Los sistemas de inteligencia artificial generativa pueden ser gestionados por los pastores en tiempos de avance tecnológico y nuevas oportunidades.
El uso de sistemas de Inteligencia Artificial (IA) ha provocado cambios de comportamiento en el mundo entero. Y tales cambios también se dan en la dimensión religiosa. Hay grupos religiosos que rechazan completamente el uso de la IA como herramienta de apoyo. Sin embargo, otros, como los adventistas del séptimo día, ven riesgos y oportunidades en el uso de la IA. La denominación produjo, a finales de 2023, un documento sobre los aspectos éticos con relación al uso de la IA.
Pero, de forma práctica, ¿cómo el ministerio pastoral adventista puede lidiar con el tema de la IA? Para comprender mejor este tema, la Agencia Adventista Sudamericana de Noticias (ASN) conversó con el pastor Sael Dias Ferreira. Él es graduado en Teología y Pedagogía, especialista en Filosofía de la Religión; además, tiene un MBA en Comunicación y Marketing y otro MBA en Gestión Estratégica de Instituciones Educativas.
Sael Dias actualmente es pastor en la ciudad de Rio Verde, en Brasil, siendo el responsable por el distrito del barrio Santo Agostinho. Hoy, él está haciendo la maestría en Teología por el Centro Universitario Adventista del Nordeste, y estudia el tema de Tecnología y Fe: aplicaciones de la Inteligencia Artificial en Asesoría Pastoral, beneficios y limitaciones.
Usted estudia el uso de sistemas de IA aplicados al ministerio pastoral adventista. Primero, ¿por qué los pastores deben entender el mundo de la IA en el contexto en el que se desempeñan, especialmente la IA generativa de contenido?
Los pastores deben entender el mundo de la IA en el contexto en el que desempeñan sus funciones, especialmente la IA generativa de contenido, por varias razones importantes.
Por primera vez en la historia, las personas tienen acceso a lo que llamamos inteligencia generativa. Se estima que los estudios sobre la IA comenzaron en la década del 40, volviéndose más populares entre las empresas en la década del 90. Ahora, estamos viviendo una época en la que cualquier persona puede tener un acceso más amplio a esta tecnología en las computadoras y en los celulares.
Como esa revolución tecnológica puede ser considerada una de las mayores transformaciones en la vida cotidiana de los últimos años, los pastores deben estar atentos para prevenir los peligros y aprovechar las oportunidades. Los adventistas del séptimo día tienen una historia de vanguardismo en la tecnología y la comunicación, ya que lanzaron el primer programa religioso de radio de Brasil: La voz de la profecía. Debemos continuar este legado, estudiando, abriendo nuestras mentes y aprovechando cada salto tecnológico para comunicarnos mejor, para predicar de forma más eficaz y para avanzar usando las herramientas emergentes.
Así como Daniel y sus amigos (Daniel 1:17) aprendieron el conocimiento de Babilonia y lo usaron para el avance de los planes de Dios, debemos hacer lo mismo con la tecnología actual.
Desconfianza
Hay una cierta desconfianza, por parte de algunos estudiosos, con respecto al uso de la IA generativa. ¿Cómo analiza eso en el caso de la actividad pastoral?
Es verdad que existe una cierta desconfianza por parte de algunos estudiosos sobre el uso de la IA generativa. Eso se da principalmente debido al alto riesgo de producción de contenidos falsos, y al posible efecto colateral del desarrollo de una cierta pereza mental entre los usuarios. En el contexto de la actividad pastoral, esa pregunta merece un análisis cuidadoso.
Toda tecnología trae facilidades, pero también puede hacer que seamos más cómodos. El control remoto, por ejemplo, nos ahorró el esfuerzo de levantarnos para cambiar los canales de TV. Recuerdo muy bien de cómo era tener una TV sin control remoto. Por otro lado, esa comodidad puede haber contribuido para una cultura tecnológica que nos hizo más sedentarios. Como dijo Christian Louis Lange, «la tecnología es un siervo útil, pero un amo peligroso».
Creo que debemos estudiar y fomentar este tema entre los pastores para que ellos puedan dominar la IA y utilizarla para beneficiarse a sí mismos y a la iglesia. Esa revolución tecnológica, que trajo fácil acceso a la IA y a todos sus efectos, como la edición y emulación de los audios, videos y fotografías, nos llevó a la urgencia de una alfabetización tecnológica. La mayoría de las personas usa la tecnología, pero no tiene sentido común o crítico al utilizarla.
Si los pastores supieran usar la IA de manera ética y equilibrada, sería más fácil transmitir ese conocimiento a sus iglesias. Es un camino de ida: no estamos discutiendo si vamos a usarla o no, pues la IA ya está presente en los celulares de vanguardia, ya está corrigiendo textos en las aplicaciones, ya está creando audios. La pregunta es: ¿solo vamos a consumir, o tendremos pastores que saben utilizar, enseñar y precaver a los hermanos sobre la IA?
Oportunidades
Por otro lado, ¿qué oportunidades los nuevos sistemas de IA pueden ofrecer a los pastores para el desarrollo de un ministerio exitoso con los miembros y la comunidad?
La Inteligencia Artificial ofrece diversas oportunidades para que los pastores desarrollen un ministerio fructífero con los miembros de la iglesia y la comunidad. Sin embargo, es crucial entender el papel de la IA como una herramienta de apoyo y no como un sustituto para la creatividad y el toque humano que son esenciales en el ministerio pastoral.
La IA utiliza y emula la creatividad humana, llegando hasta el punto de crear cosas nuevas. Para su perfeccionamiento, necesita de cada vez más input creativo humano. Podemos ver a la IA como una secretaria o como un revisor literario, capaz de despertar y refinar nuestra propia creatividad.
En el contexto pastoral, no es recomendable usar la IA para crear sermones completos, desarrollar programas enteros o asesorar de forma autónoma. Las respuestas generadas por la IA tienden a ser genéricas y carecen de la vitalidad necesaria para nutrir la fe. La parte humana es esencial en ese proceso.
Sin embargo, la IA puede ser una excelente aliada cuando se usa para: refinar borradores de sermones, ayudar a encontrar textos bíblicos adicionales relacionados a un determinado tema, localizar artículos y textos relevantes para el asesoramiento, conectándolos con los principios bíblicos y perfeccionando las ideas para los programas de la iglesia.
Una herramienta nueva
Así como en el pasado usábamos enciclopedias, concordancias bíblicas y libros de ilustraciones para sermones, la IA se presenta como una moderna herramienta de apoyo. Esta amplía las posibilidades no solo para los pastores, sino también para los miembros de la iglesia que participan en las predicaciones, música y funciones de liderazgo.
Otras aplicaciones prácticas de la IA en el ministerio incluyen: organización de cronogramas y calendarios, tabulación de datos y estadísticas y ayuda en la preparación de materiales de estudio.
Mi consejo es que, al usar la IA, las ideas principales y la base sean siempre humanas. Comience con sus propias ideas, use la IA para la revisión y perfeccionamiento, pero siempre finalice el proceso con su análisis y ajustes personales. La inteligencia artificial puede cometer errores o proporcionar datos imprecisos, pues su programación está enfocada en dar una respuesta plausible, incluso si necesita inventar información para llenar los vacíos. Por eso, es crucial comenzar del humano, usar la IA como herramienta de apoyo, y terminar con la revisión humana.
Efectos en la religiosidad
¿Cree que la religiosidad y las prácticas religiosas tradicionales pueden verse afectadas a medida que avanzan los estudios sobre la forma como la IA afecta el comportamiento humano?
La inteligencia artificial está intrínsecamente relacionada a nuestra era de hipermodernidad e hiperindividualidad. Su avance y su influencia creciente en los comportamientos humanos tiene el potencial de afectar significativamente la religiosidad y las prácticas religiosas tradicionales. Este impacto puede observarse en dos vertientes principales:
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Desafíos potenciales:
El principal riesgo negativo de la interacción entre la IA y la religión es la posibilidad de que las personas confíen más en las respuestas generadas por la IA que en la reflexión personal o en el estudio en comunidad. Eso puede contribuir al fenómeno de los “que no tiene una iglesia” (personas que abandonan la iglesia institucional); una fe con menor conexión humana y comunitaria y la disminución de la importancia de la experiencia colectiva en la práctica religiosa.
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Oportunidades y transformaciones positivas:
Por otro lado, así como la radio, la TV e Internet transformaron nuestra conexión con lo sagrado, la IA también está trayendo cambios significativos:
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Democratización de la información religiosa:
Así como podemos ver programas grabados que traten sobre la fe y la esperanza en cualquier momento, la IA permite el acceso instantáneo a una amplia gama de información religiosa.
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Nuevas formas de participación espiritual:
La IA puede facilitar experiencias religiosas personalizadas y accesibles, semejantes a como hoy podemos participar de oraciones con personas en diferentes lugares.
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Mayor responsabilidad doctrinaria:
Con la facilidad de verificar información, las instituciones religiosas pueden ser llevadas a desarrollar una fe más robusta, con menos vacíos y opiniones personales, y más fundamentada en la Biblia y en las creencias oficiales.
Esta última tendencia es particularmente relevante para la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Con la IA, cualquier persona puede verificar rápidamente si una afirmación está de acuerdo con la Biblia, el Manual de la Iglesia, el libro Creencias de los adventistas del séptimo día, o en los escritos de Elena G. White. Eso exige que nuestras prácticas y enseñanzas estén firmemente basadas en nuestras fuentes oficiales. Y eso, desde mi punto de vista, nos lleva al crecimiento y fidelidad a nuestras creencias y valores.
Primeros pasos
¿Cómo piensa que los pastores pueden comenzar a familiarizarse con la inteligencia artificial aplicándola a su día a día? ¿Cuáles serían los primeros pasos?
Para que los pastores comiencen a familiarizarse con la inteligencia artificial aplicada a su día a día, es crucial adoptar un abordaje sistemático e informado. Aquí hay algunos pasos iniciales recomendados:
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Comprender los fundamentos de la programación
- Así como los pastores aprenden hebreo y griego en el seminario para entender mejor la Biblia, es importante tener nociones básicas del lenguaje de programación. Eso ayuda a comprender las posibilidades y limitaciones de la IA.
- Es necesario entender cómo las instrucciones lógicas y secuenciales forman la base del funcionamiento de la IA, el lenguaje de la programación sigue una secuencia lógica y estructurada.
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Educación continua
- Asistir a conferencias y eventos como SXSW (South by South West) 2024, por ejemplo, que ofrece presentaciones de especialistas en IA, disponibles en YouTube con doblaje y subtítulos.
- Leer libros y artículos sobre IA y su impacto en la sociedad y en la religión.
- Seguir las últimas novedades y desarrollos en el campo de la IA.
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Desarrollar el sentido crítico
- Analizar críticamente las implicaciones éticas y tecnológicas de la IA.
- Reflexionar sobre como la IA puede integrarse de forma responsable en el ministerio pastoral.
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Experimentación práctica
- Comenzar a usar herramientas de IA en tareas cotidianas del ministerio, como investigación bíblica o preparación de sermones.
- Explorar diferentes plataformas de IA para entender sus capacidades y limitaciones.
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Diálogo con la iglesia
- Conversaciones con los miembros de iglesia sobre la IA y su papel en la fe y en la práctica religiosa.
- Organizar seminarios sobre tecnología y fe.
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Colaboración interdisciplinaria
- Buscar trabajar en conjunto con profesionales del área de tecnología dentro de la comunidad de la iglesia.
Autor: Felipe Lemos, periodista, especialista en marketing, comunicación corporativa y maestro en la línea de Comunicación en las Organizaciones. Autor de crónicas y artículos diversos. Gerencia la Asesoría de Comunicación de la sede sudamericana adventista, ubicada en Brasilia.
Imagen: Shutterstock
Publicación original: Ministerio pastoral en tiempos de inteligencia artificial