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insomnio falta de sueño

La falta de sueño o sueño disminuido es irrecuperable, y puede provocar daños en el sistema nervioso.

Para diversos especialistas en salud pública, dormir lo suficiente es muy importante para la función cerebral. Si el cerebro no duerme lo suficiente causará que el mismo cerebro destruya una significativa cantidad de neuronas y corte millones de conexiones sinápticas.

La Agencia Adventista Sudamericana de Noticias (ASN) conversó con el doctor Roger Albornoz, anestesista y director de la Escuela de Medicina de la Universidad Peruana Unión, sobre las consecuencias de no dormir adecuadamente.

Para el especialista, la falta de sueño o sueño disminuido es irrecuperable. Provoca daño del sistema nervioso. Algunos autores mencionan que se incrementa el riesgo de enfermedades tipo Alzheimer y demencia senil y otros desórdenes neurológicos.

Para Albornoz, en privaciones extremas de sueño se producen alteraciones metabólicas y hormonales compatibles con estrés extremo; lo cual puede eventualmente desencadenar la muerte. Experimentalmente, mantuvieron a una persona por 11 días despierta, el individuo presentó alucinaciones y cuadros psicóticos. «De mantenerse despierto con seguridad habría muerto», afirma.

Al parecer, no dormir no solo afecta el cerebro, también se le ha vinculado a la ruptura o trastorno de otras funciones vitales,  incluyendo el sistema inmune, funciones del corazón e impulso sexual. Esto, también, ha sido asociado a tasas de cáncer más altas, incluyendo el cáncer de mama, cáncer colorrectal y cáncer de próstata.

Si nos referimos a las emociones, privarse del sueño está también vinculado a cambios de humor y metabolismo lento. Además de aumentar el apetito por comidas chatarra y eventualmente conllevar obesidad severa.

¿Qué te quita el sueño?

El departamento de Psicología de la Universidad de Binghamton en los Estados Unidos, concluyó que la falta de sueño ha sido también vinculada a pensamientos negativos repetitivos. Es importante mencionar que pensamientos repetitivos disminuyen el cuidado de esperanza de vida y calidad de vida y hacen vulnerable a diferentes desórdenes psicológicos que podrían ser vinculados a la sincronización y duración del sueño.

Asimismo, no dormir bien está asociado a la presencia de ansiedad, depresión, dificultades del aprendizaje y memoria.

Otra de las causas es el insomnio. El doctor relata que el insomnio se debe a tres grandes factores:

  • A la presencia de enfermedades médicas asociadas que dificulta dormir por dolor o disfunción orgánica. Por ejemplo: enfermedades cardíacas (enfermedades coronarias, arritmias; etc.); enfermedades respiratorias (asma, enfermedad pulmonar obstructiva); enfermedad neurológica (párkinson, migraña); enfermedad oncológica (dolor por cáncer).
  • Enfermedades mentales como la depresión, ansiedad, síndrome obsesivo-compulsivo, esquizofrenias, etc.
  • Abuso de sustancias y fármacos: alcohol, tabaco, cafeína, estimulantes, anfetaminas, broncodilatadores, antidepresivos, etc.

  ¿Las mujeres deben dormir más?

Al respecto el doctor Albornoz comenta que, aunque en la primera infancia no hay diferencias entre las horas de sueño entre el hombre y mujer, sí se observa una diferencia importante especialmente desde la adolescencia; al parecer debido a las modificaciones hormonales propias de esa edad, y que se van a mantener a lo largo de la edad fértil. Por otro lado, la gestación y la menopausia también van acompañados de una mayor duración en los periodos de sueño.

Algunos autores mencionan que estas diferencias solo manifiestan la pobre calidad del descanso de la mujer y la necesidad de recuperarlos con mayores periodos de sueño. Asimismo, el sueño más fragmentado de la mujer por todos los procesos fisiológicos que debe pasar (menstruación, embarazo, lactancia, menopausia) hace que el sueño sea más prolongado en un intento por equilibrar las horas de sueño.

El doctor aconseja

En la búsqueda de un sueño reparador, el doctor Albornoz aconseja:

  • Evitar los dispositivos electrónicos (televisores, ordenadores, móviles, etc.) al menos una hora antes de dormir, pues pueden alterar nuestro ritmo de sueño y vigilia; haciéndoles creer que aún es de día y, por lo tanto, retrasando la hora de dormir.
  • Dormir y levantarse a la misma hora del día.
  • Evitar consumir alcohol, tabaco, cafeína y energizantes al menos 4 horas antes de dormir.
  • Una nutrición balanceada y no pesada en la noche permitirá un sueño de mejor calidad.
  • No planear las actividades del día siguiente mientras se intenta dormir.

Promedio de sueño según la edad

Dormir es el mecanismo a través del cual el sistema nervioso repone sus reservas de energía. Estudios actuales manifiestan que el sueño disminuido genera daño irreversible, aun cuando se recupere después. El tiempo de sueño es variable según la edad.

  • Recién nacido, 16 horas.
  • Lactante, entre 12 y 14 horas.
  • De 3 a 5 años, 11 horas.
  • De 9 a 10 años, 10 horas.
  • Edad adulta el grueso de la población lo hará entre 7 y 8 horas por noche.
  • Senectud, menos de 7 horas.

Autora: Cárolyn Azo, licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Peruana Unión.
Imagen: Shutterstock

Publicación original: Los problemas de sueño afectan casi a la mitad de la población mundial

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