Lección 2 para el 12 de octubre de 2019
Unos 13 años después de que Esdras llegase a Jerusalén, Nehemías se desempeñaba como copero del rey de Persia.
Al recibir las noticias de la triste situación de Jerusalén, Nehemías se puso en las manos de Dios y aceptó la obra a la que Él le llamaba: reconstruir Jerusalén.
Una vez nombrado gobernador de Judá pasó inmediatamente a la acción.
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Nehemías en Persia:
- Las noticias.
- Después de la orden de Artajerjes de detener la reconstrucción de Jerusalén (Esdras 4), sus enemigos habían derribado y quemado los muros y las puertas de la ciudad.
- La reacción inmediata de Nehemías fue poner la situación de los repatriados y de la ciudad de Jerusalén en las manos de Dios, a través del ayuno y la oración.
- La oración.
- A lo largo de todo el libro, se percibe a Nehemías como un hombre de oración (2:4; 4:4-5, 9; 5:19; 6:14; 13:14, 29).
- El punto principal de esta oración de Nehemías (Nehemías 1:5-11) es recordarle a Dios sus promesas, y reclamar su cumplimiento.
- A Dios le agrada que le recordemos sus promesas, y anhela poderlas cumplir en nuestras vidas (Lucas 11:13).
- El pedido.
- Había pasado cuatro meses en oración cuando Dios determinó el momento adecuado para que Nehemías presentara su pedido a Artajerjes (444 a.C.).
- El rey se preocupó por la extraña tristeza que embargaba a su copero. Entonces, Nehemías apeló a los sentimientos del rey. Luego, solicitó permiso para reconstruir los muros de Jerusalén.
- Impresionado por Dios, Artajerjes nombró a Nehemías gobernador de Judá y autorizó la reconstrucción.
- Las noticias.
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Nehemías en Jerusalén:
- Su autoridad.
- El rey proveyó a Nehemías de una guardia personal y de cartas para los gobernadores de la región. Además, recibió una orden para Asaf, indicándole que proveyese del material necesario para la reconstrucción.
- Sambalat (gobernador de Samaria), Tobías (gobernador de Amón) y Gesem (gobernador de Edom y Moab) se disgustaron mucho al saber que Nehemías venía con la intención de ayudar al pueblo judío. Desde el principio, procuraron desbaratar la obra de Nehemías.
- Su planificación.
- Nehemías no se confió en el pequeño ejército que le acompañaba, sino que se revistió de una armadura especial: las promesas de Dios, y la certeza de estar cumpliendo Su obra. Aun así, avanzó con cautela:
- Comprobó por sí mismo cuál era la situación real
- Planificó el trabajo que tenía que hacerse
- Reunió a los líderes para comunicarles sus intenciones
- Animó a comenzar la obra
- Pidió un compromiso
- Ya sea que nos toque actuar como dirigentes en algún proyecto, o en nuestra relación habitual con los demás, debemos incluir a Dios en nuestros planes y conversaciones, y usar palabras edificantes y animadoras.
- Nehemías no se confió en el pequeño ejército que le acompañaba, sino que se revistió de una armadura especial: las promesas de Dios, y la certeza de estar cumpliendo Su obra. Aun así, avanzó con cautela:
- Su autoridad.
Para meditar:
“No hay tiempo o lugar en que sea impropio orar a Dios. No hay nada que pueda impedirnos elevar nuestro corazón en ferviente oración. En medio de las multitudes de las calles o en medio de una sesión de nuestros negocios, podemos elevar a Dios una oración e implorar la dirección divina, como lo hizo Nehemías cuando presentó una petición delante del rey Artajerjes. Dondequiera que estemos podemos estar en comunión con Dios. Debemos tener abierta de continuo la puerta del corazón e invitar siempre al Señor Jesús a venir y morar en nuestra alma como huésped celestial”. Elena G. White (El camino a Cristo, pg. 99).
“Los hijos de Dios deben no solamente orar con fe, sino también obrar con cuidado diligente y prudente. Tropiezan con muchas dificultades y a menudo estorban la obra de la Providencia en su favor porque consideran la prudencia y el esfuerzo esmerado como ajenos a la religión. Nehemías no creyó que había cumplido su deber cuando lloró y rogó al Señor. Unió a sus peticiones un esfuerzo santo y trabajó con fervor y oración por el éxito de la empresa en la cual se empeñaba. La consideración cuidadosa y los planes bien madurados son tan necesarios hoy para las realizaciones sagradas como en el tiempo en que fueron reedificados los muros de Jerusalén”. Elena G. White (Profetas y reyes, pg. 468).
Mira aquí el comentario del programa ESV de esta semana
Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Photo by Ben White on Unsplash