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La entrevista fue realizada a Mario Brito, director de la Asociación Ministerial & del Ministerio de Capellanía Adventista, por Pedro Torres.

P ¿Quién es Mario Brito y qué responsabilidades tiene?

R. Yo hice mis estudios de teología en Sagunto, luego estudié en Collonges. En estos momentos, tengo la responsabilidad de la Secretaría Ministerial de la División Inter Europea y de Capellanía. Con eso tengo bastante trabajo porque tengo que visitar las Uniones, y como es un departamento que se responsabiliza de los pastores, muchas veces recibimos solicitudes de ayuda desde las uniones pidiendo consejos por problemas que surgen, lo que hace que viaje mucho.

P. Eso es quién eres profesionalmente, pero, ¿y como persona, como padre, como esposo?

R. Suelo decir en broma que tengo una mujer y una hija. A mi mujer la conocí en Sagunto. Cuando estábamos en Collonges eso fue creciendo, allí nos casamos en el último año de estudios, doy gracias a Dios porque ha sido mi compañera de vida y ministerio, muy dedicada, muy discreta y muy involucrada siempre. Creo que mi ministerio es también de ella, aunque también tiene su ministerio. Lo que hago, se lo debo en gran parte a mi esposa.

P. ¿Y tu hija?

R. Mi hija, quisimos que también estudiase en Sagunto cuando acabó secundaria en Portugal. Siempre quiso estudiar medicina. El año que fuimos a Berna, no pudo estudiar, porque en Suiza para poder estudiar como extranjera tenía que estar al menos 5 años estudiando antes. Pensamos que podía ir a Sagunto un año para aprender español, y prepararse para entrar en la universidad en España. Entró en medicina en Valencia. Estudió allí tres años y cayó enferma, tuvo que parar. Su sueño es poder retomar y terminar su curso allí. Está casada con César, que también estudió en Sagunto. Por razones de salud, fue el último año de estudios a Collonges para estar más cerca de Estela. Ahora están en Berna ayudando con el grupo latino de la iglesia de Berna. Estamos cerca apoyándonos mutuamente.

P. ¿Cuáles son las labores principales y cómo está estructurado tu trabajo en la División Inter Europea?

R. Mucho tiempo lo empleo en viajes, también atiendo e-mails, llamadas, atender personas que te solicitan. Tengo un proyecto que me gustaría mucho desarrollar, poder crear un foro en Internet para poder poner materiales a disposición de todos los pastores. Podría ser pequeño pero crecería en todas las lenguas, donde pudiéramos tener sermones, estudios bíblicos, artículos… O sea, mi sueño, es todavía un sueño, es tener como una “Wikipedia” donde los pastores pudiesen aportar, porque hay pastores con capacidad y que podrían compartir ahí materiales que les han ayudado o que han escrito. Tendríamos cuidado editándolos un poco, y ponerlos a disposición con materiales de apoyo. Es un sueño todavía. Ya tenemos algo de material, cuando se hacen conferencias, se ponen algunos vídeos a disposición de todos. Nos gustaría tener más, y tener una buena página Web al servicio del pastor y su familia.

P. Bueno, estos son los proyectos, y ¿qué objetivos tienes?

R. Veo que hay muchas áreas que tienen que ser cuidadas. Me gustaría tener tiempo disponible para poder escribir algunas cosas y encontrar gente que pudiera tratar temas muy concretos, en el área de la familia pastoral con problemas muy específicos, y también tratar su prevención. Desgraciadamente perdemos muchos pastores. Nos gustaría hacer algo para frenar la “hemorragia” que hay. No son grandes números, pero al final del año siempre hay unos cuantos.

P. ¿Cuáles son los desafíos más grandes que enfrenta Mario Brito en esta División tan particular? Tenemos muchas culturas, muchos idiomas, muchas mentalidades,

R. No sé si será el mayor desafío, pero así lo siento yo, las necesidades cambian bastante de un país a otro. Aún cuando haya las mismas necesidades, la forma de atenderlas es diferente. El mismo texto que preparo para un país “A”, puede no adaptarse bien a la cultura y mentalidad del país “B” o “C”. Voy entendiendo cómo poder ayudar mejor, pero no siempre es fácil captar las necesidades reales y saber cómo ayudar. Intento trabajar en equipo con los compañeros de las uniones. Doy muchas gracias a Dios por el caso concreto de España, con el pastor Antonio Martínez, con quien tengo una gran amistad. Compartimos íntegramente la visión del pastorado y el modo de trabajar. Esto me anima mucho, porque mi objetivo es que cada secretario ministerial pueda ser un amigo en primer lugar, compartir los mismos sueños, poder trabajar juntos en la edificación del cuerpo pastoral que no es fácil.

P. ¿Qué soluciones crees que se pueden aportar? ¿Qué tienes en mente, que puedes o quieres llevar a cabo?

R. Me gustaría mucho poder crear un grupo de personas especializadas con formación, no sólo pastoral, también técnica como psicólogos, personas con formación en diversas áreas específicas para atender a los pastores, sus esposas y sus hijos. Quisiéramos tener colaboradores en cada país que puedan ayudar localmente, pero con la posibilidad de poder ayudar también más allá de sus fronteras. Hoy vivimos en una aldea global, hay personas de habla hispana en Alemania, en Suiza, en Portugal, en todas partes, y se podría hacer un intercambio de modo que un español que hable inglés pueda pedir ayuda aunque fuese fuera [de España], a veces se puede sentir más tranquilo hablando con alguien que no esté tan cerca. Me gustaría organizar ese sistema de apoyo. Sé que cada unión lo tiene, algunas están más preparadas que otras, y estoy pensando en algunas uniones que no tienen tantos recursos.

P. Mario Brito ha venido aquí a España de visita a la convención pastoral, invitado en tanto que responsable de la División Inter Europea, además de ser el orador principal. Has visto cómo está la situación en España, los informes que se han dado en esta convención. Una impresión general.

R. Veo que hay sufrimiento. Hay sufrimiento a nivel de la administración, a nivel de las familias pastorales, de los pastores, porque hay una crisis muy aguda que afecta al país y consecuentemente a la iglesia. No vemos una solución inmediata. No vemos una perspectiva que diga que el próximo año los diezmos van a subir de nuevo. Si hay una recuperación, imagino que va a ser lenta. Ojalá no sea así. Cuando hablo de crisis hablo de oportunidad. Muchas veces el período de crisis es un período de oportunidad. La crisis viene acompañada de sufrimiento, pero si puedo animar a mis compañeros y colegas, les digo “no perdáis el ánimo”. Si hay que hacer reformas y cambios difíciles, se deben hacer con mucha oración, humildad y comunicación para que todos puedan estar involucrados en el proceso y así encontrar las soluciones. Creo que esto va a contribuir para consolidar el trabajo con mejores bases. Nadie podía prever una crisis tan grande, y que hubiera una pérdida tan grande de miembros y esto causa sufrimiento. Creo que hay muchas familias aquí en España que han perdido sus pisos, sus viviendas… el país está sufriendo. Tenemos un Dios que siempre se ha manifestado en el pasado en otras crisis ayudándonos a sacar lecciones preciosas para el futuro. Creo que el Señor también va a estar con la Unión Española y con los compañeros, tanto los pastores que están en el campo como los que tienen que tomar decisiones a nivel de administración, a quienes deseo de corazón que Dios los pueda ayudar en este momento difícil.

P. Algo positivo que te haya llamado la atención en estos días.

R. Varias cosas. Veo que ha habido un enfoque muy grande, muy grande, en evangelización. A pesar de la crisis tenemos que pensar en cómo alcanzar el mundo que está a nuestro alrededor. Me toca mucho ver a laicos que vienen a involucrarse en la Obra, ya sea como ancianos en función pastoral, o cuando veo que hay miembros que tienen proyectos… que no ganan nada, regalan su tiempo, su motivación. Eso me indica que el Espíritu Santo está trabajando. Veo que tenéis un cuerpo pastoral con hombres muy válidos, de buena calidad, personas de calidad moral, intelectual, con formación. Es un potencial, es un valor que tenéis, porque todo se basa en las personas con las que se trabaja. Deseo que esos compañeros puedan de alguna forma motivar a otros para que puedan sacar una bendición de la crisis. También veo valores jóvenes con talentos que están animados. A pesar de la crisis hablé con muchos que están mirando hacia adelante. No podemos dejar que se desanimen por la crisis de ninguna manera. Hay que seguir adelante, y creo que ésta no será la única, vendrán otras en el futuro. Creo que el Señor nos está preparando para las próximas. Tengamos ánimo porque vamos a superarlo.

P. Por último, un sueño.

R. Mi gran sueño es ver la iglesia unida en todos los niveles, volcada en la sociedad. Si con nosotros las cosas no van bien, “fuera” la cosa va mucho peor. Las personas no tienen esperanza, están desesperadas, muy negativas, pesimistas respecto su futuro. Tenemos todo lo necesario para animarlos, a ellos y a nosotros. Me gustaría ver cómo la iglesia descubre el placer del servicio. Yo viví sin Dios, intenté ser feliz pero no encontré la felicidad. Descubrí que la auténtica felicidad está en el servicio desinteresado, por amor. Ese es mi sueño. No estoy pensando en números, sino en personas a las que se les puede ayudar, ayudar a crecer, a encontrar su sueño también, a ser personas de pleno derecho. Esa es mi oración, y creo que puede ocurrirle a la iglesia, porque esa fue la misión y la ilusión de Cristo, y vino para eso, trabajó en los discípulos hasta que finalmente comprendieron y aceptaron el reto. Oro para que lleguemos a este cambio y que nosotros también podamos descubrir esto. Nada ni nadie nos va a frenar el día que descubramos el placer del servicio, de ayudar, de que tenemos un gran potencial aunque seamos pequeños, y eso atraerá a otros. Ojalá tengamos esta aproximación positiva, ya basta de negativismo. Muchas veces cuando predicamos nos comparamos con los demás… ¡no!, el Señor está con nosotros, y quiere que seamos una bendición. Ese es mi sueño, mi visón de una iglesia unida para cumplir la misión.

A continuación puede escuchar el audio de la entrevista:

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Revista Adventista de España