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Introducción del pastor Richard Ruszuly, ministerial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España:

«Os comparto un artículo breve, pero profundo, que me ha llamado especialmente la atención. Reflexiona sobre una palabra bíblica que, aunque sencilla, tiene un poder transformador para nuestro liderazgo y para la misión de la iglesia: philoxenos — ‘amor por el extranjero, el diferente, el otro’.

»En tiempos de tensiones, divisiones y desafíos en nuestras comunidades, este mensaje es tan actual como en los días de Pablo. Os animo a leerlo con calma; estoy seguro de que será de bendición para todos, y especialmente los que servimos en los Ministerios de Ancianato y Diaconado. Que este breve artículo nos ayude a reflexionar sobre cómo acogemos, acompañamos y guiamos a la iglesia con el espíritu de Cristo».

Golpeado por una palabra

La epístola de Tito, ese breve escrito hacia el final del Nuevo Testamento, tiene una fuerza sorprendente. Durante mi devocional personal, la palabra ‘philoxenos’ me golpeó como la piedra de David golpeó a Goliat. Desde entonces, no he podido dejar de pensar en ello.

Pablo anima y aconseja a Tito, quien tiene la difícil tarea de organizar y capacitar líderes de iglesia en la isla de Creta (Tito 1:5), una labor aún más ardua debido a los habladores vacíos y engañadores que contradecían la sana doctrina (1:9–10). La cultura cretense añade otra complicación. Uno de sus propios profetas afirmó: «Los cretenses son siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos» (1:12). Y Pablo remarca: «Este testimonio es verdadero» (1:13).

De manera sorprendente, la hospitalidad es una de las cualificaciones esenciales que Pablo identifica para los líderes locales en este contexto (1:8). ¿Está Pablo diciendo que los ancianos cretenses deben ofrecer comida y bebida —hospitalidad— a los «glotones ociosos» simplemente por ser parte de su cultura y así llegar a sus corazones? No parece probable, ya que después aconseja a Tito: «Repréndelos con severidad, para que sean sanos en la fe» (1:13).

Entonces, ¿qué quiere decir Pablo con «hospitalario» en Tito 1:8?

La palabra griega traducida como ‘hospitalario’ es philoxenos, un término más amplio que simplemente ofrecer comida o bebida. Philoxenos une dos palabras: philo, que significa ‘amor’, y xenos, que significa ‘extranjero, forastero, el otro’. Pablo está diciendo claramente que amar al extraño, al extranjero, al otro, es algo esencial.

Es fácil amar a ciertas personas. No tengo dificultad en amar a mi esposa, hijos, familiares y amigos. Naturalmente, tenemos nuestras pequeñas diferencias, pero, para usar una maravillosa palabra del pidgin de Papúa Nueva Guinea, ellos son mis wantoks («one talks»), es decir, compartimos conexiones naturales como idioma, cultura e historia.

En el mundo antiguo, la palabra para «extraño» o «extranjero» en muchos idiomas era la misma que para «enemigo». En casos extremos, un extraño podía ser asesinado al instante simplemente por ser considerado un enemigo.

Pablo sabía que la ausencia de amor por el otro tenía consecuencias desastrosas. Antes de aceptar a Jesús y experimentar el poder transformador del Espíritu Santo en su vida, su odio como Saulo hacia los discípulos de Jesús resultó en la muerte de ellos… ¡por sus propias manos!

Incluso en los primeros días de la iglesia, esta falta de verdadera hospitalidad era evidente. Algunas viudas fueron descuidadas porque tenían herencia griega y no hebrea (Hechos 6:1–6). El ministerio de los diáconos se creó precisamente para enfrentar esa falta de hospitalidad.

Philoxenos no aparece solamente en Tito

Esta palabra philoxenos no aparece solo en Tito. Pablo la usa también en Romanos 12:13 y en Hebreos 13:2. Dedica un momento a explorar estos versículos y sus contextos; encontrarás una experiencia enriquecedora.

Pedro, un judío, luchó con la aceptación de gentiles (Hechos 10:1–48; cf. Gálatas 2:11–12). Aun así, él también utiliza esta palabra: «Hospedaos [philoxenos] los unos a los otros», añadiendo un énfasis importante: «sin murmuraciones» (1 Pedro 4:9). Pablo, Pedro y Jesús conocían la necesidad del philoxenos para la misión.

Es imposible compartir eficazmente el Evangelio con un extraño sin tener amor por el otro. Philoxenos es indispensable.

Hoy se necesita desesperadamente philoxenos. Nuestras comunidades están cada vez más divididas y dogmáticas. La política, la inmigración, las guerras, la conducta sexual, las cuestiones de género, los desafíos climáticos y mucho más están dividiendo sociedades y congregaciones. Aunque debemos mantener nuestras posiciones basadas en la Biblia, se nos ordena mostrar philoxenos a quienes piensan, creen, actúan y lucen diferente a nosotros. Hemos abandonado la verdadera fe de Jesús si solo amamos a quienes son como nosotros —nuestros wantoks. Debemos amar a aquellos que nos parecen extraños. Esa es la verdadera hospitalidad, sea en Creta, en tu comunidad o en tu iglesia.

Autor: Anthony R. Kent. Secretario Asociado Ministerial de la Conferencia General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. 

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