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1. ¿Qué significa ser un mayordomo?
Los mayordomos fueron creados para reflejar la imagen de Dios y representar los intereses de Dios en la tierra. Los verdaderos mayordomos son discípulos de Jesucristo y demuestran cómo es Él. El reconocimiento de la creación y la redención ubica a los mayordomos en una estrecha relación con su Maestro.

2. Los mayordomos son miembros de la familia de Dios.
Los mayordomos provienen de diferentes razas, tribus, lenguas y pueblos y llegan a ser miembros de la familia de Dios. El ser miembro de la familia de Dios va mas allá de cualquier otro compromiso que haya surgido en las relaciones humanas. Ser miembro de la familia de Dios significa que los mayordomos llegan a ser uno en propósito y en el cumplimiento de la misión. Esta unidad de propósito cumple la oración de Cristo: «Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti…» (Juan 17:21).

3. ¿Qué es mayordomía?
Dios establece la base de la mayordomía. Él nos da la vida y nos invita a un compañerismo íntimo. Este compañerismo comienza con la aceptación de Jesucristo como Salvador –experimentando el gozo de la salvación. Esto nos lleva a confiar en Él lo suficiente como para aceptarlo como el Dueño y Señor de nuestras vidas.

4. ¿Qué es la mayordomía bíblica?
La Biblia nos dice que solo una persona que tiene una relación con Dios puede verdaderamente colaborar con Él y adorarlo con todo su corazón. La mayordomía es el reconocimiento de la soberanía de Dios y su derecho como propietario. Reconoce además el señorío de Jesucristo en nuestras vidas al proveer servicios que prestamos a la iglesia local y a la comunidad.

5. ¿El dinero forma parte de la mayordomía?
La respuesta es sí. La mayordomía bíblica incluye diezmos y ofrendas así como otros aspectos de nuestra vida: salud, tiempo, talentos, recursos y protección del medio ambiente. Al amar a Dios con toda nuestra alma, mente y corazón, todas nuestras actividades reflejarán nuestra relación con Dios. Así, cuando Jesús es el Señor de nuestras vidas, también será el Señor de nuestros recursos financieros.

6. Mayordomos fieles.
Visto desde su totalidad, la mayordomía es una expresión del discipulado inclinando el corazón hacia la misión de Dios en el mundo. Los mayordomos son socios de Dios, viviendo con fidelidad y en unidad, como miembros y líderes de la iglesia de Dios alrededor del mundo. Por lo tanto, la mayordomía es el estilo de vida de alguien que ha aceptado el señorío de Cristo; vive en sociedad con Dios y actúa como su agente en el manejo de sus asuntos en la tierra.

7. Somos mayordomos de Dios.
«Todas las cosas buenas de la tierra fueron colocadas aquí por la mano generosa de Dios, y son la expresión de su amor para con el hombre. Los pobres le pertenecen y la causa de la religión es suya. El oro y la plata pertenecen al Señor; Él podría si quisiera, hacerlos llover del cielo. Pero ha preferido hacer del hombre su mayordomo, confiándole bienes, no para que los vaya acumulando, sino para que los emplee haciendo bien a otros. Hace así del hombre su intermediario para distribuir sus bendiciones en la tierra». (Consejos sobre mayordomía cristiana, pág. 17).

Revista Adventista de España