El mensaje del presidente Bruno Vertallier en el Consejo Ejecutivo semestral de la División Inter Europea:
Ya han pasado 2000 años de cristianismo, ¿hemos encontrado reposo? 150 años de adventismo ya han pasado, ¿hemos encontrado reposo? Desde que Adán y Eva dejaron el Jardín de Edén, toda la humanidad está en busca de reposo y protección. Construyeron la Torre de Babel, construyeron ciudades y grandes muros, construyeron ciudades de refugio, pero nunca encontraron un verdadero reposo.
Sólo Dios y su voz puede traer el verdadero reposo
El inspirado autor de Hebreos escribe (3:07): “Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones.” Esto fue escrito 3 veces más en Hebreos 3:07, 3:15 y 4:07 en el contexto sobre dónde encontrar reposo. Confío en que hoy en día todavía querramos escuchar la Palabra de Dios, de este modo encontraremos descanso. Estos textos indican que los israelitas tenían que acordarse de encontrar reposo en la Palabra de Dios. En estos pasajes encontramos dos tipos de reposo:
1. La promesa de entrar en Canaán – Después de la peregrinación por el desierto, era bueno entrar en Canaán y disfrutar de un buen descanso.
2. El sábado – El sábado es un día de reposo, pero es ante todo una invitación a encontrar el reposo en Dios y escuchar su voz. No se trata de oír una interpretación de la voz de Dios, sino de oír la voz de Dios por nosotros mismos. No es fácil, por supuesto.
Los pioneros de la Iglesia Adventista a veces tenían dificultades para escuchar la voz de Dios. Era aún más difícil porque estaban discutiendo sobre lo que era correcto o no. Incluso Elena G. White, la sierva del Señor, no podía traer la unidad a la naciente iglesia. Se necesita mucha humildad para poder escuchar la voz de Dios. Era difícil convencer al resto de personas de que tenían que participar en una misión en este mundo. Fue difícil convencerlos de la necesidad de la organización administrativa de la Iglesia. Era difícil poner a todos de acuerdo en la comprensión de la salvación por Gracia.
Hoy todavía tenemos que encontrar reposo escuchando a Dios, oyendo su Palabra. Sugiero que la mejor manera de encontrar descanso es creer en la segunda venida de Jesús, al igual que los israelitas creyeron antes de entrar en Canaán.
Como adventistas del séptimo día, celebramos 150 años de adventismo organizado. Agradezco a Dios porque durante estos 150 años, la Iglesia nunca ha renunciado a su llamado. Para algunos es un triste aniversario. ¿Por qué? Ya deberíamos haber llegado al cielo. Cuando escucho eso, me siento angustiado porque creo que enfatiza la culpa sobre la iglesia y el pueblo de Dios. No creo que la intención de Dios sea imponer culpabilidad de un evento que está en sus manos.
Observando épocas pasadas, me pregunto: ¿Acaso no fueron los apóstoles lo suficientemente fieles, por lo que Jesús no regresó en su tiempo? ¿Consideramos a los cristianos infieles a Jesús durante más de 2000 años por no haber regresado antes? ¿Ha sido mi padre infiel, como pastor, teniendo en cuenta que Jesús no vino en su época? Si Jesús no regresa en esta generación, como esperamos, ¿nos reprocharán nuestros hijos que no hayamos sido lo suficientemente fieles?
Honestamente, lo que creo realmente importante es que Él regrese a pesar de los muchos desafíos. La única manera de encontrar el descanso es descansar en la Palabra de Dios y depender de su Gracia. Lo que ha dicho se cumplirá. Las profecías y las señales de los tiempos no están para decirnos la fecha de su venida, sino para recordarnos que Él viene y nos preparemos para estar listos cuando venga. Para estar preparados, no a través de nuestras acciones, sino por los méritos de Cristo. Quiero descansar en Su presencia.
A veces me parece que hay un espíritu de temor en nuestra iglesia con respecto a los últimos días y supuestas teorías de conspiración cunden por todas partes. Las profecías y los escritos de Elena G. de White se utilizan abusivamente para inducir al miedo. El mensaje que algunos proclaman es: “No eres un buen Adventista si no predicas el temor a las persecuciones que surgirán pronto”. No le temo a lo que viene, y no es porque sea más valiente que el resto. Sé qué viene, y cuando no viene, porque lo he leído en la Biblia, y lo que viene no son buenas noticias. Pero no necesito temer porque Jesús ha dicho: “Venid a mí, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). Personalmente, lo más importante es que Jesús es victorioso (Apocalipsis 12). En la cruz Jesús hizo todo lo necesario para que yo pueda ser salvo.
Dios me ama y quiere que yo también repose. Recordemos que Él ha preparado una Nueva Canaán en la que habita un Espíritu de reposo eterno porque Dios reinará en medio de su pueblo.
150 años han pasado volando, la segunda venida de Jesús es cada vez más inminente. Vamos a continuar nuestra misión con alegría y compromiso personal y, finalmente, nos encontraremos con su reposo, al fin.