Lección 6 para el 6 de febrero de 2021.
Ante el profeta Isaías, Dios descorre el velo del mundo espiritual y le muestra cómo se está desarrollando el conflicto entre las fuerzas del bien y las fuerzas del mal para conseguir el control de cada alma.
Aunque en ocasiones parece que el “príncipe de este mundo” tiene el control sobre las naciones, en realidad es Dios el que está al control. Él es el victorioso. Todo aquel que se una a su pueblo obtendrá la victoria, mientras que los reinos de este mundo y su gloria serán destruidos.
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La condenación de las naciones. Isaías 13-23.
- Dios condena a las naciones que se relacionaban (o relacionarían) con Su pueblo:
- Babilonia (Is. 13:1-14:23; 21:1-17); Asiria (Is. 14:24-27); Filistea (Is. 14:28-32); Moab (Is. 15:1-6:14); Siria (Is. 17:1-14); Etiopía (Is. 18:1-7); Egipto (Is. 19:1-20:6); Jerusalén (Is. 22:1-25); Tiro (Is. 23:1-18).
- Algunas recibieron un mensaje de esperanza que atenuaría su castigo (Is. 19:16-25).
Pero todas debían sufrir las consecuencias de sus actos.
- Dios condena a las naciones que se relacionaban (o relacionarían) con Su pueblo:
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La historia de Babilonia predicha. Isaías 13.
- Al igual que Jesús describió la destrucción de Jerusalén mezclada con eventos de la Segunda Venida, Isaías plantea la caída de Babilonia como un símil de ese mismo evento (v. 9-11).
- Dios dirigió los acontecimientos, pero no impidió que los elementos humanos por Él usados obrasen conforme a sus propios deseos (v. 15-18).
- Aunque los medo-persas hicieron de Babilonia una de sus capitales, cuando Alejandro Magno entró en ella la encontró ya en estado decadente. Paulatinamente, Babilonia fue relegada al olvido y abandonada (v. 20).
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El Lucero que quiso ser dios. Isaías 14:12-14.
- Se presenta al rey de Babilonia lleno de orgullo y suficiencia propia. Así fueron muchos de sus reyes (ver Daniel 2:5; 3:7; 4:30; 5:2).
- Sin embargo, la forma altamente poética y alegórica en la que está escrita esta profecía nos indica claramente que se está mostrando la raíz misma del problema, al verdadero rey de Babilonia: Lucifer, “la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás” (Apocalipsis 12:9).
- Lucifer quiso ser “semejante al Altísimo” (v. 14); y declaró: “Yo soy un dios” (Ezequiel 28:2). Su actitud contrasta grandemente con la de Dios, el cual que “se humilló a sí mismo” (Filipenses 2:8).
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El fin de Babilonia. Isaías 14:15-23.
- Isaías 14:18-20 nos muestra el destino final de este “rey” de Babilonia: la destrucción y el olvido eterno. ¡Qué final tan distinto será el de aquellos que, humildemente, se pongan al servicio de Dios!
- Sin embargo, Babilonia todavía no ha desaparecido. Sigue estando presente en los poderes orgullosos y despiadados que oprimen al pueblo de Dios (ver Ap. 17).
- Su nombre significa “confusión”, aunque en idioma caldeo tenía un significado distinto: “Puerta de dioses”. Es la puerta ancha que lleva a la destrucción, en un intento de salvarse por méritos propios.
- La Biblia nos muestra otra puerta: la “puerta del cielo”, Betel, por donde entran aquellos que siguen a Jesús y lo aceptan por fe como su Salvador personal.
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El triunfo final. Isaías 24-27.
- Llegará el momento en el que Dios pondrá punto final a este mundo. En esta obra, Dios dirá a unos: “Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán”; y a otros: “Muertos son, no vivirán; han fallecido, no resucitarán” (Is. 26:19, 14).
- Cuando Dios venga a liberar a su pueblo, se oirá el gozo triunfal de los redimidos: “He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará”. Entonces “destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima” (Is. 25:8-9).
- Pero antes de que todo concluya, antes de ser renovada, antes de que Dios concluya “su extraña obra”, la tierra quedará desolada por un tiempo (Is. 24; Ap. 20; Is. 28:21).
Para meditar:
“En los anales de la historia humana, el desarrollo de las naciones, el nacimiento y la caída de los imperios, parecen depender de la voluntad y las proezas de los hombres; y en cierta medida los acontecimientos se dirían determinados por el poder, la ambición y los caprichos de ellos. Pero en la Palabra de Dios se descorre el velo, y encima, detrás y a través de todo el juego y contra juego de los humanos intereses, poder y pasiones, contemplamos a los agentes del que es todo misericordioso, que cumplen silenciosa y pacientemente los designios y la voluntad de Él”. Elena G. White (Profetas y reyes, pg. 366).
“Los que aceptan la palabra de Cristo al pie de la letra, y entregan su alma a su custodia, y su vida para que él la ordene, hallarán paz y quietud… El Señor dice: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado” (Isaías 26:3). Nuestra vida puede parecer enredada, pero al confiarnos al sabio Artífice Maestro, él desentrañará el modelo de vida y carácter que sea para su propia gloria. Y ese carácter que expresa la gloria—o carácter —de Cristo, será recibido en el Paraíso de Dios. Los miembros de una raza renovada andarán con Él en vestiduras blancas porque son dignos”. Elena G. White (El Deseado de todas las gentes, pg. 298).
Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática