Introducción
Vivimos un momento en que la paridad ha pasado al primer plano de la actualidad. Sin embargo, sería bueno que no aceptaramos la intervención femenina simplemente porque es “políticamente correcto”. Deseo que en nuestro medio no sea así, y espero colaborar para que no lo sea. Por eso, me atrevo a escribir estas líneas, aprovechando un error que cometí en mi reseña del pasado 7 de octubre con respecto a la jubilación de nuestra hermana Mª Teresa Sierra.
En ese escrito destaqué que me parece una mujer de gran valía. Es evidente que su entrega ha sido plena. Tanto a la labor educativa, en varias instituciones académicas adventistas; como a la geriatría, en la Residencia Maranatha. No obstante, en la reseña citada afirmé que “ha sido también la primera mujer directora de un centro escolar, oficial, adventista en España”. Y debo matizar esta afirmación. Lo hago con humildad intelectual, ya que en ese momento no poseía todos los datos históricos. El vértigo en el que vivimos nos aboca a la rapidez y cometí el error de la inmediatez.
El dato correcto
El dato correcto es que fue nuestra hermana quien empezó los trámites para el reconocimiento de nuestra escuelita, pero no llegó a finalizarlos. El reconocimiento oficial vino en el periodo posterior, después que marchara a Uruguay a servir en otra institución educativa de nuestra iglesia.
Motivado por este desliz intelectual, he procurado investigar todo, con diligencia, desde el comienzo y escribirlo en orden. Debo deciros que no ha sido fácil, pues muchos de los protagonistas descansan, y quienes quedamos empezamos a tener la memoria flaca. Con la aportación de hoy deseo rectificar aquella información, a la vez que remarcar la valía de nuestra hermana y de otras que le antecedieron y sucedieron. A todas ellas agradezco su colaboración, e informaciones, para poder presentaros “en orden, la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos” (Lucas 1:3). No obstante, si algún dato no se corresponde con la realidad, agradeceré cualquier aportación.
Pasos previos
En la historia de nuestra iglesia, ha habido mujeres destacadas, también en España, gracias a las cuales aspectos como la educación han podido avanzar.
Desde el momento en que los primeros adventistas pisaron suelo ibérico, las mujeres han estado apoyando la labor de evangelización. Una de las primeras labores llevadas a cabo por nuestros pioneros fue instaurar una escuela en Sabadell, pero no fue una mujer quien la dirigió, aunque estaba detrás apoyando y trabajando.
La primera mujer emprendedora, en labor educativa, en la historia de nuestra iglesia en España fue nuestra hermana Mercedes Sanz. Madre de los pastores Manuel y Alberto Martorell, y abuela del pastor Sergio Martorell, en 1922 se graduaba como Maestra en la escuela Normal de Cartagena, donde vivía con sus padres. Posteriormente, en 1931 se casó, en Jérica, con Manuel Martorell Jordà. Y fue con él, en los años de la II República que dedicó esfuerzos y tiempo a abrir aulas educativas en su casa de Barcelona. En ellas enseñó los valores que nos transmite el evangelio. Desgraciadamente esos esfuerzos duraron poco, ya que los tiempos corrían difíciles y una guerra civil dio al traste con proyectos, expectativas e ilusiones en cualquier aspecto de la vida de los ciudadanos españoles.
El Gobierno prohibe cualquier actividad “protestante”
Todos tenían sus esperanzas puestas en que el final de esa contienda abriera nuevos tiempos, y horizontes más favorables. Terminada la guerra, nuestra hermana siguió trabajando, con la labor educativa, en su casa de Badalona. Y en años posteriores en Fraga. Pero no era fácil. El nuevo Gobierno prohibió cualquier actividad vinculada a pensamientos “protestantes”, como se puede comprobar en el facsímil que se reproduce junto a estas líneas. El periodo de post-guerra no favorable a actividades que no siguieran el pensamiento mayoritario. Las autoridades se habían empeñado en una cruzada contra el pensamiento protestante, y en la reimplantación del catolicismo en España.
Es cierto que en aquellos tiempos no se requerían tantos trámites, permisos, inspecciones y burocracia administrativa. Por tanto, resultaba más fácil abrir una escuelita o aula educativa de “hogar”. Pero que fuera más fácil administrativamente, no quita valor a atreverse a hacerlo y lograrlo en un entorno social adverso. Vaya mi reconocimiento a nuestra hermana Mercedes, por ser la primera mujer adventista en España en tomar la iniciativa de emprender la labor educativa en nuestro suelo y en épocas difíciles.
Nuevas perspectivas
Acabada la postguerra, y mediado el siglo XX se abrió un nuevo periodo motivado por 3 aspectos importantes: el florecimiento económico de la década de los 60, las conclusiones del Concilio Vaticano II y el intento de normalizar las relaciones internacionales.
Una nueva visión socio-política comenzaba, con ella volvieron los intentos de nuestra iglesia para seguir trabajando en el área educativa. Pero la mentalidad y la economía del país avanzaban despacio y las finanzas de la feligresía no eran boyantes, con lo que todos los proyectos educativos que se emprendieron costaban esfuerzos y sacrificios.
Se aprovechaban las dependencias de los edificios del templo para uso escolar con las ventajas e inconvenientes que ello reportaba. Sea como fuere, la feligresía adventista realizó esos esfuerzos para que sus hijos fueran educados conforme a los principios bíblicos.
Barcelona
En 1960 la hermandad de Barcelona, decidió emprender la instalación de una escuela para sus hijos. Aquel año regresaba a la ciudad condal la maestra Violeta Balué. Era una chica joven, pero con experiencia y buena preparación. Egresada en 1956 de la escuela de magisterio de Barcelona, con experiencia docente en el Colegio Excelsior de Madrid y no ganadora de una premio docente porque “no era católica”, volvía a su ciudad natal después de un tiempo dando clases de español en nuestro colegio en Collonges-sous-Salève (Francia). Se le pidió a la maestra Violeta que iniciara los trámites para la instalación de una escuela en Barcelona. La intención era instaurar una clase unitaria, donde niños y niñas compartieran el aula. Violeta comenzó los trámites. Capítulo aparte sería necesario para relatar las aventuras y desventuras que tuvo que pasar para poder llevar a cabo toda la tramitación. Valga solo mencionar que para poder realizar los trámites de apertura de una escuela era necesario que un cura católico certificara que la persona solicitante era “buen católico”. Ni que decir tiene lo que podía ocurrir cuando se hablaba del proyecto educativo que se pretendía realizar.
Las autoridades no consintieron
Violeta presentó la documentación requerida, pero las autoridades no consintieron dar permiso para el
ideario propuesto, ni vieron con buenos ojos que ese proyecto fuera liderado por una mujer y exigieron la presencia de un maestro, que por supuesto fuera “buen católico” para encargarse de los niños. La feligresía pidió al maestro Avelino Sáez que formara parte del proyecto. Dejaremos para otro artículo el cómo Dios fue acompañando los trámites para que se pudiera inaugurar la escuela. A partir de ese momento fue Avelino el director titular de la escuela, quedando Violeta en el lugar que el contexto gubernamental le exigía a la mujer. En la actualidad esta querida escuela está dirigida por otra mujer, Betlém Polo.
Mención especial merece la escuela de música como departamento anexo al Colegi Urgell. Desde sus inicios, en 2011, ha sido dirigido por Esther Gómez, obteniendo el reconocimiento oficial en 2015.
Madrid
En 1962 nace el Colegio Timón siguiendo la estela que marcaron el Colegio Excelsior y el Seminario Adventista Español. Fue en principio una escuela unitaria de 4 cursos dependiente de un colegio público. Al abrirse esa escuela, el maestro Fernando López y la maestra Gloria Cruz fueron los pioneros de la misma y trabajaron juntos durante 5 años. La primera mujer directora titular del colegio Timón fue la maestra Ana Lugo desde 1998 hasta el 2000. Mari Paz Establés desde el 2000 al 2005. En el 2017 la dirección pasó a Ana Lugo hasta hoy, siendo Mari Paz Establés la administradora del Colegio.
Zaragoza
En el año 1963 se inició en Zaragoza un proyecto educativo con un grupito de niños, en el domicilio de Manuel Adán. Su esposa, Rosalía Rovira, enseñaba a niños de la iglesia para que pudieran tener una formación cristiana.
Para que más niños pudieran formar parte de esa iniciativa educativa de la iglesia, en Diciembre de 1963 comienza una escuela en la calle Rusiñol, del barrio de Las Fuentes. Aunque quien figuraba como responsable era Manuel Adán, fue Rosalía Rovira, su esposa, quien impartía las clases. Estuvieron allí por dos semanas hasta que vino la Navidad.
La capital aragonesa fue castigada especialmente por la vigilancia gubernamental. Capítulo aparte merece la descripción de la férrea vigilancia a la que fue sometida la feligresía zaragozana.
La policía cierra la escuela
El día que volvieron a la escuela después del día de Reyes, el 8 de enero de 1964, al mediodía, mientras los niños estaban comiendo, entró la policía y cerró la escuela. A partir de ese momento siguieron las actividades escolares en casas particulares de diferentes miembros de la iglesia. Aunque fue un periodo breve, un año, también merece ser reconocida la labor, atrevimiento y dedicación de Rosalia, en años complicados para la educación adventista.
Hasta la reanudación de las clases en las dependencias de la iglesia de Torrero a finales de 1965, se siguieron dando clases en casa del pastor Félix Pagés con Carela Gullón como maestra, en la iglesia de San Agustín, con Rosalía Rovira, en su domicilio y el tercer grupo en casa de Violeta Balué, que en aquel entonces se trasladó a la capital del Ebro acompañando a su esposo. Este plan duró el año que se tardó en adaptar el espacio de la iglesia de Torrero.
Se reanudan las clases
Se reanudaron las clases en las nuevas instalaciones del templo de Torrero el curso 1965-66. El matrimonio de Luis Gonzalez y Violeta Balué se encargó de la nueva escuelita. Aunque la figura masculina volvió a ser la titular del Centro, nuevamente fue una mujer quien puso la titulación, la experiencia y llevó el peso de la educación de nuestros niños.
Posteriormente Mª Carmen Ballester, una de las alumnas que vivió la intervención policial de la antigua escuela, fue quien retomó la labor y con esfuerzo logró coordinar el equipo que siguió la labor del Colegio Rigel desde el 1986 hasta el 1988. Otra mujer, Begoña Ciudad, siguió llevando la labor educativa en el curso 1999-2000. Le sucedió Ana Lugo, quien asumió la dirección del centro desde el 2000 al 2013. Desde ese momento hasta la actualidad es Ana Isabel Fernández la encargada de la dirección de la Escuela.
Murcia
En el año 1970, en Murcia los miembros de nuestra iglesia le pidieron a la maestra Gloria Cruz (1970-75) que emprendiera la labor de fundar una escuela. Nuevamente las dependencias del templo acogieron a los niños adventistas y otros vecinos que confiaron en nuestro sistema y filosofía educativa. Esta vez sí fue una clase unitaria, con niñas y niños en la misma clase, desde los 5 a los 9 años. A pesar de que corrían otros tiempos, matricular a un niño en una escuela de iglesia era un acto de valentía y de riesgo, nos explica la Maestra Gloria Cruz, ya que las autoridades toleraban, aunque no siempre facilitaban, la labor de las escuelas de iglesia. En este caso el Delegado provincial de educación colocó bajo la tutela del Colegio público los alumnos de nuestra escuela.
Posteriormente Mª Carmen Perona (1975-77) y Ana Mª Gómez (1977-82), dirigieron la labor educativa en esa escuela primaria adventista en Murcia, estando adscrita al Colegio público. Eran tiempos heroicos en los que la maestra era directora, maestra, administradora, gestora, limpiadora, madre,…
(Gloria Cruz con los alumnos del curso 1970-71)
Lleida
También los hermanos de Lleida quisieron que sus hijos recibieran su formación escolar acorde a los valores del evangelio de Jesús y pusieron en marcha una escuela en 1974 con Luis González y Elena Carrera, dirigida posteriormente por Edurne Malaxechevarria 1977-79.
(No disponemos de foto de Edurne)
Sagunto
En el año 1974 se iniciaron las clases en las nuevas instalaciones del Seminario Adventista de Sagunto, (futuro CEAS). Profesores y alumnos se encontraban con que sus hijos debían ser escolarizados. La escuela más próxima estaba a 4 Km. Estudiada la logística de traslados, los padres decidieron acogerse a la opción que daba la ley de educación conocida como “escuela hogar”, la cual permitía a los padres educar a sus hijos en su propio hogar siendo examinados al término del curso en un colegio público.
La pequeña escuela hogar
Nuevamente tenemos que remarcar la labor de las mujeres en el empuje del trabajo educativo. En 1976 se inició una pequeña escuela hogar donde acudían los hijos de los profesores y alumnos del CAS. Nancy Nixon de
Carbonell (1976-78) fue la primera maestra responsable del grupo. Posteriormente Esther Saguar (78-79) y Elisabeth Saguar (80 -83) se encargaron de la enseñanza de los alumnos de una “escuelita” que no paraba de crecer. En aquel entonces el director del colegio público responsable de examinar a nuestros niños, le dijo a la maestra responsable que como las maestras del “colegio” tenían la misma titulación que ellos, no hacía falta que los llevaran a examen, que aceptarían los exámenes que ellas hicieran.
La siguiente responsable de la enseñanza de los alumnos de primaria fue Mª Teresa Sierra (83-85), quien puso manos a la obra para realizar los trámites necesarios para oficializar y regular la escuela, que ya
no era “hogar”, pues el número de profesores, empleados y alumnos casados aumentaba y seguía atendiendo a un número de alumnos injustificables como “hogar”.
La democracia ya había llegado y las mentalidades iban cambiando, pero no en todas las personas, pues algunos de los directores de colegios públicos no aceptaban nuestra “enseñanza hogareña”. Se tuvieron que distribuir los alumnos entre 3 de los colegios de la ciudad de Sagunto. Sucedió a Teresa Sierra, Antonio Polo, quien terminó las gestiones de reconocimiento oficial de nuestra escuela el 23-06-87.
El CAS
Desde entonces el Colegio Adventista de Sagunto (CAS), hoy integrado en el Campus Educativo Adventista de Sagunto (CEAS), ha podido gozar de dirección femenina. Se lo debe a las maestras Elisabeth Entrena (1995-96), Mª Ángeles Armenteros (2004-07) y Rosana Moliner (2012- …) en Primaria; y a Magdalena Portero (1999-2002) y Cristina Andreu (2009-12), en Secundaria.
Conservatorio
Otro aspecto importante de la educación adventista es la música. Siempre ha sido parte importante del método de enseñanza y de las clases de nuestras maestras. En el 2000 Adriana Perera, una mujer intrépida, accedió a la dirección del departamento de música del CAS e impulsó la creación de un centro profesional de música, que permitiera expedir certificación oficial, reconocida por el Ministerio de Educación español. El resultado fue el Centro profesional de música Juan Sebastián Bach, del cual fue directora y responsable del 2004-2006.
Encontramos otra mujer directora de este Centro a partir del 2018, Milca Blasco (2018-…).
Escuela de Lengua y Cultura Hispánicas
Una institución conocida y reconocida en nuestro medio es la Escuela Superior de Español (ESDES). Nacida en al amparo del colegio Excelsior y trasladada luego a Valencia, posteriormente se instaló en Sagunto al calor del Seminario. En su ya dilatada trayectoria han sido dos las mujeres que la han dirigido: Ana Fernández desde 1991-99, Dorothy Herrick 1999 hasta el 2002 y desde el 2002 hasta el 2004 nuevamente Ana Fernández.
Reconocimiento
“¿Qué más voy a decir? Me faltaría tiempo para hablar de… las que apagaron fuegos violentos,… sacaron fuerzas de flaqueza y llegaron a ser poderosas,… otras sufrieron burlas y azotes,… anduvieron de un lado a otro,… aunque fueron aprobadas por la fe que tenían.” (Hebreos 11:32-39)
Como decía Pablo, el tiempo me faltaría para hacer referencia a las maestras que no han figurado en primer lugar, pero han llevado en sus hombros buena parte del peso de la labor educativa sin ser consideradas ni reconocidas. Larga sería la lista también de las que han empujado en distintos ámbitos dirigiendo y apoyando a los que dirigían. Quiero desde estas líneas, en el mismo grado y respeto, reconocer y valorar su labor, dedicación y sacrificio, y poner de manifiesto que no es vano que en la actualidad, de las 8 escuelas adventistas que tenemos en España, 6 están dirigidas por mujeres.
Sirva esta breve reflexión histórica para rectificar mi error, ampliar la información anterior y en especial para homenajear a las mujeres que han dedicado sus esfuerzos a la educación adventista.
Jordi Abad. T.A.S.O.C. Residencia Maranatha.