Lección 10 para el 4 de diciembre de 2021: “ACUÉRDATE, NO OLVIDES”.
Nuestra tendencia natural es a olvidar. Olvidar los momentos malos cuando nos va bien. Olvidar los momentos buenos cuando nos va mal. Olvidar cómo hemos llegado a ser lo que somos…
Tal vez por eso, Dios insiste en Deuteronomio en que debemos recordar, y no olvidar. ¿Qué es lo que debemos recordar y por qué?
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Recordar las promesas de Dios.
- ¿Necesita Dios un marcador en las nubes que le recuerde lo que ha prometido? ¡Por supuesto que no! Él quiere que sepamos que no olvidará su pacto; que sus promesas son seguras.
- ¿Qué debemos hacer nosotros al ver el arco iris?
- Recordar las promesas de Dios.
- Recordar las advertencias de Dios.
- Recordar la intervención de Dios en el mundo.
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Recordar los tiempos pasados.
- En Deuteronomio 4:33-38, Moisés recuerda tres hechos portentosos que nunca antes habían pasado, y que los israelitas (y todos nosotros) nunca deberíamos olvidar:
- Los milagros con los que Dios sacó a Israel de Egipto (v. 34, 37).
- La voz de Dios, cuando habló directamente al pueblo (v. 33, 36).
- La poderosa expulsión de las naciones paganas (v. 38).
- ¿Por qué razón no debemos olvidar los milagros que Dios ha hecho en nuestra vida?
- Para reconocer a Dios como nuestro Señor (v. 35, v. 39)
- Para obedecerle y recibir Su bendición (v. 40)
- En Deuteronomio 4:33-38, Moisés recuerda tres hechos portentosos que nunca antes habían pasado, y que los israelitas (y todos nosotros) nunca deberíamos olvidar:
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Recordar para no desviarnos.
- ¿Por qué no debemos olvidar lo que hemos visto, es decir, lo que Dios ha hecho en nuestra vida?
- Con el tiempo, si no recordamos cómo Dios ha actuado, seremos tentados a apartarnos de Él.
- Moisés también nos recuerda la importancia de transmitir nuestras experiencias a nuestros descendientes. De esta forma, ellos también tendrán un ancla firme en la que apoyar su fe.
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Recordar que Dios nos da todo.
- Dios nos hace prosperar, y se preocupa de que no pasemos necesidad (Salmo 37:25). Pero también nos advierte del peligro que conlleva el bienestar material.
- Podemos pensar que todo lo que tenemos lo hemos conseguido por nuestro esfuerzo (físico o mental). Sin embargo, no debemos olvidar que es Dios el que nos ha dado las fuerzas, la inteligencia y la salud necesarias para obtener lo que ahora tenemos.
- Debemos recordar que, al fin y al cabo, todo lo que tenemos procede de Dios.
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Recordar lo que fuimos.
- El recuerdo de la liberación de Egipto permea todo el Antiguo Testamento. Su huella indeleble marca todavía al pueblo de Israel, que sigue celebrando año tras año la fiesta conmemorativa de este acto: la Pascua.
- Para el pueblo cristiano, la Pascua es un recordatorio de otra liberación aún mayor: la liberación del pecado (1Co. 5:7; 15:3).
- Nunca debemos olvidar que éramos pecadores, y que Cristo nos liberó del pecado y nos ha dado nueva vida (Efesios 2:10).
Para meditar:
“Mientras contemplo lo que Dios ha hecho, me siento llena de asombro, y confianza en Cristo como nuestro líder. No tenemos nada que temer por el futuro, excepto que olvidemos la manera en que el Señor nos ha conducido”. Elena G. White (Testimonios para los ministros, pg. 31).
“Las cosas que hemos experimentado en nosotros mismos acerca de las bendiciones de Dios a través de sus benignas promesas, debemos conservarlas en la memoria y, seamos ricos o pobres, eruditos o ignorantes, debemos contemplar y considerar estas señales del amor de Dios. Cada señal del cuidado, la bondad y la misericordia de Dios debiera grabarse en forma indeleble, como un monumento recordativo en la memoria. Dios quiere que su amor y sus promesas estén escritos en las tablas de la mente. Guardad las preciosas revelaciones de Dios para que no se pierda ni se empañe ni una sola letra”. Elena G. White (Nuestra elevada vocación, 9 de mayo).
Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática