María Magdalena se sentía la mujer mas indigna del mundo. Sin embargo no lo era para Jesús. Para Él era una mujer que valía la pena salvar, que merecía ser amada, pero de verdad. El Señor no la condenó, la perdonó y la restauró. ¿Te sientes indigna? ¿Hay cosas de tu vida que te avergüenzan? ¿Tu vida no es cómo hubieras deseado? No importa. Jesús puede obrar milagros. ¿Quieres saber todo lo que Cristo está dispuesto a hacer por ti? Mira este vídeo.