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Del 30 de marzo al 1 de abril de 2018, la iglesia adventista de Badajoz, organizó un retiro espiritual en la Península de Gibraltar titulado “Rey y siervo. 

Participaron de este retiro más de 75 personas, además de los oradores, los pastores: Sam Davis, Juan Lozano y Margaret Gareze. Fueron momentos muy emotivos, de comunión con Dios y con los hermanos de Marbella, Estepona, La Línea y Badajoz.

Retiro espiritual

Los mensajes contemplaron a Jesús como nuestro Rey siervo. Mensajes inspiradores y reflexivos preparados especialmente para los participantes de este retiro.

Jesús es el Rey del Universo, y el Rey de nuestros corazones. Sin embargo, siendo Rey, se hizo siervo y nos mostró la grandeza de la humildad y la realeza del servicio a los demás. Textos como Mateo 20:26-27, Mateo 23:11, o también Marcos 10:43-44 dejan patente la importancia del servicio para el Señor. Al final, “quien no vale para servir, no sirve para vivir”.

Finalmente, un momento especial fue la Santa Cena Ágape. Una ceremonia especial e impactante para todos los que decidieron participar de ese momento de verdadero amor entre los hermanos.

Jesús como Rey

Cristo dio a sus discípulos una lección sumamente importante con respecto a cómo debían ser. “En el reino que estableceré -les dijo-, la lucha por la supremacía no tendrá cabida alguna. Todos ustedes son hermanos. Todos mis siervos serán iguales. La única grandeza que se reconocerá será la de la humildad y la devoción en el servicio de los demás. El que se humille será ensalzado, y el que se ensalce será humillado. El que trate de servir a los demás mediante la abnegación y el sacrificio, recibirá los atributos de carácter que lo recomendarán ante mi Padre. Desarrollará sabiduría, verdadera paciencia, tolerancia, bondad y compasión. Esto le dará el primer lugar en el reino de Dios”. 

Jesús como siervo

El Hijo de Dios se humilló para convertirse en el siervo del Señor. Se sometió a la bajeza y al sacrificio, incluso a la muerte, para dar libertad y vida, y un lugar en su reino a los que creyeran en él. Dio su vida en rescate por muchos. Esto debiera bastar para que se avergonzaran de su conducta todos los que continuamente están tratando de ocupar el primer lugar y luchan siempre por la supremacía. 

Servicio y amor

“Si alguno quiere venir en pos de mí -dijo Cristo-, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Lucas 9:23). Esta es la prueba del discipulado. Si los miembros de la iglesia fueran hacedores de la Palabra, como solemnemente se comprometieron hacerlo en ocasión de su bautismo, amarían a sus hermanos y estarían tratando continuamente de fomentar la unidad y la armonía…

Servicio y humildad

Los que creen en Cristo caminan humildemente con Él sin luchar por la supremacía. Tratan de ver qué pueden hacer para ayudar, bendecir y fortalecer las almas de los demás. Colaboran con los ángeles que sirven a los herederos de la salvación. Jesús les da gracia, sabiduría y justicia, y los convierte en bendición para todos aquellos con quienes se relacionan. Mientras más humildes son en su propia opinión, más bendiciones reciben de Dios, porque éstas no los exaltan. Usan correctamente sus bendiciones, porque las reciben para impartirlas.

Los ángeles servidores reciben instrucción procedente del trono de Dios para colaborar con los instrumentos humanos. Reciben la gracia de Cristo para impartirla a los hombres.—Manuscrito 165, del 13 de diciembre de 1898, “La humildad: Prueba de discipulado”. (Cada día con Dios. Elena G. White. Pág. 354.2 – 354.6)

Info y fotos: Margaret Gareze. Pastora de la iglesia adventista de Badajoz.

Foto de portada: Danielle MacInnes en Unsplash

 

Revista Adventista de España