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Lección 12 para el 18 de junio de 2022: JOSÉ, PRÍNCIPE DE EGIPTO.

José es elevado al cargo más importante de Egipto. Estando en esta posición, puede ver cumplido lo que Dios le había mostrado en sueños: sus hermanos postrados reverentemente ante él.

¿Qué debía hacer con ellos? ¿Vengarse por el daño que le habían causado? ¿Perdonarlos y olvidar completamente el pasado?

Para un creyente como José, el perdón es la única opción. Sin embargo, no es un perdón ciego. José quería asegurarse de que la historia no volvería a repetirse.

  • José, príncipe de Egipto. Génesis 41:37-57.

    • Además de interpretar los sueños de Faraón, José propuso un plan para que Egipto estuviese preparado para los siete años de hambre profetizados (Gn. 41:32-36).
    • Faraón reconoció que Dios había dotado a José de sabiduría, lo nombró visir de Egipto, y le proporcionó una esposa (Gn. 41:39-44).
    • Durante los siete años de abundancia, “recogió José trigo como arena del mar” (Génesis 41:49). También él mismo fue bendecido con el nacimiento de dos hijos: Manasés [“que hace olvidar”] y Efraín [“doble fertilidad”].
    • Dios había convertido algo malo (ser esclavo) en algo bueno (ser el príncipe de Egipto).
  • José prueba a sus hermanos:

    • La prueba del arrepentimiento. Génesis 42.
      • Al comenzar los años de hambre, José abrió los graneros y proveyó de trigo tanto a los egipcios como a los extranjeros (Gn. 41:56-57). Al enterarse de esto, Jacob envió a sus hijos a Egipto –excepto a Benjamín– para comprar trigo (Gn. 42:1-4).
      • José reconoció a sus hermanos, y decidió ponerles a prueba (Gn. 42:8-9, 17). La prueba fue efectiva. Como no sabían que José les entendía (Gn. 42:23), hablaron entre ellos con libertad.
    • La prueba de celos. Génesis 43.
      • Dejando a Simeón en la cárcel, José permitió que sus hermanos regresaran a Canaán con el compromiso de volver trayendo a Benjamín con ellos (Gn. 42:19-20, 24).
      • Al ver a Benjamín, los sentimientos de José estallaron (Gn. 43:30). Le habló con mucho cariño (Gn. 43:29), y le mostró un trato especial, tal como su padre lo había mostrado con él (Gn. 43:34; 37:3).
      • Esta vez los hermanos no mostraron celos hacia Benjamín, sino que “se alegraron con él”. Algo había cambiado en ellos, ya no se preocupaban por los favoritismos.
    • La prueba definitiva. Génesis 44.
      • La última prueba de José consistió en acusar a Benjamín de haber robado una copa de plata (Gn. 44:2-4, 12). ¿Abandonarían a su hermano pequeño como lo abandonaron a él?
      • El discurso de Judá es realmente conmovedor. En primer lugar, reconoció sus pecados: “Dios ha hallado la maldad de tus siervos” (Gn 44:16).
      • Recordando el dolor que su padre sufrió con la pérdida de José, empatiza con él y no desea verlo sufrir de nuevo (Gn. 44:20, 30-31).
      • Finalmente, se ofrece a sí mismo para ocupar el lugar de Benjamín (Gn. 44:33), al igual que el carnero ocupó el lugar de Isaac (Gn. 22:13).
  • Dios transforma el mal en bien. Génesis 45.

    • Sus hermanos habían pasado la prueba. Había llegado el momento de presentarse ante ellos (Gn. 45:3-4).
    • José no habla de venganza. Había comprendido que Dios había transformado el mal en bien.
    • Les habló de “preservación de vida” y “posteridad… para daros vida”, y les aseguró que, en definitiva, fue Dios quien le envió a Egipto (Gn. 45:5-7).
    • Provee lo necesario para que toda su familia venga a Egipto. Ahora las cosas van bien. La providencia de Dios se ha manifestado de una manera poderosa.

Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática

 

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