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«Luego que clamaron a Jehová en su angustia, los libró de sus aflicciones; los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte, y rompió sus prisiones» (Salmos 107: 13-14).

Doug corría lo más rápido que podía en la dirección equivocada. Unos años antes, había buscado a Dios en su ciudad, desde el oriente hasta el occidente, y lo había encontrado. Encontró la verdad acerca del Dios vivo, pero no había vivido esa verdad de Dios.

Ganaba mucho dinero, conducía un buen camión, tenía muchos amigos bebedores, una hermosa casa, esposa y familia. Con el tiempo, se separó de su esposa y se distanció de sus hijos; se degradó en sus hábitos y adicciones, que lo convirtieron en un esclavo indefenso.

Dios llamó a Doug

Un día, el Señor Dios le susurró al corazón. Dios llamó a Doug para que considerara la forma destructiva en que estaba viviendo y volviera a él con todo su corazón. Dios prometió darle a Doug un corazón nuevo y ser su fuerza para apartarlo de todo lo que lo tenía encarcelado.

Doug se sintió desanimado y temió perderlo todo, pero mantenía la esperanza. Eligió escuchar la voz suave y delicada de Dios. Le entregó todo lo que era y todo lo que tenía al Señor Dios. Condujo su camioneta hasta su casa, tomó algunas bolsas de basura y las llenó con cualquier cosa que comprometiera su relación con Dios. Tiró DVDs, CDs, revistas y cualquier otra cosa que lo alejara del Dios vivo. Limpió toda su casa. Solo faltaba un lugar… y Doug no quería entrar allí. Era su garaje. El Espíritu de Dios desafió a Doug a entregar toda su vida, no una parte de ella. No la mayor parte. Todo.

Doug entró al garaje y se detuvo frente a un hermoso refrigerador lleno de las bebidas alcohólicas que él y sus amigos tanto disfrutaban. Movido por el poder del Espíritu Santo, Doug arrastró el refrigerador hasta su camioneta y, sin nadie más que Dios para ayudarlo, lo subió a la parte trasera de la camioneta.

Un hombre libre

Temiendo verse tentado a tomar un último trago, salió a toda velocidad desde su casa hasta el basurero de la ciudad. Allí, tiró las bolsas de basura y, luego, empujó el refrigerador, lleno de bebidas alcohólicas, fuera del camión. Lo vio caer al vertedero y se marchó. Era un hombre libre.

Dios libera a su pueblo para que pueda adorarlo, tener relaciones amorosas y sentir la alegría de servirlo. Dios le dio a Doug amor por su Palabra y por la oración. También, Dios le dio amor por su esposa e hijos; gentileza y paciencia para ver a Dios restaurar su matrimonio y su familia. Desde hace más de un año, Doug y su esposa tienen el gozo de servir a Dios juntos y compartirlo alrededor del mundo. Escucha el susurro.

Permite que Dios desafíe tu situación actual y redirija tu vida.

Medita

«Muchos son los obstáculos que hay en la senda de los que quieren obedecer a los mandamientos de Dios. Hay fuertes y sutiles influencias que los vinculan con los caminos del mundo. Pero el poder del Señor puede romper esas cadenas. Él suprimirá todo obstáculo delante de los pies de sus fieles, o les dará fuerza y valor para vencer toda dificultad si buscan fervientemente su ayuda» (Elena de White, Joyas de los Testimonios, tomo 1, página 489).

En la práctica

  1. ¿Qué cadenas te atan al mundo y no te permiten disfrutar de una relación profunda con el Dios vivo?
  2. Entrégale tu vida hoy a Dios y pídele que obre con poder para romper todas las cadenas que te separan de él.

Participa en las reuniones por Zoom

Cada miércoles de estos 40 días, tendremos un encuentro por Zoom (6:30 AM).

Tema: Vive como Elías – 40 Días de Oración 2025
Cada semana, el miércoles.
Únete a la reunión de Zoom:
https://us02web.zoom.us/j/87603273658?pwd=WqRTlihGm778cuKW8GbCvOqGVYzk5J.1

ID de reunión: 876 0327 3658
Código de acceso: 223988

 

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