Vivimos en tiempos asombrosos. Quienes están en sintonía con las profecías y los eventos bíblicos, tanto dentro como fuera de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, son conscientes de que Dios está realizando algo inusual. Creo con todo mi corazón que Jesús viene pronto. Si bien nadie nunca debería predecir una fecha específica, la Biblia nos da señales que señalan al momento justo antes del regreso del Señor. ¡Y ese momento es ahora!
Como sabes, la Biblia y el Espíritu de Profecía llaman a un reavivamiento y una reforma. Esto significa cumplir con las instrucciones de Dios para la preparación a fin de recibir la lluvia tardía del Espíritu Santo, como se la predice en Joel 2, Oseas 6 y Hechos 2. Sus instrucciones están claramente detalladas en 2 Crónicas 7:14. Dios nos habla hoy, y dice: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”.
Cuando nos humillamos ante Dios, mediante el poder del Espíritu Santo, orando fervientemente por su conducción, buscando su Palabra y renunciando a nuestras propias agendas personales, y permitimos a Dios que nos guíe a la verdad, él nos oirá, nos perdonará y nos sanará. Él nos conducirá a una comunión más estrecha con él, para que podamos finalizar su obra aquí, en la Tierra.
Ore como nunca antes. Dios nos llama a una relación reavivada y reformada con él, a fin de que estemos preparados para proclamar los mensajes proféticos que nos ha confiado como iglesia remanente. La comprensión profética adventista de los libros de Daniel y Apocalipsis nos ayuda a mantener nuestro marco teológico, al darnos propósito, identidad y una visión clara de nuestra misión mundial.
Dios nos llama a compartir el mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14 en este instante. Si alguna vez hubo un momento oportuno para la comprensión de ese mensaje en una era secular, es ahora.
RECIBIR. CREER. REAVIVAR.
Para poder proclamar estos mensajes, primero debemos internalizarlos en nosotros mismos, al recibirlos, creer en ellos y ser reavivados por ellos. ¿Cómo nos reavivan estos mensajes especiales?
Nos transforman a medida que los vamos internalizando. Estos mensajes están llenos de luz y, al convertirse en parte de nosotros, brillan a través de nosotros como luz para otros. Entonces, entendemos cuán vitalmente verdaderos son estos mensajes y, como amamos a Dios, deseamos compartir esta verdad transformadora con los demás.
Esta es nuestra comisión, que hemos recibido de Jesús mismo, según se la da en Apocalipsis 14. Es una comisión para su iglesia remanente, y es una obra que no se ha dado a nadie más.
Se nos dice en Testimonios para la iglesia, tomo 9, página 17: “En un sentido muy especial, los adventistas del séptimo día han sido colocados en el mundo como centinelas y transmisores de luz. A ellos ha sido confiada la tarea de dirigir la última amonestación a un mundo que perece. La Palabra de Dios proyecta sobre ellos una luz maravillosa. Una obra de la mayor importancia les ha sido confiada: proclamar los mensajes del primero, segundo y tercer ángeles. Ninguna otra obra puede ser comparada con esta y nada debe desviar nuestra atención de ella”. (1)
EL MENSAJE DE LOS TRES ÁNGELES
Los primeros creyentes adventistas predicaron el mensaje del regreso de Jesús en 1844, y enfrentaron el Gran Chasco, como se lo profetiza en Apocalipsis 10. Su trabajo, sin embargo, aún no estaba completo. Había un mensaje adicional que Dios quería que transmitieran al mundo. Este mensaje está dividido en tres partes, según se lo presenta en Apocalipsis 14:6 al 12.
Primer mensaje: El mensaje del primer ángel (vers. 6 y 7) proclama el evangelio eterno, la salvación a través de la justicia y la gracia de Cristo: su poder justificador y santificador. El ángel anuncia que el tiempo del Juicio ha llegado, y llama a las personas a volver a la verdadera adoración a Dios y a reconocerlo como Creador.
El llamado a adorar a Dios como Creador automáticamen- te confiere a las personas la responsabilidad de observar el día que honra su acto crea- dor. La humanidad creada no puede honrar a su Creador si cuestiona el Mandamiento de guardar el santo sábado, el séptimo día de la semana, que Dios mismo separó como recordatorio de su Creación.
Durante el tiempo de conflicto que precede inmediatamente al regreso de Jesús, el séptimo día, como día de reposo, será el asunto central del conflicto. Elena de White escribe: “El sábado será la gran piedra de toque de la lealtad; pues es el punto especialmente controvertido. Cuando esta piedra de toque les sea aplicada finalmente a los hombres, entonces se trazará la línea de demarcación entre los que sirven a Dios y los que no lo sirven”. (2)
Adorar a Dios como Creador significa que debe haber voluntad para rechazar las falsas teorías sobre el origen de la vida, incluida la de la Evolución. Es imposible creer en la Evolución teísta, o general, y decir que Dios es el Creador del cielo y la Tierra, y de toda la vida que en ellos hay. Mantente firme del lado de la postura de la creación del mundo por parte de Dios, en seis días literales y consecutivos, con la coronación de esa semana con el mismo sábado maravilloso que hoy disfrutamos cada siete días.
Segundo mensaje: El mensaje del segundo ángel, presentado en el versículo 8, que anuncia la caída de Babilonia, fue presentado por primera vez en el verano de 1844. Debido a que este anuncio sigue cronológicamente, en la profecía, a la predicación del Juicio, y debido a que las iglesias a las que se aplica este mensaje una vez fueron puras, Babilonia aquí se refiere a las iglesias que rechazaron la advertencia del Juicio.
El segundo mensaje: “Ha caído Babilonia” se repite en Apocalipsis 18:1 al 4. El pueblo de Dios que permanece en Babilonia es llamado a salir de ella para no ser culpable de participar en sus pecados y para no recibir las plagas que serán derramadas sobre ella. Por lo tanto, Babilonia está compuesta por las iglesias que enseñan muchos errores teológicos transmitidos a través de la iglesia de la Edad Media.
Tercer mensaje: el mensaje del tercer ángel, que se encuentra en los versículos 9 al 11, contiene una advertencia clara: no adorar a la Bestia ni a su imagen, ni recibir su marca. Hacer eso resultaría en la total aniquilación. El contenido del tercer mensaje está basado en la profecía del capítulo anterior, Apocalipsis 13. La Bestia representa a la iglesia apóstata. El segundo animal de este capítulo, que representa a los Estados Unidos, crea la imagen de esta bestia. En la página 443 de El conflicto de los siglos se brinda una definición de la imagen de esa bestia.
Estamos muy agradecidos por la libertad religiosa que garantizan muchos países, incluido Estados Unidos. Según la profecía bíblica, sin embargo, está llegando el momento en que se restringirá nuestra libertad religiosa, y las iglesias controlarán tanto al Gobierno que este aprobará leyes que cumplan los deseos de las iglesias apóstatas. (3)
La marca de la bestia: la observancia de otro día que no sea el séptimo día, sábado, es una institución que representa la autoridad de la Bestia. Una iglesia mundial ostenta, osadamente, que ha cambiado el séptimo día, sábado, instituido en la Creación, al domingo. Otras iglesias indican que adoran en domingo como recordatorio de la resurrección de Cristo. No se encuentra ninguna afirmación que autorice esto en las Escrituras. Como resultado, se elimina el reconocimiento debido al Creador.
EFECTO PODEROSO
Los dirigentes religiosos apóstatas no podrán refutar la evidencia de la Escritura sobre la santidad del sábado como día de reposo, y eso los llena de ira. Como consecuencia de eso, los guardadores del sábado serán perseguidos y encarcelados. En medio de estos eventos, la proclamación del tercer mensaje tendrá un efecto nunca antes visto. Las personas verán que las profecías de Daniel, Mateo, Lucas, Apocalipsis, y de otros lugares de las Escrituras, se están cumpliendo exactamente como los guardadores de los Mandamientos dijeron que se cumplirían. La formación de la imagen de la Bestia y la promulgación de la ley dominical llevarán a la ruina nacional e internacional.
Quienes se aferren a su Salvador y se rehúsen a abandonar las verdades encontradas en los mensajes de los tres ángeles se darán cuenta de que deben cumplir su deber de presentar estos mensajes y dejar los resultados a Dios. Leemos que tendrán “semblantes iluminados”, y que se “apresurarán de lugar en lugar para proclamar el mensaje celestial”. […] Se realizarán milagros, los enfermos sanarán, y signos y prodigios seguirán a los creyentes […]. Es así como los habitantes de la Tierra volverán en sí para adoptar una posición”. (4)
FUTURO EMOCIONANTE
Estudiantes bíblicos de Daniel y Apocalipsis: este es el emocionante futuro al cual tú y yo hemos sido llamados, para ayudar a finalizar la gran obra de Dios, proclamando estos mensajes poderosos. Solamente si confiamos completamente en Jesús y en su justicia, y en el poder del Espíritu Santo, seremos capaces de alcanzar algo. Dios nos está preparando, a ti y a mí, para algo fuera de lo común, que pronto sucederá: el derramamiento de la lluvia tardía de Espíritu Santo, para que seamos reavivados y podamos estar listos a fin de proclamar con osadía estos mensajes impresionantes.
Dios está cambiando los corazones de quienes escuchan estos mensajes proféticos maravillosos; quienes necesitan tomar una decisión por Cristo. Qué gran privilegio es compartir este mensaje profético, y pedir con humidad a Dios un reavivamiento y una reforma, por medio del Espíritu Santo.
¿ESTAMOS DISPUESTOS?
Como creyentes en las profecías, en la justicia de Cristo y en su pronto regreso, ¿estamos dispuestos a renovar el compromiso con Cristo, siguiendo su ejemplo de advertir al mundo y compartir su amor? ¿Estamos dispuestos a compartir estos mensajes distintivos y proféticos de los tres ángeles? ¿Estamos dispuestos a ser usados por Dios, para compartir con amor y poder su mensaje final de redención, amor y juicio?
Entonces, primero recibamos y creamos estos mensajes nosotros mismos, para que nos reaviven, nos reformen y nos transformen, para que la luz de la verdad brille a través de nosotros a un mundo en oscuridad.
Un día, muy pronto, miraremos hacia arriba y veremos una pequeña nube oscura, del tamaño de la mitad del puño. Se hará cada vez más grande, y brillará más y más. Millones de ángeles conformarán esa nube maravillosa, con un arco iris brillante encima y relámpagos por debajo. En el centro de esa nube maravillosa estará el Ser al que hemos esperado: nuestro Salvador y Señor, que vendrá como Rey de reyes y Señor de señores. ¡Qué gran día será ese!
Si deseas someterte humildemente al Señor, quien inspiró la escritura de los libros de Daniel y Apocalipsis, quien nos invita a ser reavivados y a proclamar el mensaje de los tres ángeles, y quien puede salvarnos con su manto de justicia y su poder santificador, para ser cada vez más semejantes a él; si quieres pedirle que te use para compartir sus mensajes proféticos en estas horas finales de la historia de la Tierra, te invito ahora mismo, mientras lees esto, en el lugar donde estés, a inclinar tu rostro y asumir un compromiso con Cristo, a pedirle que te reavive, a través de una nueva comprensión y aceptación del mensaje poderoso de los tres ángeles. Que Dios te dé la valentía y la fortaleza para compartir estos mensajes impresionantes con el mundo.
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Referencias:
(1) Elena de White, Testimonios para la iglesia (Florida, EE.UU.: Asociación Publicadora Interamericana, 2008), t. 9, p. 17.
(2) Elena de White, El conflicto de los siglos (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2008), p. 663.
(3) Ibíd., p. 445.
(4) Ibíd., p. 670.
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PREGUNTAS PARA PENSAR:
1. ¿Qué significa vivir en la paciente esperanza del regreso de Jesús?
2. ¿Por qué el sábado será “la gran prueba de lealtad”en el tiempo del fin? El cuarto Mandamiento ¿es el más importante de todos?
3. ¿Cuál debe ser nuestro foco al anticipar el pronto regreso de Cristo? ¿Desarrollar nuestra relación personal con él? ¿Ayudar a otros? ¿Estudiar las doctrinas bíblicas? Explícate.