Entrevista a Richard Ruszuly, ministerial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.
Muchas gracias por concedernos esta breve entrevista, a través de la cual deseamos conocer un poquito más acerca de la figura del pastor.
EA. En primer lugar ¿qué es esto de “el día del pastor”?
RR. Un día para mostrar nuestro apoyo y cariño a los pastores y a sus familias. Seguramente los feligreses apoyan con sus oraciones a los pastores siempre, pero durante el día de los pastores pueden mostrar un reconocimiento al trabajo ministerial y al cuidado hacia la iglesia.
Cabe decir que, de alguna manera, este día no está destinado solamente a los pastores, tal como entendemos, sino también a cualquier persona que está haciendo un trabajo ministerial: capellanes, evangelistas, misioneros, ancianos y cualquiera que tiene una responsabilidad pastoral.
EA. ¿Desde cuándo se celebra?
RR. Desde el año 1994. Es en ese año cuando la Asociación General escoge el mes de octubre para la celebración del día del pastor. Además, se recomienda el tercer o cuarto sábado. Es un mes entero dedicado al reconocimiento del trabajo de todos los pastores, y de todos los que sirven predicando la Palabra.
EA. ¿Por qué se celebra justo en esa fecha? ¿Alguna efeméride especial?
RR. No hay una razón específica sobre la fecha. Cada unión o división puede hacer sus propuestas. Quizás en nuestro calendario eclesiástico sería la apertura de un nuevo ejercicio en el mes de octubre. Un mes de consagración de todos los ministerios, juntamente con el pastor o la pastora con sus ancianos, como líderes espirituales.
EA. ¿Cómo lo va a celebrar la Iglesia Adventista en España?
RR. Las formas pueden variar en función de lo que cada consejo proponga. Nos podemos referir a tarjetas de aprecio, crear un vídeo especial con testimonios y agradecimientos, organizar un evento, tomarse un selfie con el pastor. Bueno, todas las iniciativas son bienvenidas para animar a los obreros del evangelio a seguir guiando en los caminos del Señor.
EA. ¿Qué funciones desarrolla exactamente un pastor?
RR. Es una pregunta tan grande para un espacio reducido… Entre muchas otras cosas, guiar a las personas al Señor para que sean discípulos; estar pendiente del crecimiento espiritual; buscar la excelencia en las predicaciones; presidir consejos y juntas administrativas; planificar y cooperar estrechamente con los líderes locales, etc. Todo ello con un claro objetivo: cumplir la misión de hacer llegar a todo el mundo el evangelio. Además, por supuesto, cuidar y visitar a los enfermos; animar a los decaídos; mostrar el carácter de Cristo…. La lista no terminaría nunca.
EA. ¿Cuál sería el perfil de un buen pastor?
RR. El pastor debe hacer que las personas miren a Cristo. Es fácil que los miembros de iglesia vean al pastor como mentor espiritual, por eso el pastor debe representar a Cristo, imitar a Cristo, respirar a Cristo, alimentarse de Cristo, vivir en Cristo constantemente. Él debe ser un modelo, no por lo que dice, sino por su manera sincera y amorosa de vivir el evangelio y reflejar el carácter de Cristo. Pero además de vivir y reflejar al Señor, es importante que el pastor deje claro que el único al que las personas deben mirar es a Jesús. Los seres humanos podemos cometer errores… pero Cristo no nos fallará nunca.
EA. ¿Qué espera la feligresía de su pastor?
RR. Espera muchas cosas de su pastor… Esencialmente, creo que la mayor expectativa de la feligresía es sentirse arropada y comprendida por su pastor. Quiere un pastor capaz de entusiasmar y motivar. Alguien que comunique con poder las verdades del evangelio. Alguien que cree lo que predica. La membresía no quiere ver a un profesional o a un profesor. Esperan algo más. Quieren sentir que su pastor es su amigo, alguien en quien confiar, alguien que está cerca cuando pasa por dificultades.
EA. ¿Qué espera la UAE de cada pastor?
RR. En este quinquenio, desde la UAE, estamos ilusionados con saber que cada pastor implementa el proyecto de Acción Integrada. Que el pastor esté al frente del proyecto en su iglesia, y ser un factor motivacional para los departamentos en la implementación y seguimiento de las fechas propuestas en cada eje o etapa del quinquenio, sería para nosotros la mayor satisfacción. Hemos creado un proyecto ilusionante y los hermanos están felices de aplicarlo. Ellos deben ver en el pastor, la misma ilusión, para hacer una realidad el crecimiento eficiente e integrador de todos los ministerios.
EA. ¿Qué clase de apoyos necesitan el pastor, y la familia pastoral para desarrollar su labor de la mejor manera?
RR. La confianza y la transparencia.
Al empezar el ministerio en las iglesias, si un pastor no goza de la confianza de su iglesia difícilmente podrá llevar adelante la misión. Y la transparencia, es decirle al pastor tanto las cosas buenas como las que debe mejorar.
El pastor no es perfecto. Aunque tenga mucha experiencia cada pastor es diferente. La comunidad está compuesta por muchos miembros. Cada familia tiene sus peculiaridades y cada iglesia su forma de entender la vivencia del evangelio. Animemos al pastor a seguir creciendo en sus puntos fuertes, haciéndole llegar nuestra percepción sobre el funcionamiento de la iglesia. Pero, estemos dispuestos en darle orientación y apoyo en los puntos débiles.
EA. ¿Es posible que, a veces, en las iglesias, tendamos a exigir demasiado de las familias pastorales, sobre todo de las esposas? ¿Qué podemos hacer para contrarrestar esa tendencia?
RR. Las familias pastorales son las más expuestas a las miradas y a los comentarios. La esposa/o del pastor/a no debe expresamente tener los mismos dones que él/ella. El mayor servicio que se le puede hacer a un pastor, es dejar que las iniciativas del cónyuge, de servicio hacia la iglesia sean iniciativas propias y no impuestas por ser esposa del pastor.
EA. ¿Qué podemos hacer nosotros, cada miembro de iglesia, para agradecer y apoyar a nuestros pastores y familias pastorales?
RR. Aunque lo digo muchas veces, cada vez que alguien me da un servicio le digo: Gracias. No me canso. Incluso, para las cosas más pequeñas, estar agradecido, es señal de tener un corazón lleno de amor. Damos gracias por muchas cosas: en el bus, en el restaurante, en el cole, en el hospital… El 26 de octubre queremos seguir el consejo del gran pastor Pablo, dirigido a la iglesia de Tesalónica, que nos recomienda con estas palabras el cuidado y respeto por los que nos ministran:
“Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra.” (1 Tesalonicenes 5:12-13).
Autora: Esther Azón, teóloga y comunicadora. Coeditora y redactora de Revista.adventista.es y QueCurso.es, gestora de las redes sociales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España y asistente de dirección y producción en HopeMedia España.Imagen: Iglesia Adventista de Madrid Alenza.