Lección 2 para el 9 de abril de 2022: LA CAÍDA.
Personas perfectas, en un ambiente perfecto, disfrutando de una felicidad perfecta. ¿Cómo podría estropearse este mundo perfecto?
¿Cómo consiguió el enemigo contaminar el pensamiento de nuestros primeros padres? ¿Por qué dudaron de Dios y desearon llegar a ser lo que no podían ser? ¿Cuáles fueron las consecuencias?
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La caída:
- La estrategia de la serpiente.
- La serpiente era un animal con fama de astuto (aunque, por supuesto, no hablaba). Isaías habla de una “serpiente voladora”, y la identifica finalmente con Leviatán y con el Dragón (Is. 14:29; 27:1). Apocalipsis identifica este Dragón, la “serpiente antigua”, con Satanás (Ap. 20:2).
- Presentándose de esta forma ante Eva, Satanás le pide que le aclare el significado de la Palabra de Dios. Y Eva estuvo encantada de poder resolver las “dudas” de la “serpiente” (Gn. 3:2-3).
- Esto le dio pie a Satanás para introducir abiertamente en la mente de Eva dudas acerca de Dios y propiciar la caída. (Gn. 3:4-5).
- La reacción de Eva.
- En Génesis 3:1-5 Satanás le propuso a Eva conseguir lo que él mismo no podía tener: inmortalidad y divinidad (1Tim. 6:15-16; Is. 14:14).
- Y a Eva le pareció posible y deseable (Gn. 3:6). Creyó en la inmortalidad y comenzó a comportarse como Dios.
- La reacción de Dios.
- Dios le hizo muchas preguntas a Adán y a Eva (Gn. 3:9, 11, 13). Respuestas: intento de ocultar el pecado; justificación propia; culpabilizar a otros… ¿Suena familiar?
- Adán y Eva se sienten engañados. Han creído en falsas esperanzas. Su pecado les separa de Dios.
- ¿Cuál es la intención de Dios? Redimir. Intentar que el hombre reconozca su pecado para poder ofrecerle el perdón y la restauración.
- La estrategia de la serpiente.
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Las consecuencias:
- Maldición y promesa.
- A través de la serpiente, Satanás es maldecido por Dios por ser el responsable de la existencia del mal (Génesis 3:14).
- Esta maldición es seguida por una promesa en forma de profecía en tres partes:
- La serpiente y la mujer: Habrá enemistad continua entre Satanás y la Iglesia de Dios (Ap. 12:17).
- Los descendientes de la serpiente y los de la mujer: Habrá enemistad continua entre creyentes e incrédulos, entre los hijos de Dios y los hijos de los hombres (Gn. 6:2).
- La simiente y la serpiente: Satanás “mordió” a Jesús clavándole en una cruz, pero Jesús destruirá finalmente a Satanás (Ro. 16:20; Heb. 2:14).
- Muerte y esperanza.
- Tener hijos y criarlos podría haber sido algo placentero, pero el pecado lo hizo doloroso. La simiente prometida no vendría sino con trabajo y sufrimiento, por causa de la caída.
- Como cabeza del matrimonio, Adán fue responsabilizado de las consecuencias de su pecado. La tierra fue maldecida por su causa (Gn. 3:17), y a él se le anunció el regreso a la tierra de la que fue tomado (Gn. 3:19).
- Ante la seguridad de la muerte, Adán se aferró a la esperanza prometida. Cambió el nombre de su mujer, Isha (Gn. 2:23), por el de Eva (Gn. 3:20), madre de la simiente que les liberaría de la maldición de la muerte.
- Gracias sean dadas a Dios que, con su inmenso sacrificio, nos ofrece, en lugar de la muerte eterna, la vida eterna.
- Maldición y promesa.
Para meditar:
“La primera indicación que el hombre tuvo sobre su redención la oyó en la sentencia pronunciada contra Satanás en el huerto. […] Adán y Eva estaban como criminales ante el justo Juez, y esperaban la sentencia que merecía su transgresión; pero antes de oír hablar de la vida de trabajo y angustia que sería su destino, o del decreto que determinaba que volverían al polvo, escucharon palabras que no podían menos que infundirles esperanza. Aunque habrían de padecer por efecto del poder de su gran enemigo, podrían esperar una victoria final”. Elena G. White (Patriarcas y profetas, pg. 46).
Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática