, y vive tu vida en nosotros. Amén.
Más sugerencias de oración
- Agradecimiento y alabanza: Dad gracias por las bendiciones específicas y alabad a Dios por su bondad.
- Confesión: Dedicad unos minutos a la confesión privada y a agradecer a Dios su perdón.
- Guía: Pedid a Dios sabiduría para los desafíos y decisiones actuales.
- Nuestra iglesia: Orad por las necesidades de la iglesia regional y mundial (ver la hoja separada con los pedidos).
- Pedidos locales: Orad por las necesidades actuales de los miembros de la iglesia, la familia y los vecinos.
- Escuchar y responder: Dedicad tiempo a escuchar la voz de Dios y responded con alabanzas o cantos.
Sugerencias de alabanzas
Himnario adventista: Prefiero a mi Cristo (#269); Hoy me llama el mundo en vano (#271); Sed puros y santos (#375)
Otras alabanzas: Cantad alegres al Señor (#1); Todo lo que ha creado Dios (#68)