«Entonces Agripa dijo a Pablo: Se te permite hablar a tu favor. Pablo entonces, extendiendo la mano, comenzó así su defensa». (Hechos 26: 1).
En el artículo 16 de nuestra Carta Magna, España es definida como un Estado social y democrático de derecho que aborda el asunto religioso desde la aconfesionalidad; esto es, no existe ninguna religión oficial a nivel nacional, pero se firman acuerdos y se mantienen relaciones cordiales con aquellas confesiones que gocen de un demostrado arraigo dentro del territorio español.
Constitucionalmente, el desarrollo de este artículo deriva en el reconocimiento de un derecho, el de la Libertad religiosa, que debería ser de gran auxilio para cualquiera que, como los adventistas, pertenecemos a una religión minoritaria dentro del país. Por desgracia, la realidad dista aún de ser la ideal.
La Libertad religiosa frente a la realidad cultural española
No podemos obviar dos circunstancias coyunturales que en España han afectado al desarrollo del protestantismo en general, y del adventismo en particular. La primera es que partimos de una tradición religiosa muy concreta, la católica, que ha construido en el pasado y a lo largo de los siglos una estructura sólida y fuertemente cimentada en la idiosincrasia y cultura nacionales.
El segundo elemento es mucho más actual, y tiene que ver con la indiferencia colectiva hacia cualquier cuestión de carácter espiritual, lo que se ha convertido en una inercia o tendencia que marca poderosamente la forma en la que la sociedad española se relaciona con cualquier movimiento o institución que tenga carácter religioso, y no para bien precisamente.
Todo ello acaba afectando, más allá del ciudadano de a pie, a los medios de comunicación y aun a las instituciones públicas, que manifiestan un claro desconocimiento (cuando no una desatención) de las diferentes causas por las que se vulneran los derechos que ostentamos aquellos que nos declaramos creyentes y no profesamos la religión mayoritariamente practicada en el Estado.
Defensa del sábado e instituciones colaboradoras
En lo relativo a la Iglesia Adventista, el mayor caballo de batalla ha sido y sigue siendo la protección del sábado frente a las injerencias que derivan de la vida cotidiana. De ahí la importancia de hacer valer nuestros derechos dentro del marco normativo existente y mientras ello sea posible. Y aunque es verdad que existen un gran número de supuestos en los que no podemos encontrar amparo más allá de la buena fe de las partes (esencialmente, todo lo que deriva del derecho privado), en otros muchos casos la aplicación de la legislación vigente nos es favorable.
A tal efecto, existen hoy en día organismos útiles que vienen a auxiliarnos en la defensa de nuestros derechos, siendo los más dignos de mención los dos siguientes:
ADLR
* ADLR (Asociación de Defensa de la Libertad Religiosa) y su vertiente internacional AIDLR. Es una organización puramente adventista, dependiente de la División Inter-europea y con Sede en Berna. Fue fundada en París en el año 1946, y en la actualidad está dotada del estatuto de órgano consultivo del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, de la UNESCO y del Consejo de Europa. En España fue reconocida oficialmente en 1981.
Dentro de su Declaración de Principios, reconoce el derecho a la Libertad Religiosa como una institución divina que podemos y debemos ejercer como cristianos, así como la necesidad de una separación neta entre la iglesia y el estado que favorezca lo anterior. Entre sus funciones principales encontramos las de defender y promover el ejercicio de dicha Libertad Religiosa, fomentando su divulgación en ámbitos públicos e intelectuales, e instando a su protección institucional.
FEREDE
* FEREDE (Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España). La participación adventista en este organismo ha sido fundamental, entre otras cuestiones, para el reconocimiento actual de nuestro derecho a guardar el sábado en ámbitos académicos, tal como expresa la Ley 24/92 de Cooperación con las entidades evangélicas.
En la actualidad, la FEREDE es también la entidad que facilita y permite la inscripción de nuestros templos a nivel nacional, y con ello su reconocimiento dentro de la oficialidad del Estado.
Objetivos principales
Con todo, los retos a los que nos enfrentamos en la actualidad siguen siendo múltiples y de una entidad creciente. A fin de poder abordarlos con garantía de éxito, desde el Departamento de Libertad Religiosa planteamos cuatro objetivos esenciales que, como si de las cuatro patas de una mesa se trataran, nos permitan mantenernos firmes y prosperar frente a ataques y amenazas:
a) Apoyo a las iglesias. Los miembros que desean ser fieles siguen siendo las principales víctimas de la vulneración de nuestros derechos, por lo que es fundamental que conozcan la legislación que les ampara y los procedimientos a seguir en colaboración con sus pastores, amén de recibir auxilio directo a través del Departamento en toda situación que así lo requiera.
b) Mayor presencia frente a las instituciones públicas, haciéndonos presentes en todo contexto que tenga que ver con nuestra realidad religiosa, y en especial con el sábado, a fin de dar a conocer nuestra fe en consonancia con la legitimidad que nos concede la normativa española.
c) Colaboración con la FEREDE en tanto en cuanto órgano que nos puede permitir en el futuro ampliar nuestro marco de protección, así como facilitar en todo caso el diálogo institucional.
d) Uso de la ADLR para promocionar eventos que permitan promocionar la necesidad de una mayor protección de la Libertad Religiosa en España, así como plataforma de ayuda y cooperación internacional entre pastores que compartan sus experiencias en los distintos campos, así como las diferentes problemáticas y soluciones que derivan de ellas.
Conclusión
En más de un sentido, a pesar de las dificultades y más allá de lo puramente jurídico, nuestra defensa como creyentes nos puede colocar en una situación privilegiada frente a las autoridades, que no es muy diferente a la del propio Pablo confrontando al rey Agripa y manifestando su fe con plena libertad, tal como relata Hechos 26. Esta debería ser nuestra mayor preocupación y meta, pues no hay crisis o conflicto que el Señor no pueda reconducir hacia una gran bendición.
Autor: Rubén Guzmán, responsable del Departamento de Libertad religiosa en la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.
buenas noches desde hace años no he leido mucho sobre libertad religiosa en mi pais ,venezuela. me gusta compartir este tipo de informacion al respecto ,estuve leyendo me gusta el articulo por la importancia que tiene la libertad religiosa en europa
gracias
carlos ramirez
Nos alegrará que la compartas. Ojalá existiera libertad religiosa en todo el mundo. Lamentablemente, dista mucho de ser así. Muchas bendiciones, estimado Carlos.