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Lección 9 para el 30 de noviembre de 2024: LA FUENTE DE LA VIDA.

Muchos han intentado encontrar la fuente de la vida eterna en lugares incógnitos o míticos. La mayoría perdieron el tiempo, e incluso la vida, en este intento. Olvidaron lo principal: la fuente de la vida eterna no está escondida. Ya nos fue revelada, para que todo aquel que quiera pueda encontrarla y beber de ella.

La fuente de la vida eterna no está en ningún lugar. Es una persona: Jesucristo. En Él hay vida para todo aquel que desee obtenerla.

  • La fuente de la VIDA:

    • «Yo soy… la vida».

      • Jesús tiene una característica que lo diferencia de todos los seres creados: tiene vida en sí mismo (Juan 5:26). Gracias a esta cualidad, fue capaz de entregar su vida y volverla a tomar (Juan 10:17-18).
      • ¿Qué motivó a Jesús a venir a la Tierra a entregar su vida?
        • Revelarnos al Padre (Juan 14:8-9). Habíamos olvidado cómo es Dios
        • Darnos vida abundante (Juan. 10:10). En Jesús podemos disfrutar verdaderamente de la vida aquí y ahora
        • Tomar nuestro lugar (Isaías 53:5). Sufrió el castigo que nosotros deberíamos sufrir
        • Morir para darnos salvación (Hechos 4:12). Solo en Jesús podemos obtener salvación
        • Quitar el pecado del mundo (Juan 1:29). No solo borra nuestro pecado, sino que lo eliminará finalmente
        • Resucitarnos en el “día postrero” (Juan 5:28-29; 6:54). Cuando Jesús venga, seremos resucitados por Él
        • Darnos vida eterna (Juan 3:14-15). Finalmente, dará vida eterna a todos los que hayamos creído en Él
      • Jesús nos ofrece la vida.

        • Cuando Jesús habló de sí mismo como el “pan de vida” (Juan 6:35), invitó a sus oyentes (y a nosotros) a «comer» ese pan [es decir, conocerle y asimilar sus palabras] (Juan 6:51).
        • ¿Cómo nos imparte Jesús la vida eterna?
          • A través de sus palabras (Juan 5:24)
          • Al trabajar para alimentarnos de Él (Juan 6:27)
          • Al creer en Él (Juan 6:47)
          • Al seguirle (Juan 10:27-28)
          • Al desearla más que la vida física (Juan 12:25)
          • Al darnos el mandamiento del Padre (Juan 12:49-50)
          • Cuando llegamos a conocerle (Juan 17:3)
        • Y la mejor noticia es que Jesús ofrece gratuitamente la vida eterna a quienes la deseen.
  • La VIDA en nosotros:

    • Recibir la vida.

      • En Juan 1:12-13 se puede ver claramente cuál es la parte humana y cuál la divina en el proceso de la salvación: nosotros recibimos a Jesús y creemos en Él; Jesús nos hace hijos de Dios transformándonos en nuevas criaturas.
      • Recibir la vida eterna hoy es un proceso interactivo entre el Espíritu Santo y nosotros:
        • El Espíritu nos da fe (Efesios 2:8)  Nosotros crecemos en ella (Romanos 10:17)
        • El Espíritu nos convence de nuestro pecado (Juan 16:8)  Nosotros nos arrepentimos (Salmos 51:3)
        • El Espíritu nos lleva a Jesús (Juan 15:26)  Nosotros lo aceptamos (Hechos 16:31)
        • El Espíritu nos hace nacer de nuevo (Juan 3:5-6)  Nosotros lo reconocemos bautizándonos (Mateo 28:19)
      • Aceptar o rechazar la vida.

        • Encontrarnos con Jesús conduce a una dicotomía: Aceptarlo o rechazarlo. Y esto implica aceptar o rechazar la vida… ¡La vida eterna!
        • Muchos toman esta decisión partiendo de la duda. Esperan creer en Jesús si la ciencia, la filosofía, la arqueología o cualquier otra ciencia moderna pueden apoyar las evidencias a favor de Jesús.
        • Esto no es algo nuevo. Por ejemplo, 10 de los 12 espías enviados por Moisés para reconocer la tierra prometida analizaron las evidencias, y llegaron a una conclusión: Dios no tiene poder para conquistar esta tierra (Números 13:31-33).
        • Pero dos de ellos analizaron a Dios, y encontraron la evidencia: Él tiene poder para vencer (Números 14:6-9).
        • ¿Cuál será tu decisión, y sobre la base de qué la tomarás?
      • Resultados del rechazo.

        • La Biblia es clara acerca del resultado de rechazar a Jesús: caer bajo la ira de Dios, y ser condenado (Juan 3:18-19, 36).
        • Ante una perspectiva tan poco halagüeña, ¿por qué hay tantos que rechazan a Jesús?
        • Jesús es luz. Su luz nos ilumina, y podemos vernos tal como somos. Todo lo malo que hay en nosotros (y es mucho) queda al descubierto (Juan 3:20).
        • Lo más grave es que permanecer en la oscuridad nos coloca en el terreno de Satanás. Él odia y destruye a todos sus súbditos. Por el contrario, estar en la luz es acogerse al amparo de un Dios amante (Salmos 91:1-4).
        • Sigamos el ejemplo de Jesús para permanecer en la luz y rechazar las tinieblas: echar mano de la Palabra de Dios (Mateo 4:1-4).

Para meditar:

«Todos los seres creados viven por la voluntad y el poder de Dios. Son recipientes de la vida del Hijo de Dios. No importa cuán capaces y talentosos sean, cuán amplias sean sus facultades, reciben nueva vida de la Fuente de toda vida. Él es el Manantial, la Fuente de la vida. La vida que había depuesto en su humanidad, la tomo de nuevo y la dio a la humanidad. Dice: “yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10)». (Elena G. White, Hijos e hijas de Dios, 18 de agosto).

Autor: Sergio Fustero, de la Iglesia Adventista del 7º Día en Zaragoza. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática

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