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La autora inspirada, Elena G. White, nos dejó sendos consejos sobre la Reforma Pro-Salud en sus libros. Consejos de salud basados en la Biblia, para mejorar nuestra salud y nuestra felicidad. Hoy te proponemos reflexionar en algunos pasajes del libro “Consejos sobre el régimen alimenticio”.

Las leyes de la Salud son para nuestro bien

“Se nota gran falta de instrucción respecto a la Reforma Dietética. A los malos hábitos en el comer y al consumo de manjares malsanos se debe gran parte de las enfermedades y la miseria que azotan al mundo. Al enseñar los Principios que rigen la Salud, téngase presente el gran objeto de la Reforma, que es obtener el mayor desenvolvimiento del cuerpo, la mente y el espíritu. Demuéstrese que las Leyes de la Naturaleza, por ser Leyes de Dios, fueron establecidas para nuestro bien; que la obediencia a ellas favorece la felicidad en esta vida, y contribuye a preparar para la vida futura. En vez de ver en la observancia de las Leyes de la Salud un sacrificio y un renunciamiento, la tendrán por lo que es en realidad: un inapreciable beneficio.Todo obrero evangélico debe comprender que la enseñanza de los Principios que rigen la Salud forma parte de la tarea que se le ha señalado. Esta es muy necesaria, y el mundo la espera.

La salud y el servicio, el método de Cristo para llegar a las personas

Solo el método de Cristo será el que dará éxito para llegar a la gente. El Salvador trataba con los hombres como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía a sus necesidades y se ganaba su confianza. Entonces les decía: “Seguidme”. Es necesario acercarse a la gente por medio del esfuerzo personal. Si se dedicara menos tiempo a sermonear y más al servicio personal, se conseguirían mejores resultados. Hay que aliviar a los pobres, atender a los enfermos, consolar a los afligidos y dolientes, instruir a los ignorantes y aconsejar a los inexpertos.

Enseñemos a la gente a vivir mejor

Desde el comienzo de la Reforma Pro Salud, hemos encontrado que era necesario educar, educar y educar. Enseñen a la gente a conservar la salud y aumentar su vigor, evitando mucho del arte culinario que ha llenado al mundo con inválidos crónicos. Por precepto y ejemplo demuestre claramente que el alimento que Dios dio a Adán en su estado sin pecado es el mejor para el consumo del hombre. Génesis,2:16,17; 3:17-19.  Sostened los Principios de la Reforma Pro Salud, y permitid que el Señor guíe a los honrados de corazón. Presentad los Principios de la Temperancia o la moderación en su forma más atractiva. Haced circular libros que den instrucción respecto a una vida sana. Debe haber más esfuerzos para iluminar al pueblo sobre el gran tema de la Reforma Pro Salud. Folletos de cuatro, ocho, doce, dieciséis paginas, que contengan artículos bien escritos sobre este gran asunto, deben esparcirse como las hojas de otoño. Presentamos un testimonio en contra del tabaco, las bebidas acohólicas, el rapé, el té, el café, las carnes, la mantequilla, las especias, las tortas concentradas, los pasteles rellenos, las cantidades grandes de sal, y todas las sustancias excitantes utilizadas como artículos de alimentación. Deben conducirse Escuelas de Cocina. Ha de enseñarse a la gente como preparar alimentos sanos. Ha de mostrársele la necesidad de descartar los alimentos perjudiciales. Pero nunca debemos abogar por una dieta de hambre.  Es posible tener un régimen sano, nutritivo, sin el uso de té, café, ni carne. La tarea de enseñar a la gente como preparar un menú que sea al mismo tiempo sano y apetitoso, es de la mayor importancia. Algunos, después de aceptar un régimen vegetariano, vuelven al consumo de carne. Esto es de veras insensato y revela falta de conocimiento acerca de cómo proveer los debidos alimentos en lugar de la carne.

Es necesario crear Escuelas de Cocina

Hay que estimular la dirección de Escuelas de Cocina en todos los lugares donde se está haciendo obra misionera médica. Debe usarse todo estímulo para inducir a la gente a la Reforma. Hágase brillar sobre el pueblo tanta luz como sea posible. Enséñese a hacer todas las mejoras que pueda en la preparación de los alimentos, anímeselo a impartir a otros lo que aprende.  Debido a que las avenidas que conducen al alma han sido cerradas muchos ignoran los Principios de la Vida Sana. Puede prestarse buen servicio enseñando a la gente como preparar alimentos sanos. Esta línea de actividad es tan esencial como cualquier otra que pueda realizarse.  Deben establecerse más Escuelas de Cocina, y algunos deben trabajar de casa en casa, dando instrucción en el arte de cocinar alimentos sanos.

La Reforma Pro-Salud puede rescatar a la gente de la enfermedad

Muchísimos serán rescatados de la degeneración física, mental y moral por medio de la influencia de la Reforma Pro Salud. Deben hacerse más esfuerzos para enseñar a la gente los Principios de la Reforma Pro Salud. Deberían instituirse clases culinarias para dar a las familias instrucciones tocante al arte de preparar alimentos sanos. Las personas jóvenes y las de edad adulta deberían aprender a cocinar con más sencillez. En todo lugar donde la verdad sea presentada, debe enseñarse a la gente a preparar alimentos de un modo sencillo a la vez que apetitoso. Debe demostrársele que un régimen nutritivo puede ser alcanzado sin hace uso de la carne. Es un ramo de la educación que tiene la más directa influencia sobre la salud y la felicidad.

En los colegios adventistas deberían ofrecerse clases de cocina saludable, entre otras

En todos nuestros colegios debe haber personas que estén capacitadas para educar a los alumnos, tanto a hombres como mujeres, en el arte culinario. La educación manual merece más atención de la que se le ha prestado. Se deberían establecer Escuelas que, además de la cultura mental y moral superior, provean las mayores facilidades posibles para el desarrollo físico y la educación industrial. Se debería enseñar agricultura e industrias, tantos oficios útiles como sea posible, economía doméstica, conocimientos culinarios, costura, confección de ropas higiénicas, tratamientos a enfermos, y otras cosas parecidas. Para la salud y la felicidad de toda la familia, nada es de tan vital importancia como la pericia e inteligencia de la cocinera. Con comidas mal preparadas y malsanas podría estorbar y hasta arruinar tanto la utilidad del adulto como el desarrollo del niño. Tanto los niños como las niñas deberían obtener un conocimiento de los deberes domésticos. El hacer la cama, ordenar una habitación, lavar los platos, preparar una comida, lavar y remendar su ropa, etc. constituyen una educación que no tiene porque hacer menos varonil a ningún muchacho; lo hará más feliz y más útil.”

Elena G. White. “Consejos sobre el Régimen Alimenticio” (CRA) páginas 550-573. 

Selección de citas de Elena G.White: Joan Amigó Barba. Naturista y especialista en la Reforma Pro-Salud que comenzó EGW

Foto:  Caroline Attwood en Unsplash

 

Revista Adventista de España