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El libro “SIN ESCAPE: El coronavirus y la Biblia” es una obra llena de respuestas bíblicas a las principales preguntas sobre el COVID-19, que recuerda a todos aquellos que se sienten abrumados por esta pandemia, que solo en Dios y su Palabra podemos encontrar respuestas verdaderas, esperanza auténtica y un lugar seguro en estos momentos de pandemia.

Entre las preguntas que responde este libro se encuentran las siguientes: ¿Quién provocó el Covid-19? ¿Hay alguna profecía cuyo cumplimento podamos asociar con la presente crisis? ¿Qué está haciendo Dios en tiempos de coronavirus? ¿Qué se espera de la iglesia como institución y de cada cristiano individualmente en esta crisis? Estas y otras cuestiones son abordadas considerando solo la Biblia y toda la Biblia.

 

Crisis mundial

Voces se levantan intentado dar una explicación a la crisis mundial que ha provocado la pandemia, y es comprensible, pues lo que no se entiende, en general causa preocupación. Otros, pensando que hay información que se nos está ocultando, generan relatos de conspiraciones secretas y noticias falsas, que intentan atar los “cabos sueltos” de la versión que ofrecen los gobiernos. Estas conspiraciones y bulos en general suelen ser negativas y están dirigidas a encontrar el “culpable de la pandemia”.

Por su parte, los predicadores no se ponen de acuerdo. Unos dicen que es un juicio de Dios “bien merecido” por todo el “pecado acumulado”. Otros dicen que es la venganza de Dios por la persecución de los cristianos que actualmente ocurre en algunos países. También están los que creen que es una plaga apocalíptica, mientras otros se enfocan en decir “paz, paz” y hablan de cómo tener “tu mejor vida” ahora, cuando en realidad no parece haber paz.

La razón por la que, aún en el mundo cristiano, no existe unanimidad en torno a una respuesta bíblica a la actual crisis, es debido a que muchos parten de premisas equivocadas, o no consideran todo el contexto bíblico.

Cualquier abordaje a la injusticia en el mundo debe incluir necesariamente dos temas: el conflicto cósmico entre Dios y Satanás y la realidad de un poder enemigo. Para que esta respuesta sea ser correcta debe iniciar considerando el conflicto cósmico en el cual nos encontramos y que inició en el cielo con la rebelión de Lucifer (Apocalipsis 12:7-9). Mientras que, para ser completa, la respuesta debe considerar la realidad de la influencia de este astuto enemigo en el mundo (1 Juan 5:19; Apocalipsis 12:12).

Estos días la cosmovisión bíblica cobra más relevancia que nunca, pues el mundo está perplejo. Es que, como dijo el filósofo alemán Immanuel Kant: “el hombre no sólo quiere conocer científicamente la naturaleza, sino entender una vida donde parece triunfar la injusticia”.[1] Sin embargo, el estudioso de la Biblia debe tener siempre presente que toda respuesta bíblica al sufrimiento humano debe estar basada, entre otros, en dos principios básicos: sola scriptura y tota scriptura.

Respuestas bíblicas a preguntas actuales

Podríamos señalar información valiosa que la Biblia presenta y nos puede servir para hacer frente a la situación actual sin perder la esperanza, e incluso, nos puede ayudar a ser resilientes.

Debemos iniciar diciendo que la Escritura da evidencias que nos ayudan a saber si esto es una plaga de Dios o no. También identifica por nombre quién provocó está situación y además nos dice por qué razón, y qué propósito se persigue con esta crisis.

En el Antiguo Testamento, la Biblia indica cual es la actitud de Dios frente a las pandemias, e incluso nos señala pautas claras para frenar la propagación del virus (Levítico 13-15). En cuanto al Nuevo Testamento, al estudiar los relatos de sanidad en el ministerio de Jesús, podemos conocer más claramente la actitud de Dios frente a las enfermedades.

Más adelante, después de la ascensión de Jesús, vemos cual fue la actitud de los cristianos frente a las diferentes pandemias que han surgido a través de la historia. La respuesta cristiana, sin importar la época y lugar, tiene en común la misma motivación: en el ejemplo de Jesús y la esperanza del evangelio.

Los cristianos sabemos que “sacar a Dios de la ecuación no elimina el dolor ni el sufrimiento. Los deja intactos. Pero quitar a Dios sí elimina algo: cualquier tipo de esperanza”.[2]  Por eso, en medio de las peores situaciones levantamos a Jesús que es “la luz verdadera que alumbra a toda persona” (Juan 1:9), y que ofrece certezas, esperanza y paz a todo aquel que lo acepta.

El servicio de los cristianos en medio de las grandes pandemias de la humanidad, se ha mantenido intacto a través de los siglos, y en medio de la actual crisis se manifiesta de diversas formas. Debemos tener en cuenta que la razón que los mueve a servir en medio de la pandemia, está motivada por la certeza de que “su vida no depende de un virus maligno, sino de un Dios benigno”.[3]

Esta motivación se manifiesta tanto a nivel colectivo (iglesia), como en lo individual, pues el llamado que Dios hace de servir alcanza ambos niveles. Es por eso, que cada miembro del cuerpo de Cristo siente el compromiso de intentar aliviar el sufrimiento de los demás a través de obras de servicio, oraciones de intercesión, evangelismo, etc.

Permaneced en Jesús

Para esto, buscan permanecer unidos a Jesús, la fuente de su poder espiritual (Juan 15:5), para poder dar a otros de las bendiciones que reciben de él. A través de la lectura de la Biblia, la oración, la adoración y la comunión con otros compañeros de fe, buscan mantener viva su relación con Dios y fortalecerla, pues saben que no podrían ofrecer esperanza a menos que ellos mismos la tengan, pues nadie puede dar lo que no tiene.

En definitiva, creo que “en tiempos de pandemia, un buen cristiano es tan necesario como un buen médico. El primero, trabaja para salvar el alma, mientras que el segundo, procura sanar el cuerpo, y ambos trabajan en favor de Dios”.[4]

Sin embargo, el evangelio no solo ofrece certezas y esperanza para hoy, sino que nos invita a mirar al futuro con la seguridad de que lo mejor está por venir. Cada persona que se acerca al evangelio encontrará certeza para hoy, de manera que se pueda mantener de pie en medio de la tormenta actual, y esperanza para mañana.

Al mirar al futuro, vemos la segunda venida de Cristo como el evento decisivo que marcará el inicio de un mundo nuevo donde mora la justicia (2 Pedro 3: 13). Mientras llega ese día, podemos decir junto al profeta Habacuc: “Aunque la higuera no florezca, ni haya frutos en las vides; aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos; aunque en el aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos; aun así, yo me regocijaré en el Señor, ¡me alegraré en Dios, mi libertador!” (Habacuc 3: 17-18).

El presente artículo es un extracto del libro Sin Escape: El coronavirus y la Biblia

Opciones de descarga: 

Enlace descarga gratuita: https://fajardoluis.com/
Enlace video de descripción: https://youtu.be/xhzz7ZDfKi4

Autor: Luis R. Fajardo, Estudiante de la Facultad Adventista de Sagunto

NOTAS:

[1] José A. Martín. Leer la Biblia con Paul Ricoeur. Aula7activa-AEGUAE, (Barcelona, España), 2020
[2] John Lennox, ¿Dónde está Dios en un mundo con coronavirus? (Bogotá: Poeima Publicaciones, 2020), 45.
[3] Luis R. Fajardo, ¿Sin escape: el coronavirus y la Biblia? (Valencia, España: Ediciones fortaleza, 2020), 97.
[4] Luis R. Fajardo, ¿Sin escape: el coronavirus y la Biblia? (Valencia, España: Ediciones fortaleza, 2020), 90.

Revista Adventista de España