Lección 12 para el 18 de diciembre de 2021: DEUTERONOMIO EN EL NUEVO TESTAMENTO.
¿Cómo usaron Deuteronomio los autores del Nuevo Testamento? ¿Qué podemos aprender nosotros de ello? Deuteronomio es citado ampliamente, de manera directa o indirecta, en todo el Nuevo Testamento. Se usa como fuente final y autorizada que confirma una idea, una doctrina, una forma de actuar.
-
Enseñanzas generales:
- Cómo usar las Escrituras.
- Cuando Jesús fue tentado directamente por Satanás, rechazó las tentaciones usando la espada, es decir, la Palabra de Dios, concretamente el libro de Deuteronomio.
- Sacia tu hambre (Mt. 4:3) à Deuteronomio 8:3 à Dios nos provee del alimento físico y espiritual.
- Demuestra tu confianza en Dios (Mt. 4:5-6) à Deuteronomio 6:16 à Vivimos confiando siempre en el cuidado de Dios.
- Reconoce que soy señor de este mundo (Mt. 4:8-9) à Deuteronomio 6:13 à Solo Dios merece nuestro respeto y adoración.
- Todos somos iguales.
- El Nuevo Testamento defiende repetidamente la igualdad de las personas ante Dios (Hch. 10:34; Rom. 2:11; Gál. 2:6; Ef. 6:9; Col. 3:25; Stg. 2:1, 9;1P. 1:17).
- Este punto debería haber estado claro desde el principio, ya que los judíos piadosos que configuraban el núcleo de la primera iglesia conocían bien el mensaje de Deuteronomio 10:17.
- Aunque les costó un poco aceptarlo, finalmente entendieron que cuando Dios habla de personas no habla solo de judíos. Todos, sin excepción, somos iguales ante Dios. Todos necesitamos su salvación.
- Cuando Jesús fue tentado directamente por Satanás, rechazó las tentaciones usando la espada, es decir, la Palabra de Dios, concretamente el libro de Deuteronomio.
- Cómo usar las Escrituras.
-
Predicciones sobre Jesús:
- Hecho maldición por nosotros.
- En su epístola a los Gálatas, Pablo cita Deuteronomio para enseñar la correcta relación entre el creyente y la ley:
- La inutilidad de querer salvarse guardando la ley: En Gálatas 3:10 cita Deuteronomio 27:26 para indicar que el que quiera salvarse por la ley debe guardar toda la ley, sin fallar en nada. Esto es algo que solo Jesús ha podido hacer.
- La liberación de ser condenados por la ley: En Gálatas 3:13 cita Deuteronomio 21:23 para mostrar cómo Jesús cargó con nuestros pecados en la cruz, y así tomó sobre sí la maldición de la ley destinada al pecador.
- Profeta intercesor.
- Moisés cumplió dos roles principales: el de profeta que hablaba al pueblo las palabras de Dios; y el de intercesor entre Dios y el pueblo.
- En sus discursos de despedida, les dijo a los israelitas que Dios levantaría un profeta como él (Dt. 18:15, 18). Esta aseveración fue interpretada como una referencia al Mesías (Jn. 4:25).
- En su discurso en el pórtico de Salomón, Pedro aplicó estas palabras a Jesús (Hechos 3:22). Igualmente, Esteban las usó en el mismo sentido en su defensa ante el Sanedrín (Hechos 7:37).
- Jesús es el Mesías, nuestro intercesor ante el Padre (Heb. 7:25; 1Jn. 2:1), el cumplimiento directo de lo que Dios había prometido a través de Moisés.
- En su epístola a los Gálatas, Pablo cita Deuteronomio para enseñar la correcta relación entre el creyente y la ley:
- Hecho maldición por nosotros.
-
Nuestra responsabilidad.
- En su discurso a los hebreos, Pablo cita Deuteronomio 17:6 para advertir del castigo que merecen los que violan la ley de Moisés. ¡Cuánto más castigo merecerán aquellos que, voluntariamente, desprecian la sangre de Cristo! (Heb. 10:28-29).
- Inmediatamente después, vuelve a citar Deuteronomio (32:35-36) para recordarles que llegará el momento en el que Dios juzgará a su pueblo, realizando venganza sobre todos aquellos que hayan rechazado la gracia que una vez abrazaron (Heb. 10:30).
- Su conclusión es útil para ellos y para nosotros: “No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón” (Hebreos 10:35).
Para meditar:
“La Biblia es su propia expositora. Se ha de comparar un pasaje con otro. El alumno debe considerar la Palabra como un todo y ver la relación de sus partes […]
Mientras estudiemos el Antiguo Testamento, hallaremos fuentes vivas que borbotean donde el lector negligente discierne solamente un desierto.
El Antiguo Testamento derrama luz sobre el Nuevo, y el Nuevo sobre el Antiguo. Cada uno es una revelación de la gloria de Dios en Jesús. Cristo manifestado a los patriarcas, simbolizado en los servicios de los sacrificios, esbozado en la ley, y revelado por los profetas, constituye las riquezas del Antiguo Testamento”. Elena G. White (Consejos para los maestros, pg. 445-446).
Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática