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¿Esclavitud deseable? Una escatología que no habíamos imaginado.¿Esclavitud deseable? Una escatología que no habíamos imaginado.

Aldous Huxley y Ray Bradbury imaginaron futuros que hoy se sienten extrañamente reales. En Un mundo feliz (1932),[1] Huxley dibujó una sociedad entregada al placer, condicionada desde la infancia, incapaz de desear otra cosa que no fuera la comodidad.

En Fahrenheit 451 (1953),[2] Bradbury denunció un mundo donde los libros eran peligrosos porque despertaban reflexión, y donde las pantallas ofrecían una realidad anestesiada.

Neil Postman, en Divertirse hasta morir (1985), [3] comparó estas dos visiones y concluyó que, si bien Orwell temía un estado opresor al estilo de 1984,[4] Huxley acertó más profundamente: no necesitamos represión si estamos suficientemente distraídos. No son los látigos ni las botas los que tiranizan; sino los placeres, las pantallas, los memes, las notificaciones. La distopía que nos está alcanzando no tiene forma de tirano sino de plataforma de streaming.

En este escenario, Un mundo feliz y Fahrenheit 451 no son sólo literatura: son espejos. Y si el espejo es fiel, entonces el rostro que nos devuelve  de nuestra sociedad está más cerca de la Bestia que del Cordero.

El espejismo de la libertad

Huxley imaginó una sociedad donde no hace falta prohibir los libros porque nadie quiere leerlos. Bradbury imaginó otra donde los libros arden porque molestan, inquietan, zarandean. Ambas coinciden en algo fundamental: el pueblo coopera con su propia pérdida de libertad. El problema no es el dictador, sino la cultura que lo engendra. No es que alguien robe la libertad, es que ya no se aprecia.

En la lógica de Postman, nuestra sociedad ya eligió: preferimos el entretenimiento a la verdad, la distracción a la reflexión, el consumo al compromiso. No es que la censura haya desaparecido. Simplemente, ha cambiado de forma: ya no impone el silencio; nos regala ruido. Y aquí resuena con fuerza la advertencia del Apocalipsis.

Para el pensamiento escatológico adventista, el libro de Apocalipsis no es un catálogo de símbolos crípticos ni un oráculo sobre desastres inevitables. Es una llamada al discernimiento y a la certeza de la realidad. «Aquí está la paciencia de los santos», dice el texto, «los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús» (Apocalipsis 14:12). No son los que sobreviven al fin del mundo, sino los que lo entienden. Los que no se dejan marcar —ni en la frente ni en la mano— por los valores del sistema.

Entonces, ¿qué es hoy lo que nos está llevando hacia la marca de la bestia? ¿Un chip? ¿Un decreto dominical? ¿O una lógica cultural que enseña a no pensar, a no esperar, a no confiar en nada más allá del instante? El Apocalipsis, desde una lectura adventista, no anuncia simplemente un calendario de crisis sino una pedagogía de la fidelidad. Y esa fidelidad no se manifiesta en paranoia profética, sino en una forma de vida que sea contracultural, reflexiva, comunitaria y esperanzada.

Las pantallas como sacramentos modernos

Neil Postman se lamenta de una cultura donde la televisión —y hoy podríamos afirmar los algoritmos— reemplazan la argumentación por la imagen, la profundidad por la velocidad, el contenido por la apariencia. En ese entorno, no hay necesidad de dictadores. Basta con que la población esté suficientemente entretenida.

Huxley lo profetizó con la droga soma y los espectáculos constantes. Bradbury, con las pantallas envolventes y los auriculares en las orejas. Hoy vivimos eso mismo, pero aumentado: series, reels, juegos, realidad aumentada, influencers, inteligencia artificial.

El entretenimiento se ha convertido en el nuevo sacramento de la sociedad. Una forma de adoración secular. Solo hay que reflexionar sobre los grandes eventos de masas: estadios llenos de acólitos del deporte, la música y las performances festivas. Y en ese contexto, la lectura crítica, el silencio, la contemplación y la oración son subversivas.

La gran prueba: discernir

Cuando el Apocalipsis habla de un pueblo fiel que no se ha contaminado con la bestia ni se ha postrado ante su imagen (Apocalipsis 14:9-11), no describe solo una resistencia visible, sino una actitud interior. Y en tiempos de hiperconexión y ruido, la verdadera batalla no está en los campos de Marte sino en la atención. En qué miramos, en a quién escuchamos, en qué memoria habitamos.

La madurez de la vida espiritual de un cristiano se detecta por el acto de discernir entre lo bueno y lo malo. Como indica Hebreos 5:14: «… pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal». Postman y los profetas se encuentran aquí: ambos denuncian un mundo que ha sustituido la verdad por la verosimilitud, por la ficción. Huxley, Bradbury y Juan de Patmos se alinean como vigías: uno desde la filosofía, otro desde la literatura, el tercero desde la revelación.

Crisis global: una distopía económica en tiempo real

En primavera de 2025, la economía global se tambalea. Las medidas proteccionistas adoptadas por los Estados Unidos bajo la nueva administración de Donald Trump han desencadenado una guerra comercial a gran escala. El aumento de aranceles hasta un 145% ha provocado el colapso de los mercados.

El Dow Jones cayó 4.000 puntos en 48 horas.[5] La Unión Europea intenta mediar para contener una recesión mundial, mientras China, liderada por Xi Jinping, fortalece alianzas con Rusia y otras potencias emergentes.

La guerra en Gaza, que ha recrudecido desde finales de 2023, se ha cobrado miles de vidas civiles y ha fracturado aún más las relaciones entre Oriente y Occidente. La figura de Vladimir Putin emerge como actor clave en una diplomacia global marcada por intereses militares, energéticos y narrativas ideológicas en conflicto.

Entre sobresalto y sobresalto, se exponen nuevas propuestas políticas que nos recuerdan los parámetros medievales.[6] Eso sí, tecno-medievales. La «Ilustración Oscura», una corriente ideológica que representa en la actualidad Curtis Yarvin,[7] está ganando presencia tanto en Estados Unidos como en Europa. Promueve una crítica radical a la democracia y sugiere alternativas autoritarias.

Yarvin[8] aboga por reemplazar el sistema democrático con una «monarquía» dirigida por CEOs tecnológicos, una idea que ha encontrado eco en figuras como J.D. Vance y Elon Musk. Esta filosofía, también conocida como neorreaccionarismo (NRx),[9] plantea una reorganización social basada en jerarquías rígidas, orden, y un rechazo frontal a los valores ilustrados tradicionales.

En Europa, el movimiento está creciendo y se asocia con la emergencia de líderes ultraconservadores. Además, el neorreaccionarismo se apoya en algoritmos y plataformas digitales para diseminar sus ideas. Este fenómeno representa una amenaza creciente que desafía los cimientos de la sociedad tal y como la concebimos.

Estas condiciones económicas y políticas globales reflejan un mundo que busca estabilidad a través de mecanismos de control. El Apocalipsis habla de una bestia que hace que todos, grandes y pequeños, ricos y pobres… reciban una marca (Apocalipsis 13:16-17). Esa marca puede tomar progresivamente la forma de dependencia total del sistema económico global, de plataformas que dictan qué pensar y consumir, o de una fe debilitada por el miedo.

La iglesia como comunidad de resiliencia y esperanza

Frente a esto, la iglesia está llamada a ser mucho más que un espacio de actividades, de autoconsumo o de entretenimiento. Debe ser un laboratorio de reflexión  escatológica. Un lugar donde se recuerde el pasado redentor, se reflexione sobre el presente cultural y se espere activamente el futuro glorioso que se nos ha prometido (Apocalipsis 21:1-5). En ese sentido, la escatología adventista no es un refugio apocalíptico ni un escenario del miedo, sino un ejercicio de resiliencia y libertad.

Como en los libros de Huxley y Bradbury, la clave está en recuperar la capacidad de leer. Leer la Palabra y, como consecuencia, las realidades. Escudriñar los corazones, que hay muchos y muy necesitados. Leer los signos de los tiempos, que nos llegan a pesar de que los ignoremos. Leer la historia desde la esperanza, que nos aporta el horizonte que genera certezas.

No hay ninguna duda, al final, no seremos juzgados por cuánto supimos del fin del mundo, sino por cómo vivimos en este (Mateo 25:31-46).

¿Será que la verdadera marca de la bestia comienza con la imposibilidad de apagar el teléfono? ¿O la incapacidad de orar sin revisar antes las notificaciones? Quizás la escatología más urgente no sea la que descifra códigos, sino la que nos ayuda a recordar quiénes somos, a quién adoramos y qué historia estamos contando con nuestra vida. Y en ese recordar, resistir y esperar, sin lugar a dudas, reside la verdadera libertad.

Autor: Víctor Armenteros, decano de la Facultad Adventista de Teología (FAT) de España.
Imagen generada por ChatGTP.

Referencias

[1] Aldous Huxley, Un mundo feliz / Brave New World (Barcelona: Debolsillo, 2023).

[2] Ray Bradbury, Fahrenheit 451, traducción de Marcial Souto (Barcelona: Debolsillo, 2024).​

[3] Neil Postman, Divertirse hasta morir: el discurso público en la era del show business (Barcelona: La Tempestad, 1991).

[4] George Orwell, 1984, traducción de Olivia de Miguel (Barcelona: Editorial Alma, 2022).​

[5] González, Alicia. “La economía global recalcula su ruta.” EL PAÍS, 14 de abril de 2025. https://elpais.com/economia/negocios/2025-04-14/la-economia-global-recalcula-su-ruta.html.​

[6] Xosé Carlos Arias, “La era Trump y la embestida del aceleracionismo oscuro,” EL PAÍS, 3 de marzo de 2025, https://elpais.com/opinion/2025-03-03/la-era-trump-y-la-embestida-del-aceleracionismo-oscuro.html;

[7] Juanjo Velasco, “Curtis Yarvin, el ideólogo de la ‘ilustración oscura’ que quiere cambiar la democracia por ‘monarcas’ de Silicon Valley,” laSexta, 26 de enero de 2025, https://www.lasexta.com/programas/sexta-columna/curtis-yarvin-ideologo-ilustracion-oscura-que-quiere-cambiar-democracia-monarcas-silicon-valley_202501266795c192691a460001ee54b7.html.

[8] Felip, Josep María. “Trump: El alcance tóxico de la entrevista a Curtis Yarvin.” Levante-EMV, 11 de abril de 2025. https://www.levante-emv.com/opinion/2025/04/11/trump-alcance-toxico-entrevista-curtis-yarvin-116269801.html.

[9] Sergio C. Fanjul, “NRx: el movimiento (subterráneo) que quiere cargarse la democracia,” EL PAÍS, 24 de noviembre de 2024, https://elpais.com/ideas/2024-11-24/nrx-el-movimiento-subterraneo-que-quiere-cargarse-la-democracia.html; Amador Marqués, “La guerra contra la democracia, clave del algoritmo NRx,” HuffPost España, 2025, https://www.huffingtonpost.es/opinion/la-guerra-democracia-clave-algoritmo-nrx.html.

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