El pasado 31 de mayo se celebró el Día Mundial Sin Tabaco. Nuestra Iglesia adventista fue pionera con el Plan de 5 Días para dejar de fumar. Este artículo repasa parte de su historia y propone actualizar el reconocido plan. Los interesados en colaborar pueden contactar al correo salud@adventista.es
Tabaquismo en el mundo
Cada año, el último día del mes de mayo, el mundo entero celebra el Día Mundial Sin Tabaco. Desde 11987,la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido ese día con el propósito de promover campañas y leyes para limitar el consumo de tabaco; y también para aumentar la conciencia pública sobre los efectos negativos del humo del tabaco.
En las últimas dos décadas, el consumo global de tabaco ha disminuido. En el año 2000, el 32,7% de la población mundial mayor de 15 años era fumadora activa. Esta cifra se ha reducido en un 10% en 2020, con un 22,3% de personas fumadoras alrededor del mundo, según la OMS. La prevalencia del consumo de tabaco es mayor en hombres (36,7%), frente a las mujeres (7,8%).[1]
Tabaquismo en España
En España, las leyes antitabaco comenzaron a avanzar muy poco a poco desde 1988, cuando se prohibió fumar en colegios, hospitales, salas de teatro y cine.
Personalmente, recuerdo el impacto tan negativo que me causaba entrar a la consulta de mi pediatra con un cenicero lleno de colillas en su mesa y el humo del último cigarrillo llenando todavía el ambiente.
También entonces se prohibió la publicidad del tabaco en la televisión; y más adelante, en la década de los’90, la prohibición se aplicó a medios de transporte público.
A partir del año 2005 se aprobó la ley que prohibía fumar en todos los centros de trabajo. Y desde 2010, la norma se amplió para vetar el tabaco en todos los locales públicos de ocio o restauración, y en a las puertas de los hospitales, los parques o los colegios.
Todo ello, junto con los impuestos al tabaco y la progresiva concienciación poblacional, ha ido reduciendo el consumo de tabaco, llegando a registrarse las menores cifras de tabaquismo de los últimos 30 años a finales de 2024.
Pero todavía queda mucho por hacer, ya que, a día de hoy, según las estadísticas, sigue fumando uno de cada cuatro ciudadanos españoles.[2]
Los adventistas y el tabaco
Unos años antes de la conocida visión de Otsego (Michigan, 1863) sobre el mensaje de salud adventista, Ellen G. White recibió otras visiones sobre salud. Concretamente en el otoño de 1848, estando en Connecticut, ella recibió en claro mensaje de los efectos nocivos del tabaco y también del té y del café. Desde entonces, entendió que se debía instar a los observadores del sábado a abandonar el uso perjudicial de estas sustancias.
Esta fue la primera visión de salud registrada por la hermana White y después vendrían otras más. Pero inicialmente, Dios aportó luz sobre un hábito tan extendido y malentendido, incluso por los sanitarios de la época.
En nuestras creencias fundamentales como adventistas, se enfatiza el cuidado de nuestro estilo de vida y de nuestro cuerpo, entendido como templo del Espíritu Santo; de modo que vivamos en esta Tierra como ciudadanos del Reino de los Cielos, estando en armonía con los principios de salud que Dios nos recomienda para nuestro bien. Esto incluye la abstención de sustancias tóxicas o nocivas como, por supuesto, el tabaco.[3]
Plan de cinco días
En coherencia con los principios adventistas del cuidado de la salud, de ayuda y de amor al prójimo, surgió en nuestra iglesia el Plan de Cinco Días para dejar de fumar.
Este reconocido Plan de Cinco Días ha sido uno de los programas para dejar de fumar más antiguos y efectivos hasta la fecha. Fue publicado por primera vez en el año 1962 por el Dr. Jasper Wayne McFarland (en la imagen) y el pastor Elman J. Folkenberg.[4]
Se ha llegado a implementar en países de todo el mundo con más de 20 millones de participantes. También ha recibido el reconocimiento de la Organización Mundial de la Salud, la Sociedad Americana del Cáncer, la Asociación Americana del Pulmón y la Asociación Americana del Corazón.
El programa de este Plan de Cinco Días consiste en guiar a los participantes a través de un proceso paso a paso de cinco días para cambiar sus hábitos diarios y lograr su objetivo de dejar de fumar. Las herramientas del método incluyen el acompañamiento personalizado, la motivación psicológica, el refuerzo positivo, la suma de cambios físicos, modificaciones en la dieta, actividades alternativas al hábito de fumar, el abordaje de síntomas asociados, etc.
El objetivo es el trabajar de forma guiada para romper con las rutinas y conductas asociadas a fumar, manejar y superar la ansiedad tras el abandono tabáquico y mantener la abstinencia de forma exitosa.
Plan de cinco días en España
Durante décadas el famoso Plan de Cinco Días para dejar de fumar ha sido un valioso instrumento de misión en salud también en nuestro país.
Revisando episodios pasados de nuestra historia adventista en España (algo que nos encanta hacer a mi esposo y a mí), encontramos entre las antiguas páginas de la Revista Adventista, la publicación de una noticia sorprendente en enero de 1978. El texto describe lo que fue un evento multitudinario de Plan de Cinco Días organizado en Bilbao, mediante de la conocida Liga Internacional de Temperancia.
El anuncio de la actividad fue retransmitido por medios de televisión y radio, y el impacto fue tal que la policía local tuvo que intervenir para gestionar el tráfico de los asistentes, ¡que llegaron a sumar cuatro mil personas! Tras los cinco días de campaña, en el seguimiento se definió que el 95% de los asistentes habían dejado definitivamente el tabaco.
Seguro que muchos lectores recuerdan con cierta nostalgia actividades exitosas del Plan de Cinco Días en sus iglesias. Personalmente, he participado en más de uno y siempre es muy gratificante acompañar a las personas que lo desean a mejorar su salud y calidad de vida, respirando por fin libres de humo.
Actualidad y actualización antitabaco
En la actualidad no son pocas las herramientas que disponen los ciudadanos para lograr el cese del hábito tabáquico, tanto en el sistema de salud y diferentes tratamientos, como mediante iniciativas particulares, incluso facilitadas por los medios de internet y redes sociales.
Nuestra iglesia a nivel mundial también actualizó el programa antitabaco renombrándolo como «Breathe Free» (respira libre) desde la década de 1980 y a partir de 2012 la última revisión de este programa se puede encontrar en la página web breathefree2.com.[5]
Quisiera aprovechar estas líneas y la reciente efeméride del Día Mundial del Tabaco para hacer un llamado a aquellos profesionales de la salud, así como pastores y expertos en esta área, para poder formar parte de un equipo multidisciplinar que revise, renueve y actualice los queridos «Plan de Cinco Días» y «Breathe Free», en colaboración con el Departamento de Salud de nuestra iglesia en España.
¡Colabora!
Los interesados/as están invitados a escribir al correo salud@adventista.es indicando el asunto «actualización plan 5 días».
Nuestro objetivo será seguir ofreciendo a las personas que lo necesiten esa oportunidad de abandonar el hábito tan nocivo del tabaquismo y acompañarlos en el proceso de respirar libres de humo, por fin.
Si esto fue de beneficio en el pasado, con ayuda de Dios, puede seguir siendo de bendición hoy día, con los nuevos desafíos que implican otras drogas y sustancias tóxicas inhaladas. De este modo, disfrutaremos juntos un futuro de esperanza en el cielo nuevo y la tierra nueva prometidos, donde la enfermedad no tendrá lugar, y la salud y la vida estarán para disfrutar la eternidad.
¡Salud y bendiciones!
Autora: Dra. Sarai de la Fuente Gelabert, directora del Departamento de Salud de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.
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Imagen de portada: Shutterstock