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Brillar para Cristo

Gema bíblica:

«Jesús […] le dijo: “Vete a tu casa, con tus parientes, y cuéntales todo lo que el Señor te ha hecho, y cómo ha tenido compasión de ti”» (Mar. 5:19, DHH).

Relato:

—¡Mamá, las historias de Alberto Schweitzer y David Livingstone son fascinantes! –exclamó Gabriela.

—Sí, esos hombres hicieron un gran sacrificio para ayudar a los enfermos y los pobres del África –explicó la mamá–. Se arriesgaron a contraer enfermedades y morir.

—Creo que cuando crezca quiero ser misionera. ¿Tengo que estar bautizada primero? –preguntó Gabriela con seriedad.

—No. Puedes trabajar para Jesús ya ahora. Cualquiera que ama a Jesús es un misionero para él –replicó el papá de Gabriela.

—¿Te acuerdas del endemoniado gadareno? Después que Jesús lo sanó, el hombre quiso acompañar a Jesús. Sin embargo, ¿qué le dijo Jesús? –preguntó la mamá.

—Le dijo que regresara a su casa y le contara a su familia sobre su curación milagrosa –respondió Gabriela.

—Así es. Jesús quiere que compartamos las buenas nuevas con nuestras familias, amigos y vecinos. Ellos están cerca de nosotros, y pueden ver el cambio en nuestra vida –exclamó la mamá.

El papá entonces le sugirió: —Puedes comenzar ahora, Gabriela. Mira a tu alrededor y fíjate cómo puedes servir y compartir el amor de Dios con otros.

—Me parece bien. Conozco a alguien a quién ayudar, dijo la niña pensativa.

—Maravilloso, hija –dijo la mamá–. ¿Recuerdas la canción «Nítido rayo por Cristo»? Ser misionera es como ser un rayo de luz.

—Algún día quiero ser misionera en Rusia, pero por ahora, todos podemos ser misioneros aquí –concluyó Gabriela entusiasmada.

Busca en la Biblia:
Identifica tres individuos de la Biblia que fueron grandes misioneros. ¿Cómo compartieron las buenas nuevas de salvación?

Revista Adventista de España