¿Eran los dinosaurios parte de la creación de Dios? ¿Convivieron con los seres humanos? El profesor Raúl Esperante responde a estos interrogantes.
¿Creó Dios a los dinosaurios o son resultado del pecado?
El modelo evolutivo convencional enfrenta numerosas dificultades para explicar tanto el origen como la desaparición de los dinosaurios. ¿Es posible estudiar a los dinosaurios (y otros fósiles) desde una perspectiva consistente con el relato bíblico de la creación? ¿Fueron los dinosaurios el resultado de millones de años de evolución o fueron creados por Dios? Estas preguntas son importantes para los creyentes porque la Biblia dice que Dios creó a los animales y vio que Su creación era buena. ¿Había dinosaurios «buenos»? ¿Cómo encajan en esta imagen?
El libro de Génesis dice que Dios creó «seres vivientes según su especie, y bestias, serpientes y animales terrestres según su especie» (Génesis 1:24) en el sexto día de la semana de la creación. ¿Fueron los dinosaurios creados ese día? «Y a todas las bestias de la tierra y todas las aves del cielo y todas las criaturas que se mueven por el suelo, todo lo que tiene aliento de vida en él, les doy toda planta verde como alimento». (Génesis 1:30). ¿Podemos realmente encajar a los feroces dinosaurios carnívoros en ese mundo perfecto, vegetariano y recién creado?
El relato bíblico (Génesis 3: 14-19) sugiere que la maldición que siguió a la caída de Adán y Eva causó daños biológicos, cambios que llevaron a variaciones en la dieta de muchos animales, dando lugar a las actuales relaciones competitivas, la depredación y el parasitismo. Aunque la Biblia no entra en detalles sobre los cambios, se interpretan hoy como modificación genética, ya que sabemos por la ciencia que tales cambios importantes requerirían alteración genética. Aunque estos cambios comenzaron de inmediato, su manifestación completa probablemente ocurrió durante varias generaciones.
Investigaciones genéticas recientes han demostrado que pequeños cambios en la actividad de los genes reguladores pueden causar cambios fisiológicos e incluso anatómicos importantes. Es importante recordar que los organismos que murieron en el diluvio y fueron preservados como fósiles fueron en realidad los que vivieron algún tiempo después de la creación y la entrada del pecado, por lo tanto, no representan la fisiología original de los organismos creados.
¿Coexistieron los dinosaurios con los humanos?
Mucho se ha escrito y discutido sobre cierta evidencia que supuestamente muestra la presencia humana junto con restos de dinosaurios. Esta evidencia incluye lo que en el momento se interpretó como huellas humanas junto a huellas de dinosaurios, herramientas y pinturas rupestres prehistóricas, que representan figuras humanas con criaturas excepcionales muy similares a las reconstrucciones actuales de dinosaurios. Sin embargo, investigaciones científicas rigurosas han demostrado que algunas de estas pinturas son pinturas modernas destinadas a engañar a la gente. Otras son, de hecho, pinturas antiguas, pero no está claro cuál es el organismo en la pintura. Por lo tanto, es mejor no sacar conclusiones precipitadas basadas en datos sin fundamento.
Consideramos, por ejemplo, las supuestas huellas humanas encontradas junto a huellas de dinosaurios en el lecho del río Paluxy en Texas. Hace décadas algunas personas proclamaron que esta era la prueba definitiva contra la teoría de la evolución y a favor del diluvio bíblico universal. Intrigados por estas fuertes declaraciones, los científicos, tanto evolucionistas como creacionistas, estudiaron en detalle las marcas encontradas en las rocas y realizaron pruebas de laboratorio. Si las huellas hubieran sido genuinas, el sedimento debajo de la marca debería haber mostrado una deformación causada por el peso del animal. Para comprobar si existía la deformación, algunas trazas se cortaron en sección y se analizaron, pero el resultado fue negativo.
Los científicos de la creación llegaron a la conclusión de que las supuestas huellas humanas eran en realidad pseudohuellas, que son producto de la erosión. Otros estudios han demostrado que determinadas pinturas y dibujos han sido forjados por fanáticos defensores de la idea de contemporaneidad entre humanos y dinosaurios. La falsificación de fósiles y otros fraudes llevados a cabo en favor del creacionismo han dañado gravemente la reputación de los científicos de la creación dedicados a la investigación científica honesta.
¿Menciona la Biblia a los dinosaurios?
El relato de la creación en Génesis 1 nos dice que Dios creó las criaturas marinas y las criaturas voladoras el quinto día y el resto de los animales el sexto día. Entre los animales terrestres hay criaturas que reptan o se arrastran, pero los dinosaurios no se mencionan específicamente. Esto no debería sorprendernos. Primero, la palabra «dinosaurio» no existía en la época de Moisés (el autor del Libro del Génesis), y no hay ninguna razón específica, aparte de satisfacer nuestra curiosidad, por lo que debieran haber sido particularmente mencionados. De hecho, se crearon muchos otros grupos de animales que no se mencionan por separado en el relato (escarabajos, tiburones, estrellas de mar, etc.).
El hecho de que los dinosaurios no aparezcan en la Biblia no prueba que Dios no los haya creado. Tampoco la forma extraña de sus cuerpos. Debemos recordar que en la actualidad existen numerosos animales con un diseño tan extraño como los dinosaurios a los que no les prestamos mucha atención, como el pez rape. Algunas personas piensan que los dinosaurios aparecieron después del pecado de Adán y Eva, como resultado de la maldición. Sin embargo, la Biblia no especifica esto.
La mayoría de los científicos de la creación creen que los dinosaurios desaparecieron durante el diluvio del Génesis o poco después. Esto es razonable si se consideran las proporciones generales de tal desastre y la acumulación masiva de escombros. La idea de que los dinosaurios desaparecieron durante una catástrofe global que identificamos como el diluvio bíblico es una hipótesis que debe ser considerada seriamente, y sobre la cual la investigación científica puede aportar más datos, ya que la Biblia guarda silencio al respecto. La prueba de la veracidad de esta hipótesis debe provenir de datos geológicos y paleontológicos, pero debemos tener cuidado de no forzar a la Biblia a decir algo que no está escrito.
La Biblia menciona dos extrañas criaturas, Behemot (Job 40: 15-18) y Leviatán (Job 41: 1), que algunas personas interpretan como posibles ejemplos de dinosaurios posdiluvianos. Sin embargo, la mayoría de los eruditos no están de acuerdo con esta interpretación y traducen las palabras Behemoth y Leviathan como hipopótamo y cocodrilo, respectivamente. Si esa traducción es válida, entonces esas criaturas no tendrían ninguna conexión con los dinosaurios. En cualquier caso, el significado de ambos términos es demasiado ambiguo y no proporciona suficiente evidencia para decir que los dinosaurios se mencionan en la Biblia.
Conclusión
Las Escrituras no mencionan la existencia de dinosaurios, al menos no de acuerdo con nuestro conocimiento actual de ellos, ni antes ni después del diluvio del Génesis. Pero el hecho de que no se mencionen en la Biblia no significa que nunca existieran. Este es solo uno de los muchos temas sobre los que la Biblia guarda silencio y, por lo tanto, ofrece temas fascinantes abiertos a la investigación y la discusión.
La evidencia de que existieron los dinosaurios es clara: tenemos huesos, dientes, huevos, huellas e incluso moldes de piel, pero desaparecieron en algún momento de la historia de la Tierra. Su extinción pudo haber ocurrido antes, durante o después del diluvio del Génesis. Como ocurre con otros fósiles, el origen y la desaparición de los dinosaurios están envueltos en un misterio. Descifrar este misterio requiere investigación rigurosa y cuidadosa que los cristianos con interés y habilidad deben emprender. Los dinosaurios no son un desafío para los creyentes y no se debe considerar que su existencia o extinción comprometen nuestra fe en las enseñanzas de la Biblia.
Autor: Raúl Esperante, investigador sénior del Geoscience Research Institute y tiene un doctorado en Paleontología por la Universidad de Loma Linda. Sus proyectos de investigación incluyen el estudio de ballenas fósiles en Perú y el estudio de dinosaurios en diferentes partes del mundo. Texto traducido del inglés por Glendy Noemí Catari.
Imagen: Shutterstock
Publicación original: Los dinosaurios y la biblia
Publicación relacionada: Lo que nos ha quedado de los dinosaurios y de dónde surgieron
NOTA editorial:
«Elena White no mencionó a los dinosaurios por nombre. Muchas personas, sin embargo, piensan que ella se estaba refiriendo a ellos en declaraciones como la siguiente, de los tomos de Spiritual Gifts:
»Todas las especies de animales que Dios había creado fueron preservadas en el arca. Las especies confusas que Dios no había creado, las cuales fueron resultado de la amalgamación, fueron destruidas en el diluvio. (Spiritual Gifts, 3:75).
»Huesos de hombres y animales se encuentran en la tierra, en montañas y valles, mostrando que hombres y bestias de un tamaño mucho mayor vivieron alguna vez sobre la tierra. Se me mostró que animales muy grandes y poderosos existieron antes del diluvio, los cuales no existen hoy día. Algunas veces son encontrados instrumentos de guerra; también madera petrificada. Ya que los huesos de los seres humanos y de los animales encontrados en la tierra son mucho más grandes que aquellos que pertenecen a los hombres y animales que viven actualmente, o que han vivido por muchas generaciones pasadas, algunos concluyen que el mundo es más antiguo de lo que tenemos registro, y fue poblado mucho antes del registro de la creación por una raza de seres vastamente superior en tamaño a los hombres de hoy sobre la tierra. (Spiritual Gifts, 3:92, 93).
»Hubo una clase de animales muy grandes que pereció en el diluvio. Dios sabía que la fortaleza del hombre disminuiría, y estos animales gigantescos no podrían ser controlados por el hombre débil (Spiritual Gifts, 4a:121).
»La primera declaración indica que las «las especies confusas que Dios no había creado» eran el resultado de «amalgamación», y no fueron preservados en el arca, sino que perecieron en el Diluvio. La Sra. White no describió cómo sucedió esta amalgamación. Los intentos para definirla de manera más precisa son solo especulaciones. No sabemos si los seres humanos antediluvianos, tuvieron una parte en eso o no». (Pregunta 94 de 101 Preguntas acerca de Ellen White y sus Escritos, por William Fagal, págs. 208- 209)