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El cáncer de colon es un tipo de cáncer que afecta el colon o al recto, que son partes del intestino grueso. Por lo general, comienza como un crecimiento no canceroso llamado pólipo, que con el tiempo puede volverse canceroso si no se trata. Los síntomas pueden incluir cambios en los hábitos intestinales, sangrado rectal, dolor abdominal, fatiga y pérdida de peso inexplicable, aunque en las etapas iniciales puede ser asintomático.

La dieta juega un papel importante en la salud del colon. Algunas investigaciones sugieren que una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y fibra puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de colon. Por lo tanto, los vegetarianos que siguen una dieta equilibrada y rica en estos alimentos pueden tener un menor riesgo de desarrollar cáncer de colon en comparación con aquellos que consumen grandes cantidades de carnes procesadas y alimentos con alto contenido de grasas saturadas. Sin embargo, otros factores de riesgo, como la genética y el estilo de vida, también pueden influir en la probabilidad de desarrollar esta enfermedad. Es importante que cualquier persona, independientemente de su dieta, mantenga un estilo de vida saludable y se someta a exámenes médicos regulares para detectar cualquier problema de salud, incluido el cáncer de colon.

Analizaremos brevemente factores de riesgo modificables (reversibles) y no modificables, y mencionaremos algunas opciones de chequeos. [1]

Factores de riesgo no modificables

Edad: El riesgo de tener CCR aumenta con la edad, especialmente después de los cincuenta años. Es preocupante que el CCR esté aumentando en la población menor de cincuenta años, por razones que todavía no son claras.

Pólipos: Antecedentes personales de pólipos colorrectales o diagnósticos del propio CCR (una reaparición), incluso aunque se lo extirpe por completo quirúrgicamente.

Otros problemas de salud: El diagnóstico de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), la enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa.

Antecedentes familiares: Familiares directos con antecedentes de CCR o pólipos adenomatosos (familiares directos serían padres, hijos o hermanos).

Genética: Algunos síndromes hereditarios (genéticos). Esto afecta en solo un 5 % de los casos de CCR.

Raza: El origen racial y étnico podría aumentar el riesgo. Por ejemplo, los afroamericanos y los judíos asquenazíes (descendientes de judíos de Europa Oriental) tienen un mayor riesgo.

Factores de riesgo reversibles

Sobrepeso: Tener sobrepeso u obesidad aumenta el riesgo de padecer CCR en hombres y mujeres, pero especialmente en hombres.

Sedentarismo: Alrededor de 150 a 300 minutos semanales de actividad moderada pueden reducir el riesgo del CCR y otros cánceres.

Dieta: En armonía con el Estudio de Salud Adventista II, otros análisis de estudios retrospectivos confirman la importancia de eliminar las carnes rojas y el alcohol, así como los beneficios de la fibra alimentaria y de los alimentos integrales. [2]

Tabaco: Los fumadores tienen más riesgo de fallecer de CCR que los no fumadores.

Alcohol: Se ha vinculado el CCR con el uso de alcohol, incluso un uso leve-moderado. Como este es carcinógeno (produce cáncer), la ciencia es clara sobre que no hay una cantidad segura de ingestión de alcohol en relación con los cánceres de boca, garganta, laringe, esófago, colon-recto y mama.

Diabetes tipo II: Un factor de riesgo en gran parte modificable e incluso reversible.

La importancia de los chequeos

Los chequeos y el diagnóstico temprano ayudan a prevenir formas de CCR avanzadas o intratables. Los kits de examen de sangre oculta en las heces son útiles; este se puede realizar en la casa. Para los mayores de cincuenta años, una colonoscopia debería ser parte de la rutina cada cinco a diez años. Los pacientes más jóvenes con factores de riesgo no modificables deberían efectuarse una colonoscopia en intervalos apropiados, determinados por su médico.

Tal como ha sucedido en tantos ejemplos en conexión con el mensaje de salud adventista, la ciencia y la epidemiología llegan a la cima de la montaña de investigación y estudio ¡solo para descubrir que los consejos del Señor, dados por su Palabra y recalcados por los escritos de Elena de White, ya estaban allí! Somos muy privilegiados por tener este conocimiento. A pesar de nuestra fragilidad, ¡la calidad de vida e incluso la longevidad pueden aumentar poderosa y positivamente cuando ponemos en práctica y vivimos lo que hemos aprendido!

«Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados» (2ª de Crónicas 20:20).

Autor: Peter N. Landless, médico sudafricano, poseedor de tres especialidades médicas (Cardiología, Medicina familiar y Medicina Interna) que actualmente se desempeña como director del Ministerio de Salud de la Asociación General. Integró el equipo médico de Nelson Mandela, reconocido expresidente de Sudáfrica y Premio Nobel de la Paz.

Referencias:

[1] La información provista en esta columna se basa en el siguiente material: Sajesh K. Veettil, Tse Yee Wong, Yee Shen Loo, et al., “Role of Diet in Colorectal Cancer Incidence”, JAMA Network Open 4, Nº 2 (2021): e2037341, doi: 10.1001/jamanetworkopen.2020.37341
[2] Ibíd. Véase también https://adventisthealthstudy.org/studies/AHS-2

Publicación original: El cáncer de colon

Revista Adventista de España