Si bien existen desafíos, también existen oportunidades para la iglesia en el mundo digital pospandémico.
Recientemente, un amigo me buscó muy preocupado. Notó que varios miembros habían dejado su iglesia durante la pandemia. Ellos no solo no volvieron al templo físico, sino que tampoco aceptaron que se los visite o tener cualquier otro tipo de contacto.
Puede ser que la preocupación por el nuevo coronavirus todavía mantenga a muchas personas aisladas en sus casas por algún tiempo más, pero el hecho es que muchos abandonaron la fe en el último año. David Kinnaman, del Instituto Barna, sugiere que el 20% de las iglesias norteamericanas habrán cerrado definitivamente sus puertas para el inicio de 2022. Estudios estiman que 30% de los cristianos abandonaron las iglesias entre 2020 y 2021.
La verdad es que la asistencia a la iglesia ya viene disminuyendo hace más de una década. Las cosas realmente cambiaron, pero la pandemia de COVID-19 no fue la única responsable de eso. La pandemia fue únicamente la gasolina arrojada sobre algo que ya se estaba quemando. Eso significa que el coronavirus no creó el fenómeno de los «desiglesiados»; solamente lo aceleró.
Adaptarse a la nueva realidad
Pero, volvamos a la preocupación de mi amigo. La nueva realidad exige que entendamos algunas cosas. Lo deseemos o no, muchas personas están buscando el modelo de iglesia más conveniente para ellas. Algunos no quieren hacer el esfuerzo de salir de casa, enfrentar el tránsito o tener que buscar un lugar para estacionar su auto. También buscan una religión más individualista y que evite el contacto, a veces conflictivo, con otras personas.
No cabe duda de que las iglesias de la actualidad tendrán un desafío enorme de atraer a las personas de vuelta a la comunión de los templos. Pero creo que, así como las organizaciones seculares aprendieron a sobrevivir en la realidad física y digital, las iglesias también lo harán, especialmente por su noble misión y por la ayuda del Espíritu Santo. En parte, eso ya fue visto, especialmente con el surgimiento de nuevos modelos de iglesias.
Nuevos modelos de iglesia
Cuando comenzó la pandemia del nuevo coronavirus, las iglesias se vieron ante una serie de desafíos: cultos por Internet, Escuela Sabática y reuniones de comisión vía Zoom, evangelismo vía WhatsApp. Toda esa reinvención originó un concepto llamado iglesia híbrida, o sea, que no es solo física, sino también es digital: o “fidigital”.
Lo fidigital no es una sustitución del modelo tradicional de iglesia. Es un elemento adicional que usa la tecnología digital para mantener la conexión entre los miembros y la continuidad de la misión de la Iglesia. Amplía la actuación haciéndola presente física y digitalmente en cualquier lugar y en todos los momentos.
Vimos cómo una iglesia que posee un templo físico puede actuar también en el mundo digital, y cómo a través de los cultos online, la recepción y el discipulado digital, puede mantener la conexión entre los miembros y el cumplimiento de la misión. Pero, además de ese modelo, todavía existen otras posibilidades que están surgiendo y varias denominaciones cristianas las están experimentando.
Iglesias en primer lugar digitales (digital hoy, física mañana)
Hay iglesias que nacieron sin templos. Son el resultado de una estrategia de crecimiento y plantación de iglesias, que comienzan en ambiente digital y con el tiempo se van transformando en presenciales. Al comienzo crean contenidos y experiencias en el mundo en línea, y están dirigidas a una determinada región o grupo específico de personas. Después de la fase digital inicial, alquilan espacios físicos para que los miembros digitales también puedan participar e interactuar físicamente.
Iglesias sólo digitales
Algunas iglesias norteamericanas y europeas vieron que sus entradas de diezmos y ofrendas cayeron durante la pandemia. Sin embargo, los costos de alquiler y mantenimiento se mantuvieron o crecieron. Por eso, algunas encontraron en el modelo solo digital la solución para mantenerse vivas. Aún cuando la pandemia esté controlada, pretenden continuar 100% digitales.
Puntos positivos en común
Esos dos modelos de iglesia, primero digital y sólo digital utilizan intensamente las herramientas y recursos de Internet. Poseen el blanco de multiplicación en mente, siempre centradas en torno de técnicas de formación de discípulos y movilización de personas para compartir su fe en el mundo digital. Algunos tienen como objetivo alcanzar grupos específicos, que no podrían ser alcanzados de otra manera.
Inseguridades
Todavía existen muchas dudas sobre esos modelos nuevos de iglesia. Las 100% digitales ¿poseen bases bíblicas firmes? ¿Es algo culturalmente aceptado? ¿Cómo se realizarían las ceremonias de bautismo, casamiento y Santa Cena? Esas preguntas están siendo discutidas por los teólogos y líderes de denominaciones alrededor del mundo. Aunque todavía no existe un consenso sobre todas esas preguntas, algunos puntos se irán aclarando con la experiencia práctica a lo largo de los años.
Re-imaginando las iglesias
El hecho es que volver a imaginar el futuro de las iglesias es una tarea muy difícil, pero esencial. Todavía no sabemos si las iglesias fidigitales, o las que migraron a un modelo parcial o totalmente digital, tendrán éxito en atraer y retener sus miembros. Pero podemos tener la seguridad de que las iglesias que mantengan su foco en la misión dada por Cristo en Mateo 28:19-20 tendrán su compañía y liderazgo.
Ni físico, ni digital, sino personal
La pandemia dejó claro que los términos iglesia y templo no son sinónimos. Aunque el objetivo final de la iglesia no sea el de construir edificios, tampoco lo es el de ser una celebridad digital. Nuestros edificios y nuestra estrategia digital son medios para el fin, no el fin. El éxito de nuestras iglesias y el regreso de los que se apartaron durante la pandemia dependerá de cuán centrados estemos en entender y atender las necesidades de las personas.
Por eso, dejo algunas sugerencias que le envié a mi amigo que mencioné al comenzar este artículo. Espero que puedan ser útiles y los ayuden en la estrategia de atraer a la convivencia de la iglesia a los que se apartaron:
- Respete. Puede ser que algunos todavía eviten la cercanía física, entonces respete y ofrezca otras formas para que los apartados se conecten con la iglesia de forma digital.
- Invitación personal e individual. Pídales a los miembros regulares que envíen invitaciones personalizadas y mensajes directos a los apartados. Un amigo invitando a otro amigo a volver dará más resultado que si la iglesia o el pastor lo hacen.
- Poner el énfasis en las personas, no en los programas. Desarrolle programas presenciales o eventos digitales que promuevan la interacción entre las personas. Los temas y cultos en línea son importantes, pero pueden ser muy fríos y dar la idea de discurso, no de diálogo.
- Atienda las necesidades. Investigue cuáles son las necesidades de los que se apartaron. ¿Están enfermos, preocupados, depresivos, estresados, desempleados, están pasando por alguna crisis familiar? Interésese por ellos y encuentre maneras de ayudarlos.
- Ore. Forme grupos de oración para interceder por esas personas.
A pesar de todo, cada templo vive una realidad diferente. Por eso, no todos se volverán fidigital, por supuesto. Así, los siguientes consejos son para las iglesias que planean o ya están caminando en esa dirección.
Consejos para una iglesia digital
Público invisible
Cuando se vuelve fidigital, la iglesia necesita tener conciencia de un público nuevo que no se ve. En él están miembros asiduos, los iglesiados, los no iglesiados y los apartados. Los asiduos frecuentan o asisten regularmente a los cultos y los consideran importantes para la vida espiritual. Los iglesiados van o asisten a los cultos esporádicamente, y los no iglesiados raramente lo hacen. Ya los apartados abandonaron los cultos físicos y en línea.
Para alcanzar a todos esos públicos es necesario adaptar algunas estrategias y crear otras nuevas.
Cultos en línea: asistir y participar
Asistir y participar son cosas diferentes. Solo asistir a un culto en línea no es lo mismo que participar de la iglesia. Varias personas asisten a los cultos por necesidad religiosa o espiritual, pero no crean vínculos con la iglesia. Ese hecho resalta la importancia de tener una estrategia que va más allá de la transmisión de los cultos y que busque conectar a quien asiste virtualmente con los demás miembros de la iglesia.
Se puede hacer esto de varias maneras. Actualmente ya existen pastores e iglesias que durante la semana se conectan virtualmente, comparten videos inspiradores con los miembros y visitas, además de audios, textos, links y estudios bíblicos vía WhatsApp, Telegram u otro medio digital.
Volver a organizar los cultos
Algunas iglesias entendieron que para mantener la audiencia participando de los cultos que son transmitidos por Internet es necesario ajustar el orden y tiempo del programa. La audiencia del culto en línea puede bajar drásticamente si el programa es muy lento o demora demasiado. Por eso, algunos predicadores están adaptando sus sermones para que estén más enfocados, más personales, más cortos y para dar prioridad a la conversación y la interacción con los miembros. Interactúan leyendo pedidos de oración y haciendo preguntas que estimulan la participación.
El cuidado de los no digitales
El mundo digital es muy instigador porque permite a las iglesias alcanzar a más personas que en cualquier otra era. Sin embargo, si la iglesia es solo digital, corre el riesgo de perder algunos grupos esenciales. Por eso es importante tener estrategias para mantener la conexión con los que no pueden ir al templo físico con regularidad o que no se adhieren a la tecnología.
Los ancianos y las personas del grupo de riesgo que tienen dificultades tecnológicas necesitan ser atendidas y acompañadas por la iglesia. Para esos sus casas se transforman en iglesias. Los hogares con niños pequeños también pueden necesitar ayuda. Los padres y responsables se vuelven pastores y tal vez necesiten de ayuda para saber cómo proveer la educación espiritual a los niños. Los apartados también necesitan recibir atención. Es necesario saber por qué no están yendo a la iglesia y cómo pueden recibir ayuda para reconectarse con otros.
Recepción virtual
Las iglesias fidigital tienen una puerta de entrada nueva: los chats y los comentarios de las plataformas sociales, donde se transmiten los cultos. Los líderes y voluntarios pueden servir como anfitriones para recibir a las visitas y saludarlas individualmente por su nombre en esos chats. El anfitrión puede animar a las visitas a llenar tarjetas digitales que ofrecen otros servicios de la iglesia, como oraciones, estudios bíblicos, libros gratis. La prioridad es encontrar medios de ayudar a las visitas a sentirse bien recibidas y ofrecer oportunidad para que se conecten con la iglesia.
Misión digital
Existen varias actividades digitales de la iglesia en las que la actuación de los miembros es imprescindible.
- Ayudar en las transmisiones de los cultos y eventos en línea.
- Atender a interesados en los cultos en línea.
- Crear estrategias posculto en línea para continuar sirviendo a las visitas digitales.
- Compartir mensajes bíblicos.
- Dar estudios bíblicos.
- Orar por las personas.
- Enseñar y ayudar a los ancianos a utilizar la tecnología.
- Contar historias para niños.
- Haga un plan
Es importante que los líderes locales realicen planes para hacer su iglesia fidigital. Para eso debeconsiderarse la realidad actual de la iglesia. ¿Existen personas y recursos disponibles para mantener la iniciativa consistente y por largo plazo? ¿Qué tipos de servicio se prestará a los miembros y a la comunidad? La estrategia segura es la que se adapta mejor a la realidad de su congregación.
Datos importantes
- Cuanto mayor es el número de jóvenes en una iglesia, mayor será la apertura para lo fidigital.
Las reuniones presenciales continuarán siendo preferidas por niños, jóvenes y adultos que valoran la interacción con los amigos. - Algunas personas se adaptaron a la iglesia digital y no se sienten animadas a regresar a la física. En esos casos, la iglesia necesita promover una experiencia diferenciada y segura en el ambiente físico.
- Durante el período de aislamiento y cuarentena, algunos miembros anteriormente asiduos a la iglesia física no participaron de los cultos en línea y se apartaron. Es necesario identificarlos y rescatarlos.
- La mayoría de las personas siente dificultades para mantener el foco mientras asiste a los cultos en línea, especialmente si existen niños en el hogar.
- Las iglesias necesitan ampliar e involucrar a los miembros en el ministerio digital, que va más allá de los momentos de culto en línea.
Es necesario considerar que la realidad de la iglesia como la conocíamos tal vez nunca más regrese. De aquí en adelante necesitaremos adecuar y desarrollar maneras nuevas de mantener la iglesia unida y actuante en el mundo físico y digital. Las personas necesitan saber cada vez más que pueden contar con las iglesias física y digitalmente para atender sus necesidades y expectativas espirituales.
Autor: Carlos Magalhães, graduado en Publicidad y Propaganda, posee una maestría en Administración por la Fundación Getulio Vargas (FGV), en Brasil, y por años actuó en el segmento de e-Health. Se dedicó al desarrollo de estrategias de evangelismo en Internet por más de diez años. Actualmente es el director de Marketing Digital de la Sede Sudamericana de la Iglesia Adventista.
Referencias
https://www.barna.como/research/changing-state-of-the church/
https://thechurch.digital/digital-only-churches
https//stadiachurchplanting.org/phygital/
Spiritually remote: How the pandemic is affecting already declining church attendance: https://www.centredaily.com/news/local/article247989585.html
BARNA. Six questions about the future of the Hybrid Church Experience. EEUU, Barna. 2020.
PUBLICACIONES ORIGINALES: El futuro de las iglesias en modo digital e Iglesia fidigital: cómo transformar los nuevos tiempos en oportunidades. (Ambos artículos del mismo autor)
Muy de acuerdo será el medio mas eficaz para terminar la predicación Mateo 24: 14
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.. Mateo 6:33