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La combinación de alimentos según pionera de la alimentación saludable.

En los dos artículos anteriores de esta serie (La combinación de alimentos según la ciencia, y La combinación de alimentos según la Biblia) repasamos lo que dice la ciencia y lo que dice la Biblia acerca de la combinación de alimentos.

Hoy vamos a analizar lo que escribió sobre combinación de alimentos una pionera, una mujer sobresaliente que vivió en el siglo XIX y primeros años del XX. Es Elena White, una profunda estudiante de la Biblia, pionera de la alimentación saludable y de la educación para la salud, cuyos escritos han sido traducidos a más de 90 idiomas.

Del libro sagrado, Elena extrajo numerosas lecciones y consejos inspirados relacionados con la salud y la alimentación, con muchos de los cuales se adelantó al conocimiento científico de su época. Más de 100 años antes de que se confirmara que el humo del tabaco causa cáncer, Elena ya lo señaló, en una época en la que el tabaco era prescrito como medicamento por los médicos. Y unos 120 años antes de que la OMS declarara que la carne procesada, como los embutidos y jamones, es una causa cierta de cáncer, y que la carne roja es probablemente cancerígena, Elena ya señaló que la principal causa alimentaria de cáncer es el consumo de carne.

¿Qué escribió?

En relación a las combinaciones de alimentos, Elena White escribió en cierta ocasión: “No conviene ingerir frutas y verduras en la misma comida, pues a las personas de digestión débil esta combinación les produce muchas veces desórdenes gástricos…”. Esta declaración se encuentra en el precioso libro “El ministerio de curación”, página 231.

Algunos han tomado esta declaración como si fuera un mandamiento, y consideran casi un pecado comer fruta y verdura en la misma comida. Pero hay que entender que la autora se está refiriendo a las personas de digestión débil, por lo que no se trata de una recomendación general. Ciertamente, quienes sufren de escasa motilidad en el tubo digestivo o segregan pocos jugos debido a una enfermedad debilitante, toleran mal una comida con abundante fibra, como ocurre al comer frutas y verduras juntas. Pero afortunadamente este no es el caso de la mayoría de las personas, que sí que pueden ingerir sin problemas una cantidad razonable de frutas y verduras juntas.

Convirtiéndolas en jugo, hasta las personas de digestión débil toleran bien la mezcla de frutas y verduras

En cualquier ensalada saludable se combinan las frutas y las verduras, y nadie niega que la ensalada sea fácilmente digerible y altamente beneficiosa para la mayoría. Pero si alguien no tolera bien la abundancia de fibra puede tomar frutas y verduras juntas pasándolas por un extractor de jugos de forma que se deseche la mayor parte de la fibra, especialmente la fibra insoluble, que es la que más frena la digestión. Convirtiéndolas en jugo, hasta las personas de digestión débil toleran bien la mezcla de frutas y verduras con menos fibra.

Elena White consideraba el asunto de las combinaciones de alimentos como algo individual. Por eso en el libro “Consejos sobre el régimen alimenticio”, que recoge numerosas citas inspiradas sobre alimentación, dice en la página 591: “…tratamos de usar buen juicio para determinar qué combinaciones de alimentos nos sientan mejor”. Para esta autora inspirada, las combinaciones de alimentos no son una norma fija de aplicación universal, sino un asunto particular sobre el que se debe aplicar el buen juicio, es decir, sentido común.

Consejos

Existen numerosas declaraciones de esta pionera de la alimentación saludable en las que ella misma reconoce comer juntas frutas y cereales o frutas y verduras u hortalizas. Y no sólo ella las comía sino que las ofrecía a los invitados en su casa.

Por ejemplo, en el libro Consejos sobre el régimen alimenticio, página 587, ella escribe: “Todos los que vienen a mi mesa son bienvenidos, pero no pongo delante de ellos ninguna carne. Los cereales, las hortalizas (que incluyen las verduras), y las frutas frescas y conservadas constituyen nuestro menú”. Aquí queda claro que la autora Elena White no tenía una digestión débil, al menos en la época en la que escribió esta frase, y por eso combinaba los cereales, las hortalizas o verduras y las frutas juntas en la misma mesa; y además las ofrecía a sus huéspedes.

Otro ejemplo que aclara lo que Elena White quiso decir al recomendar evitar la combinación de frutas y verduras cuando la digestión es débil, se encuentra en la la página 583 del libro mencionado, Consejos sobre el régimen alimenticio, donde dice: “Tengo una mesa bien provista en todas las ocasiones… no pongo en mi mesa nada de mantequilla ni de carne. Por lo general tengo una provisión amplia de frutas, buen pan y hortalizas. Nuestra mesa está siempre bien concurrida y a todos los que participan del alimento les va bien y su salud mejora”.

La salud de los que comen juntos frutas, cereales y verduras, mejora

Ningún problema pues en combinar frutas y hortalizas, los productos de la huerta que incluyen las verduras. La salud de los que comen juntos frutas, cereales y verduras, mejora según el testimonio de la autora.

Podríamos dar muchas otras citas de cómo Elena White combinaba frutas y hortalizas o verduras en la misma mesa. En la página 504 del citado libro ella recomienda explícitamente “comed fruta en vuestras comidas” para evitar la irritación del estómago que lleva a ingerir líquido durante la comida. En las comidas hay habitualmente verduras, al menos en la ensalada, pero eso no impide que ella recomiende tomar fruta en la comida.

Evitar lo que claramente perjudica

Mucho más importante que obsesionarse con la compatibilidad entre alimentos es evitar lo que claramente perjudica a todo el mundo:

  • Las carnes, especialmente las procesadas como los embutidos, jamones y otros derivados del cerdo.
  • El marisco.
  • El vino y otras bebidas alcohólicas.
  • Los alimentos que contienen grasas procesadas industrialmente, como las grasas trans.
  • Los productos elaborados con azúcar refinado y grasa añadida.
  • La comida basura o “chatarra”.

Y en suma, la alimentación refinada y artificial.

Todos estos alimentos y productos perjudiciales causan un estado inflamatorio en los órganos digestivos. Ésto entorpece la digestión y favorece la intolerancia o la sensibilidad a ciertos alimentos, incluso saludables, como las frutas o los cereales. Dicho de otra forma: cuanto peor se come, más intolerancias y alergias alimentarias se producen. En muchos casos, la mala digestión no se resuelve simplemente suprimiendo tal o cual alimento o evitando ciertas combinaciones. Hay que cambiar radicalmente la alimentación artificial por otra natural y saludable.

Por ello, a la vez que evitar lo que perjudica, debemos basar nuestra alimentación en el consumo inteligente de cereales, frutas, hortalizas, legumbres y frutos secos o semillas preparados de la forma más sencilla y natural posible.

Resumen de la serie

  1. No existe ningún fundamento científico para declarar incompatibles entre sí los alimentos sanos como las frutas y las verduras. Tampoco las frutas y los cereales u otras semillas.
  2. Necesitamos forzosamente combinar diversos tipos de alimentos para estar bien nutridos.
  3. Estamos diseñados para poder digerir a la vez toda una amplia gama de nutrientes.
  4. Combinar una razonable variedad de alimentos, ya sea en un menú saludable, o en forma de jugos o ensaladas, resulta beneficioso para la salud. Ayuda a prevenir y combatir enfermedades.
  5. Cada cual debe observarse a sí mismo para determinar si existe algún alimento o combinación que a él particularmente le siente mal.
  6. En la Biblia se menciona al menos tres veces la combinación entre alimentos saludables.
  7. Mucho más importante que obsesionarse con la combinación de alimentos, es evitar lo que claramente perjudica a todo el mundo. Es el caso de las carnes, sobre todo la de cerdo, el marisco y los alimentos altamente procesados o refinados.
  8. La autora inspirada y profunda estudiante de la Biblia, Elena White, fue una pionera en el campo de la alimentación saludable. Se adelantó en décadas a la ciencia de la nutrición. Consumía frutas y verduras en la misma comida, y además las ofrecía a sus invitados con buenos resultados.

Si es sano, combina

Así que no limites tu menú innecesariamente. Puedes comer perfectamente arroz con naranja, o lechuga con tomate, o nueces con dátiles, o aguacate con limón y cebolla.

Y recuerda: si es sano, combina.

Autor: Dr. Jorge Pamplona, responsable del Departamento de Salud de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.
Imagen: Photo by Fa Barboza on Unsplash

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