A lo largo de las próximas semanas vamos a compartir algunas reflexiones (la reflexión es el primer paso si queremos cambiar, mejorar, crecer). Os invitamos, ante la llegada del nuevo año, a tener estos 21 días de reflexión en torno a nuestras familias, con el propósito de que este próximo año sea de gran bendición para nuestros hogares.
“Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas…” Dt.11:19
Como bien sabemos, se está refiriendo a los textos que Dios nos ha dejado en su Palabra. Y el versículo completo, en un precioso énfasis, extiende esta exhortación a cuatro momentos temporales:
- Cuando te acuestes
- Cuando te levantes
- Cuando te sientes
- Cuando andes
Si uno lo piensa, es difícil no estar dentro de alguna de estas situaciones (sólo deja “libres” las horas de sueño).
Dios quiere que la Palabra esté de continuo en nuestra boca y que sea lo que más le transmitamos a nuestros hijos, por ser lo más valioso que podemos ofrecerles cuando hablamos.
Claro que no será necesario usar siempre los textos bíblicos de forma literal, pero sí lo será compartir los principios que emanan de ellos. Un texto literal de las Escrituras es poderoso, pero no siempre indispensable.
Por otra parte, hay que destacar algo importante en el texto que nos ha introducido, aplicándolo también a la institución familiar: “las enseñaréis”. No era una indicación particular dirigida a una persona, eran palabras dirigidas a la totalidad del pueblo, del que formaban parte hombres y mujeres, y del que formaban parte las familias. Ambos cónyuges deben emplearse en la transmisión de los valores cristianos. No es sólo misión fundamental de uno de ellos. Somos ambos, marido y esposa, quienes tenemos la responsabilidad y el privilegio de hacer nuestra esta indicación de Dios.
Autor: Antonio Martínez, departamental de Familia y 60 Plus de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.
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