Terminábamos el mes apuntando en nuestro calendario una fecha… 22 de febrero, fue el día elegido para organizar nuestra primera ExpoSalud* dentro de las puertas de la Iglesia Adventista de Vives.
Los planes y la organización fueron bendecidos a cada paso por nuestro amoroso Padre Celestial, cada problema era solucionado con el doble o triple de bendiciones. No hemos dejado de ver a Dios aún cuando parecía más difícil llegar al final de esta actividad con el mejor sabor de boca.
Aquel día cuando casi empezábamos la actividad, se me acercan a decirme que no se había promocionado la ExpoSalud en otra iglesia, así que esperábamos tener más gente colaborando que la gente que vendría realmente a la ExpoSalud…. Lo único (y más certero) que nos quedaba era orar y dejar que Dios nos bendijera y acallara nuestra última incredulidad.
Sin alargar más la historia, a la ExpoSalud vinieron más de 80 personas…Y no cuento las 30 personas que colaboraron en la preparación, organización y puesta en marcha de este sueño que teníamos en el ministerio de la Salud desde que empezó este año eclesiástico. No quiero olvidarme de la ExpoSalud para niños, con 20 niños que aprendieron lo divertido que es hacer comida sana y lo importante que es su higiene bucal, todo un gozo para los más pequeños.
Las bendiciones se fueron agolpando, como las visitas que tuvimos.. Nada más maravilloso que ver rostros nuevos; ver que el método de la curación que Cristo usó en su ministerio cuando estuvo en esta tierra, sigue atrayendo a la gente a sus pies.
Construimos una ExpoSalud con 10 módulos, nutrición, actividad física, descanso, trabajo social, medicina, salud espiritual, entre otros… Maravilloso ver a la gente interesada por cada parte de su salud.
Desde aquí quiero dar gracias a todas y cada una de las personas que pusieron su granito de arena en este proyecto. Es Dios el glorificado cuando aunamos todos nuestros conocimientos y lo ponemos a su disposición.
Para terminar, como no, quiero dar gracias a Dios, otra vez más, porque aún en estos tiempos podemos ver (como en aquellos tiempos en Galilea) que la cercanía que Jesús tuvo con las personas que se encontraban con Él, aún da su efecto, la cercanía con Jesús mas que nunca puede curar nuestros padecimientos, ahora es cuando las oraciones que claman por sanación pueden estar seguros que el Gran Médico está al mando de nuestras vidas.
Bendito y alabado sea el Señor, y sea gloria para Dios nuestros estilo de vida. ¡Amén!
(*) Actividad enfocada en la salud de la población, mediante análisis del estilo de vida y charlas con especialistas en los temas.