«¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; No estará delante de los de baja condición».(Proverbios 22:29).
Al fin de la década de los 90, trabajé en una empresa, y en determinado momento tuve algunos días de frustración. Ese sentimiento en el que cree que nadie ve su trabajo hasta que una persona me dijo: «Puedes tener la seguridad de que alguien está viendo su trabajo y dedicación».
Insisto en la importancia de ser nuestra mejor versión. Todos tenemos algún talento o habilidad, que si la mejoramos la podremos aprovechar en las oportunidades que surgen en nuestra vida de trabajo.
Crecimiento e influencia
Constantemente escucho a las personas diciendo que el mundo laboral es muy difícil, que las personas crecen solo por «política». Que si no somos amigos de alguien importante no crecemos, entre otras cosas. Entiendo y acepto la importancia de las relaciones dentro del ambiente corporativo, pero estas no duran para siempre, ya que alguien ve tu trabajo.
Cuando concentramos nuestros esfuerzos de dar nuestra mejor versión, tenemos en nuestras manos una herramienta poderosa llamada influencia. Nuestro comportamiento puede influenciar a las personas que se relacionan con nosotros.
Influencia positiva
La teoría sociocognitiva enfatiza la influencia positiva que las personas de mejor desempeño causan en sus observadores y, consecuentemente, en el desempeño del trabajo que ellos tienen. Y es que las personas aprenden observando lo que sucede a su alrededor.
Es verdad que podemos tener influencias negativas. Pero podemos cultivar buenas prácticas y transformar los ambientes en los que trabajamos. Podemos hacerlos lugares más justos reconociendo el buen trabajo. Si lo hacemos, poco a poco tendremos ambientes con mejores desempeños e influencias positivas.
Papel del líder
Este es el momento en el que el papel del líder es vital. El mismo consiste en reconocer e incentivar un ambiente en el que todos den su mejor versión y desempeñen las actividades de la mejor forma posible. Esto será fundamental para que suceda este efecto dominó.
Estudios recientes apoyan la necesidad de líderes que cultiven este tipo de ambiente. Líderes que reconozcan el buen trabajo de sus liderados, y usen estos ejemplos para influenciar a otros, con el fin de proporcionar un impacto directo en la organización.
«Dios da oportunidades; y el éxito depende del uso que hagamos de ellas. Hay que discernir prontamente las oportunidades de la Providencia y aferrarlas con anhelo. Hay muchos que podrían llegar a ser hombres poderosos, si como este fiel hebreo dependen de Dios para obtener gracia a fin de ser victoriosos, y fuerza y eficiencia para cumplir sus deberes».
Si eres líder, incentiva y reconoce el ambiente de buen trabajo. Si eres un trabajador, aprovecha cualquier oportunidad. Alguien siempre ve lo que estás haciendo y «Delante de los reyes estarás; no estarás delante de los de baja condición».
Autor: Eduardo Lopes, administrador, maestro en liderazgo y negocios internacionales y estudiante de doctorado en gestión de la competitividad (FGV). Cuenta con más de 20 años de experiencia profesional con desempeño en puestos ejecutivos en el área de recursos humanos, marketing y gestión general. Actualmente, es profesor universitario en el Centro Universitario Adventista (Unasp) desde 2010.
Imagen: Foto de Jason Goodman en Unsplash
Buen mensaje, cada día podemos dar la mejor versión de uno mismo, como empleado o independiente, sabiendo que es Dios mismo quien vigila y recompensa