Skip to main content

Entrevista a Larry Evans, responsable de Ministerio de Necesidades Especiales de la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

P. ¿Cuál es su impresión de este Congreso Internacional?

Larry Evans: Yo estaba muy impresionado, porque, independientemente de la cultura hay un vínculo especial entre las personas sordas y las personas que están aquí para trabajar con ellos. Iba cambiando a medida que escuchaba hoy la canción “Qué grande eres tú”, mientras veía cómo se signaba. Cuando canto una canción que sale del corazón, nadie lo ve, pero cuando los sordos signan una canción, lo expresan con los dedos, con las manos, con los ojos, con la cara – con todo su cuerpo. Es una experiencia emocionante ver a un grupo de personas sordas que cantan himnos. Su compromiso y dedicación se ve claramente en sus gestos.

A veces me preocupa que las personas sordas no sean comprendidas adecuadamente por el mundo de los oyentes. Si supieran, si pudieran ver, si pudieran experimentar lo que he experimentado aquí, creo que se sentiría una mayor urgencia para llegar a los trescientos millones de personas que no conocen a Jesús. Sólo dos por ciento de los trescientos millones son cristianos. Cuando vemos que estas personas que tienen un corazón y una inteligencia, como cualquier otra persona, aún no tienen acceso al evangelio porque los estamos condenando… ¡Algo se tiene que hacer para cambiar eso! Hay buenas señales emergentes en todo el mundo. Muchos están empezando a tener esa convicción y eso me trae esperanza. Mi preocupación es que muchos administradores de la iglesia bien intencionados no han dado a este ministerio una alta prioridad. Una cosa es que alguien haga una elección y diga “No, no me interesa”. Pero esta es una situación muy diferente no tenemos opción. Con el nuevo énfasis de la Asociación General sobre el Ministerio de Necesidades Especiales, esto está empezando a cambiar. No debemos descuidar esta parte del campo de la misión de Dios.

Como iglesia hacemos un gran trabajo en la producción de varias formas para que los medios de comunicación puedan llegar al público. De hecho, nosotros invertimos millones de dólares, pero por desgracia muy pocos sordos pueden tener acceso a ellos. Nosotros no hacemos esto intencionalmente, pero el efecto es el mismo. En muchos países se deben contar con subtítulos en los medios digitales. Estamos encantados de anunciar que muy pronto habrá un Canal de la Esperanza para Sordos que será subtitulado en cinco idiomas diferentes.

P. ¿Qué es lo que más le ha impresionado de este evento?

Larry Evans: Creo que el entusiasmo de los sordos que tenían cuando se reunieron. Ellos necesitan ese empuje. Están tan excitados, a pesar de que no signan el mismo idioma. Tienen un vínculo importante. Esta unión es una fuerza que necesitan para hacer frente a sus propios desafíos espirituales. Espiritualmente nosotros como Iglesia debemos proporcionar este tipo de oportunidades. He estado directamente involucrado con el ministerio de Sordos durante los últimos cinco años. Es increíble lo que he visto desarrollarse en este tiempo bastante corto. Sólo con un poco de reconocimiento, con un poco de apoyo se ha hecho y se está haciendo una diferencia “global”. Este grupo se ha disparado en infraestructura, en miembros, y hay una gran cantidad de personas sordas que están desarrollando su liderazgo. Es sólo cuestión de darles igualdad de oportunidades. No puedo explicar por qué tengo esa pasión por ver que este ministerio siga adelante. Creo que es algo que Dios ha puesto en mi corazón. Una vez traté de olvidarme de ello, pero no duró. Me siento en desventaja porque no signo, yo no pretendo ser un Moisés, sino como Moisés cuando le pidió ayuda a Aaron – a un montón de Aarones. En cierto sentido, es una buena cosa. Con demasiada frecuencia los oyentes tratarán de controlar y de decirle a los sordos lo que tienen que hacer. En mi caso, soy mucho más dependiente de los sordos, porque me obliga a trabajar “con” y no sólo “para” los sordos. Organizativamente, en este momento cada división tiene su propio representante del Ministerio de sordos. Algunas personas sordas no se dan cuenta de hasta qué punto el mundo Adventista está cambiando a su favor. Lo veo en todas partes. Yo personalmente creo que el ministerio Sordo se ha convertido en un movimiento de personas no solo de sordos sino de oyentes. Se está convirtiendo rápidamente en más que un “programa”. Mi papel es el de animar a los líderes y a otros miembros a orar porque el Espíritu de Dios nos muestre lo que debemos hacer y realmente lo que debemos llegar a ser para este pueblo marginado. Ese es el desafío pero también soy muy optimista sobre el futuro.

P: En lo personal, ¿qué fue lo que más tocó su corazón?

Larry Evans: Pues lo he mencionado, la canción “Cuán grande es Él.” Al experimentarlo con el lenguaje de signos eso literalmente llenó mis ojos de lágrimas. Al ver la expresión de la totalidad de una persona demostrar su amor a Dios signando es algo que no olvidaré.

P. ¿Usted siente que pueden expresar sus sentimientos mejor que usted mismo con sólo su voz?

Larry Evans: Bueno, lo demuestran de forma visible. Ellos demuestran físicamente mucho más. No me gustaría decir que una persona sorda es más espiritual que una oyente, pero sí que se expresa de una forma única. Últimamente he tenido mucho tiempo para ver una buena cantidad de estudio y reflexiones sobre ello. En relación a eso yo también he sentido lo que se refiere a menudo como “darwinismo social.” No creo que muchos hayan pensado que es el resultado natural del modelo evolutivo sino que debes añadir valor a una persona por lo que es. No me gusta lo que llamamos “normal”. La creación enseña que empezamos con el valor que Dios nos dio a cada uno y ese valor es independiente de si tenemos o no una discapacidad. No ganamos ese valor por el trabajo que tenemos o lo que somos capaces de contribuir a una sociedad. He hablado en una serie de lugares en los que he dado énfasis al hecho de que todos nosotros, sordos, ciegos, lisiados, somos creados a la imagen de Dios. ¡La respuesta ha sido increíble! Así que nuestro tema para este ministerio que represento y que signa tiene que ver con el reconocimiento de la dignidad de cada uno y promover un más profundo respeto por aquellos que a menudo se han descuidado y rechazado. De hecho, el lema del nuevo Ministerio de Necesidades Especiales es “¡Todos están dotados, son necesarios y deben ser apreciados!” Sin Sordos la Iglesia simplemente no está completa. Ellos no sólo son necesarios sino que los dones que Dios les ha dado enriquecerán a la Iglesia. Al igual que un matrimonio no está completo sin hombre o sin mujer,  la Iglesia no está completa sin los Sordos, ciegos y los que tienen limitaciones físicas o mentales.

P. Si usted es una persona que oye, y no sabe cómo signar, es una especie de “raro” en este congreso. Todos ellos pueden compartir, orar, hablar, reír, disfrutar a través de la lengua de signos, pero si hay alguien que no está en condiciones de signar, se siente como “quiero participar más, pero no puedo”.

Larry Evans: Me siento un poco solo y aislado aquí. He pensado en eso muchas veces mientras yo estaba aquí. Sin embargo no he estado totalmente solo, ya que hay muchos que hablan inglés. Sin embargo, fue mi observación de una persona sorda que se sentía sola lo que en un principio me hizo inclinarme por el Ministerio de los Sordos. Hace muchos años, yo estaba sentado en una reunión de pastores y observé a un pastor sordo obedientemente sentado, estaba solo. Él vino y se sentó allí. No había ninguna interpretación de lo que se decía para él. Pero vino y se sentó en medio de la reunión de los pastores por lealtad pura. Después de la reunión fui y escribí algunas cosas en una libreta y se la entregué: “Usted no está entendiendo esto. ¿Le gustaría venir a mi oficina y voy a tratar de compartir con ustedes los puntos más importantes?”. Y en ese momento yo estaba usando una máquina de TTY que tenía un pequeño lector de LED. Tenía que escribir los mensajes para que él pudiera leerlos y después tenía que escribir de nuevo sus preguntas y pensamientos. Fue realmente una gran introducción al mundo de los Sordos. Había estado recibiendo muy poca información de todo lo que los demás pastores recibieron. Por desgracia, hoy en día hay muchos menos pastores para sordos en América del Norte que había entonces. Eso es un gran peso sobre mis hombros. Realmente hay que hacer mucho para cambiar eso. He sido un presidente de asociación, así que sé el grado de tensión de un presupuesto que una asociación puede tener, pero simplemente debemos ver esto como parte de la misión de la Iglesia.

P. Cuando nosotros, las personas oyentes, estamos compartiendo el Evangelio con los demás, tenemos mucho miedo de ser rechazados. Con los Sordos si la gente no quiere escucharle, ¿cómo puede hacer que presten atención si le transmitimos el Evangelio a través del lenguaje de signos?

Larry Evans: Los oyentes pueden elegir, tienen opción. Pero a la mayoría de las personas sordas en el mundo no se les está dando esa oportunidad.

P: Pero, cuando una persona sorda que ama al Señor y tiene la carga de compartir el Evangelio, tiene un impulso imparable. Sus amigos va a escuchar a esa persona, discutir, hablar de Jesús, la Biblia, Dios, y a veces solo por compromiso. Podrían aceptar o no, pero lo más probable es que sigan y permanezcan en la conversación. Esto es algo que he visto en este ministerio, tenemos algunos intérpretes alemanes en este congreso que no son adventistas. ¿Qué opina?

Larry Evans: Ayer me monté en el autobús con otra persona no adventista. A medida que empecé explicándole a ella algunas verdades de la Biblia, ella me preguntaba una y otra vez, diciendo: “Escriba esos textos abajo”. El hambre de una comprensión más profunda de la Escritura estaba allí.

P. ¿Tienen muchos menos prejuicios que las personas oyentes?

Larry Evans: Yo estaba esperando a que no me dejara hablar hasta el final. Incluso le dí a entender que yo estaba compartiendo más de lo que probablemente quería, pero ella seguía diciendo enfáticamente: “¡No, dime más!”. He visto esto una y otra vez, pero no sólo con los sordos, sino con los ciegos también. Eso nos puede proporcionar una justificación. Para eso tenemos la esperanza que tenemos y eso hace tanta diferencia incluso con completos extraños. Como he mencionado anteriormente, lo podemos ver en la enseñanza bíblica de la Creación como algo más que la edad de la tierra ya que se centra en el valor que Dios puso en nosotros desde el mismo principio, y que debería establecer las bases para la nueva forma de pensar en el presente y el futuro. Sin esa base podemos ver en la historia de algunas naciones de las consecuencias naturales. Así podremos entender cómo Hitler pudo concluir que matando a 270.000 personas con discapacidad eso haría del mundo un lugar mejor. No debemos simplemente trabajar para los Sordos desde un punto de vista social, sino con el sentido de valor personal tal y como se enseña en la Escritura. Es por eso que prefiero reducir al mínimo la palabra “discapacidad”, ya que tiende a centrarse en lo que una persona no puede hacer más que en lo que ellos están dotados para hacer.

P. El hecho de su condición, el ser sordos, los hace ser más audaces en la vida de muchas maneras. Ellos tienen que luchar con fuerza y con todo rigor en la vida, más que otros con el fin de lograr lo que es fácil para las personas oyentes. Los sordos están tan acostumbrados a luchar, a ser valientes, que para ellos no es un “gran esfuerzo”  compartir el Evangelio con los demás. Probablemente son más valientes que la gente normal para romper las barreras y compartir las cosas que a los demás a veces les avergüenza. Este es un potencial que podría funcionar de una manera fuerte si pudiéramos llevar adelante este ministerio y empezar con fuerza, ¿no?

Larry Evans: Lo ha dicho usted está muy bien dicho ya que ellos han tenido que hacer frente a mucha oposición. Como resultado, existe también otro reto para los Sordos al que tienen que hacer frente. A veces han tenido que llegar a ser bastante asertivos e incluso en algún caso a ser un poco molestos e incluso ofensivos para conseguir algo de los oyentes. He visto que esto sucedía y más de una vez he tenido que explicar a una persona que oye por qué la persona sorda respondió como lo hizo… Ese es también uno de mis papeles. Los Sordos a veces son bastante contundentes. No esperan a leer “entre líneas”. Sin embargo, cuando se llega a conocerlos, son personas muy amables. Uno de los problemas es cuando los oyentes están tratando de ayudar a los sordos, y a veces tratan de tomar las decisiones por ellos. Los sordos tienen que ser capaces de tener la libertad de tomar sus propias decisiones. Ellos tienden a procesar la información de manera diferente y por lo tanto la manera en que toman decisiones pueden ser diferentes. A veces incluso yo inocentemente he cometido el error de tratar de empujarles en ese proceso. Todavía estoy aprendiendo, pero he hecho progresos. Necesitamos trabajar en la comprensión de más de algunas de las expectativas que forman parte de la cultura de Sordos. Al final, sin embargo, los valores son muy similares  los de los oyentes.

P. ¿Quiere realizar algún otro comentario?

Larry Evans: Yo sólo oro para que la iglesia se dé cuenta del potencial que tienen estas personas. Hay que empezar a vernos unos a otros, con la gran cantidad de potencial que las personas sordas tienen. Y recordar que ellos también fueron creados a imagen de Dios es un buen punto de partida para comenzar. Cuando nos demos cuenta de ello, podremos hacer todo lo posible para cooperar con Dios para que Él abra las puertas a estas personas y se conviertan en activos en la familia de Dios.

Revista Adventista de España