La alimentación vegetariana y sobre todo, la vegana, han demostrado en un buen número de estudios epidemiológicos, que están asociadas a un menor riesgo de enfermedad cardiovascular [1] [2] y de diabetes [3],[4],[5],[6],[7]. Sin embargo, en lo que a cáncer y alimentación se refiere la evidencia es más limitada, ya que solamente tenemos estudios epidemiológicos, principalmente los realizados en los Adventistas del Séptimo Día norteamericanos, así como en los vegetarianos y veganos británicos. Aún así, parece que el riesgo de cáncer disminuye.
(Según los resultados obtenidos del Oxford Vegetarian Study, los veganos (no consumen ningún alimento de origen animal) presentaban un 19% menos de cáncer total. Los pescovegetarianos (consumen pescado, pero no carne) un 12% menos y los vegetarianos (toman lácteos y huevos, pero ni carne ni pescado), un 11% menos riesgo de cáncer. En el Adventist Health Study 2, en general, también los veganos fueron los que presentaron menor riesgo de cáncer. Concretamente, los veganos presentaron un 16% menos riesgo de cáncer total y los vegetarianos un 8% menos riesgo de cáncer total (22)).
¿Por qué hay tan pocos estudios científicos sobre cáncer y alimentación vegetariana?
En estos estudios llevan siguiendo a la población vegana y vegetariana durante varias décadas y han ido llevando a cabo estudios para evaluar el riesgo que tienen de sufrir enfermedades crónicas en comparación con los consumidores de carne.
Una de las principales limitaciones de estos estudios es la pequeña cantidad de veganos que hay, lo cual hace que no se puedan a veces obtener resultados demasiado concluyentes, dado que para ello haría falta un mayor número de participantes. Además, tenemos que tener en cuenta que son estudios epidemiológicos y aunque se ajusten diversos confounders (factores de confusión), siempre quedan algunos que serían imposibles de ajustar.
Por ejemplo, se suele ajustar el índice de masa corporal, sí fuma, no o a veces, el ejercicio, entre otros factores. Son algunos ajustes, pero en enfermedades multifactoriales como el cáncer, muchas variables pueden intervenir y no todas son ajustables, ya que cada persona es diferente y tiene una situación en particular, y en los estudios epidemiológicos es imposible individualizar de esa manera.
Dicho esto, gracias a estos estudios podemos obtener una orientación y en tanto los realizados en los adventistas como en los británicos, se está viendo que la alimentación vegetariana y vegana están asociadas a un menor riesgo de diversos tipos de cáncer.
Incidencia de cáncer en veganos, omnívoros y pescovegetarianos
En uno de los análisis combinados más recientes publicados al respecto, con resultados obtenidos del EPIC Oxford Study y el Oxford Vegetarian Study, se evaluaron 2 estudios prospectivos de cohorte en el que se comparaba la incidencia de cáncer en vegetarianos, veganos, omnívoros y pescovegetarianos.
Se vio que, en general, la incidencia de cáncer en vegetarianos, pesco vegetarianos y veganos era menor que en los consumidores de carne. Concretamente, los pescovegetarianos presentaron un 12% menos de riesgo, los veganos un 19% y los vegetarianos un 11%.
Si nos centramos en cada tipo de cáncer, donde se vio que estos patrones alimentarios otorgaban mayor protección, fueron: en el cáncer de estómago, ya que los veganos y vegetarianos presentaron un 63% menos riesgo y los pescovegetarianos tuvieron un 34% menos de riesgo de cáncer colorrectal.
Por otra parte, la alimentación pesco vegetariana y sobre todo, la vegana y vegetariana, estaban asociadas con un significativo menor riesgo de cánceres hematológicos, concretamente un 36% menos (media entre mieloma múltiple, leucemia y linfoma). Se vio que los veganos y vegetarianos tenían un 77% menos de riesgo de mieloma múltiple. Concluyendo, en general, las dietas veganas, pescovegetarianas y también las vegetarianas se vio que estaban asociadas a menor riesgo de cáncer en general [8].
Incidencia menor de cáncer
En otro de los estudios realizados por la Universidad de Loma Linda, se vio que la incidencia de cáncer, en general, en veganos, vegetarianos y pescovegetarianos era menor que los que consumían carne [9]:
- Los vegetarianos fueron los que presentaron menor incidencia de cánceres gastrointestinales, seguidos de los pescovegetarianos y los veganos.
- Los pescovegetarianos fueron los que presentaron un menor riesgo de cáncer del sistema respiratorio, esto es cáncer de pulmón, tráquea, laringe, etc., seguido de los veganos y los vegetarianos.
- Los veganos fueron los que presentaron menor incidencia de cánceres específicos de la mujer, seguidos de los pescovegetarianos y los vegetarianos.
En general, como he mencionado anteriormente, estos tipos de alimentación estaban asociados a una menor incidencia de cáncer.
A continuación, vamos a exponer de manera más clara y detallada los resultados que se han obtenido por ahora en esos estudios en lo que a cáncer y alimentación vegetariana, vegana y pescovegetariana respecta.
Características del Adventist Health Study
Sin embargo, antes de nada, resulta importante explicar algunas características de estos estudios, especialmente el Adventist Health Study:
- Los Adventistas del Séptimo Día son un grupo de cristianos protestantes que están muy concienciados sobre la salud y cuidan mucho su estilo de vida, ya que creen en la importancia de cuidar el cuerpo.
- Hacen ejercicio, no fuman, no beben, en su religión se promueve el vegetarianismo, entre otras prácticas de estilo de vida saludable.
- Hay adventistas que son omnívoros, otros pescovegetarianos, ovolactovegetarianos y algunos son veganos. Sin embargo, los que son omnívoros, siguiendo las pautas de su religión, consumen poca carne, no fuman, no beben, evitan los azúcares refinados, la cafeína y los productos ultraprocesados.
- Los omnívoros evitan el cerdo y embutidos y dan preferencia al pescado y a la carne de ave. Dan especial énfasis a los granos integrales, las frutas, las verduras, leguminosas y frutos secos.
- Los adventistas que son veganos evitan todos los alimentos de origen animal y evitan igualmente el tabaco, el alcohol dan preferencia a los alimentos integrales, mínimamente procesados (granos integrales y demás que hemos mencionado).
- Los ovolactavegetarianos no consumen ni carne ni pescado, pero sí consumen lácteos y huevos.
- Los pescovegetarianos consumen pescado, huevos, lácteos, pero no toman carne.
La población adventista
Por tanto, en el Adventist Health Study 2, todos los participantes, en general, tenían un estilo de vida y alimentación saludable, incluidos los omnívoros. Entonces, en el estudio se compara a omnívoros que siguen una dieta sana con veganos, ovolactovegetarianos y pescovegetarianos. Esto hace que los resultados que se están obteniendo en este estudio sean muy interesantes, ya que estudiando a esta población se puede ver si los que no consumen carne y otros productos de origen animal tienen alguna ventaja frente a los que sí la consumen, aunque sigan un estilo de vida sano.
De hecho, lo que viene a ser la población adventista (tanto los que son omnívoros, como vegetarianos y veganos), por estas prácticas de estilo de vida y alimentación saludable que realiza, tiene menor riesgo de cáncer que la población americana con un estilo y alimentación de vida normal [10].
Por estas razones, en el este estudio, debido a las características que hemos mencionado de los participantes, posiblemente el potencial preventivo de la alimentación vegana y vegetariana saludables pueda verse subestimado, ya que los comparan con omnívoros que comen poca carne y muchos alimentos de origen vegetal sin procesar. Sin embargo, si la población vegetariana y vegana hubiera sido comparada con norteamericanos que siguen una alimentación y estilo de vida convencional, probablemente los diferencias en riesgo de cáncer, diabetes, enfermedad cardiovascular y mortalidad hubieran sido mayores.
Habiendo mencionado estos aspectos, vamos a proceder a describir más detalladamente los resultados que se han obtenido más recientemente en estos estudios en lo que a cáncer se refiere.
Resultados del Adventist Health Study, el EPIC-Oxford Study y Oxford Vegetarian Study
Cáncer colorrectal
Resultados del Adventist Health Study-2, publicados en 2014, en el JAMA, en el que estuvieron siguiendo a vegetarianos, veganos, pescovegetarianos y omnívoros: los pescovegetarianos fueron los que menos riesgo de cáncer colorrectal presentaron, pero, en general, el patrón alimentario vegetariano (vegetariano, vegano y pescovegetariano) estaban asociados a un 20% menos riesgo de cáncer colorrectal.
Sin embargo, el Oxford Vegetarian Study, se vio que dietas vegetarianas no estaban asociadas a un menor riesgo de cáncer colorrectal [11].
Los investigadores no saben con exactitud por qué se han obtenido resultados contradictorios entre los adventistas norteamericanos y los vegetarianos británicos en lo que a cáncer colorrectal respecta. Parece ser que los adventistas vegetarianos están más interesados en la alimentación saludable que los británicos.
Por ejemplo, los adventistas vegetarianos comían bastante más fruta y verdura [12] que los participantes del estudio británico [13]. Además, los veganos adventistas consumen bastante más fibra y vitamina C que los vegetarianos del Oxford Vegetarian Study [14]. La fibra es uno de los componentes de la dieta que más ayuda en la prevención del cáncer colorrectal.
Aunque no sabemos con claridad por qué esa diferencia de resultados en ambos estudios, lo que sí podemos decir es que el hecho de ser vegetariano no implica que uno coma sano, ya que tener una dieta saludable no es solo cuestión de quitar la carne; es mucho más. Hay vegetarianos cuya ingesta de ultraprocesados es hasta mayor que la de algunos omnívoros. Para que una alimentación vegana o vegetariana sea saludable, deberá estar basada en verduras, frutas, granos enteros, leguminosas, frutos secos y semillas. Las galletas, los panes industriales, yogures de sabores cargados de azúcar, helados industriales veganos… por muy vegetarianos que sean, distan mucho de un alimento saludable.
Cáncer de mama
En el Oxford Vegetarian Study, vieron que los veganos tenían un poquito de menos riesgo de cáncer de mama, aunque no era estadísticamente significativo. Los vegetarianos (consumen lácteos y huevos) no presentaron menor riesgo de este tipo de cáncer. Cabe destacar que el número de veganos en este estudio era pequeño, por lo que tampoco se pueden sacar conclusiones claras al respecto.
En uno de los trabajos más recientemente publicados por los adventistas, se ha visto que la alimentación vegana está asociada a un menor riesgo de cáncer específicos de la mujer (como el mama y ovario), en comparación con omnívoros [15]. Más tarde, en 2016, se publicó otro estudio perteneciente al Adventist Health Study-2, en el que los vegetarianos no presentaron menor riesgo de cáncer de mama. Sin embargo, en este mismo estudio, se vio que los veganos sí presentaron cierta protección frente al cáncer de mama. Los resultados son verdaderamente interesantes, pero es necesario que se lleven más estudios en los que se siga a los participantes durante aún más tiempo y que haya un mayor número de veganos [16].
Cáncer de próstata
En cuento a cáncer de próstata, en Adventist Health Study 2, los veganos parecen tener menor riesgo de cáncer de próstata, en comparación con los omnívoros [17]. Además, en este tipo de cáncer, la alimentación vegana parece ser más beneficiosa que la vegetariana, lo cual se deba posiblemente a la exclusión de los lácteos y los huevos, que se trata de alimentos que en diversos estudios se han asociado a un mayor riesgo de cáncer de próstata [18],[19], aunque son necesarios más estudios al respecto que aporten datos más consistentes [20]. En el EPIC-Oxford y el Oxford Vegetarian Study, también se vio algo de menos riesgo de cáncer de próstata en veganos.
En el caso de cáncer de próstata, en 2008 se publicó un ensayo clínico llevado a cabo por el doctor Dean Ornish y su equipo, acerca del potencial de una alimentación basada en plantas y un estilo de vida saludables en la progresión del cáncer de próstata. Los participantes eran pacientes con cáncer de próstata temprano y de bajo riesgo que no estaban siguiendo tratamiento. Los 93 participantes fueron divididos en dos grupos: control (49 participantes, que no hizo ninguna modificación en su estilo de vida) y el de intervención (44 participantes).
Modificaciones en su alimentación y estilo de vida
El grupo de intervención siguió las siguientes modificaciones en su alimentación y estilo de vida: siguieron una dieta vegana saludable (basada en alimentos vegetales integrales, esto es, frutas, verduras, frutos secos, granos integrales, leguminosas) suplementada con soja (tomaban una ración de tofu al día + proteína de soja en un batido). Además, se suplementaron con ácidos grasos omega 3, vitamina E, selenio, vitamina C, incluyeron en su rutina el ejercicio físico moderado durante unos 30 minutos al día y, por otra parte, comenzaron a introducir prácticas de relajación, concretamente 60 minutos diarios de yoga.
Los resultados fueron bastante prometedores. Los pacientes que habían seguido los cambios que hemos mencionado en su alimentación y estilo de vida, vieron reducidos sus niveles de PSA en un 4%, mientras que en el grupo control aumentaron en un 6%. Por otra parte, el crecimiento de las células LNCaP de cáncer de próstata fue inhibido unas 8 veces más en el grupo experimental (que siguió la alimentación vegana y demás) que en el grupo control. Concretamente, en el experimental se inhibió el crecimiento en un 70%, mientras que en el grupo control se inhibieron un 9%.
Tras dos años de seguimiento, el 27% de los participantes del grupo control tuvo que someterse a tratamiento convencional de cáncer de próstata (prostatectomía, radioterapia o deprivación androgénica). En cuanto al grupo experimental, solo el 5% (2 de los 43 integrantes del grupo) tuvo que someterse al tratamiento convencional [21].
Cáncer de ovario
Resultados obtenidos del EPIC-Oxford y el Oxford Vegetarian Study, sugieren que la alimentación vegetariana (en esta ocasión los veganos no fueron clasificados como un grupo aparte, sino que iban incluidos en el grupo de los vegetarianos) estaba asociada a un menor riesgo de cáncer de ovario, pero la dieta que se vio más protectora fue la pescovegetariana.
Cáncer de estómago
En el EPIC-Oxford y el Oxford Vegetarian Study se vio que tanto la dieta vegetariana (en este grupo también iban incluidos los veganos), como la pescovegetariana, estaban asociadas a significativo menor riesgo de cáncer de estómago. Concretamente, las dietas vegetarianas y veganas estaban asociadas a un 63% menos de riesgo de cáncer de estómago.
Cáncer de páncreas
Acerca de este cáncer, los datos más recientes los tenemos del estudio EPIC-Oxford, también se vio que los vegetarianos tenía menor riesgo. En esta ocasión, los veganos no estaban diferenciados de los vegetarianos. Es decir, dentro del grupo “vegetarianos” estaban incluidos los ovolactovegetarianos y los veganos.
Cáncer de vejiga y riñón
También en el EPIC-Oxford se vio que el grupo de los vegetarianos (aquí iban metidos también los veganos) presentaban un menor riesgo de cáncer de vejiga. Sin embargo, cabe mencionar que, tras ajustar el confounder del índice de masa corporal, dicha asociación no fue estadísticamente significativa.
Cánceres hematológicos (linfoma, mieloma, leucemia)
Aquí los resultados obtenidos del Oxford Vegetarian Study y el EPIC-Oxford fueron bastante significativos. Se vio que los vegetarianos y veganos tenían un 36% menos riesgo de estos tipos de cáncer. Donde se vio que ofrecía más protección fue en el caso del mieloma múltiple, ya que los veganos y vegetarianos presentaron un 77% menos riesgo de sufrir este tipo de cáncer.
Autora: Mariana Fígares, coach nutricional, estudiante de Medicina en la UGR y apasionada de la nutrición y salud en base a la evidencia.
REFERENCIAS:
[1] Monica Dinu, Rosanna Abbate, Gian Franco Gensini, Alessandro Casini & Francesco Sofi (2017) Vegetarian, vegan diets and multiple health outcomes: A systematic review with meta-analysis of observational studies, Critical Reviews in Food Science and Nutrition, 57:17, 3640-3649, DOI: 10.1080/10408398.2016.1138447
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[22] Tantamango-Bartley Y, Jaceldo-Siegl K, Fan J, Fraser G. Vegetarian diets and the incidence of cancer in a low-risk population. Cancer Epidemiol Biomarkers Prev 2013;22:286–94
Autora: Mariana Fígares, coach nutricional, estudiante de Medicina en la UGR y apasionada de la nutrición y salud en base a la evidencia.
PUBLICACIÓN ORIGINAL: Cáncer y alimentación vegetariana: evidencia científica